La investigación sobre publicaciones relacionadas con los trabajos que tenemos en elaboración siempre da frutos y nos concede algunas perlas valiosas que aportan a nuestro conocimiento pero que también nos alegran el espíritu. Buscando referencias sobre comunicación para fundamentar mi próximo libro sobre Logoterapia Grupal encontré esta interesante entrevista realizada por Del Arco para el periódico La Vanguardia Española y publicada el jueves 4 de septiembre de 1958.
El
entrevistador, quien también realiza la caricatura de Frankl para la
publicación, juega con las preguntas a boca de jarro, incisivas. Frankl
responde con soltura y corrección, con el sentido del humor austríaco que lo
caracterizaba. No creo que haya entendido el final por ser una referencia muy
local sobre la lotería española. La sección del periódico se llamaba MANO A
MANO.
El Dr.
Frankl había concurrido en esos días al IV Congreso Internacional de
Psicoterapia que se realizó en Madrid y al que concurrieron eminentes
personalidades de la psiquiatría del momento. El Congreso estaba presidido por
el Dr. Sarró (eximio prologuista del libro sobre Personalidad de P. Lersch).
El periódico
mencionado, en su edición del sábado 6 de septiembre de 1958 reseña la
conferencia que pronunciara Frankl en ese Congreso, mencionando la gran
cantidad de público asistente que premió al conferencista con un largo aplauso.
Destaca el
comentarista que el Dr. Frankl dijo en esa Conferencia: “El psicoterapeuta no
debe tener un concepto técnico, sino una concepción del hombre. Estamos a los
albores de una psicoterapia humanizada y hemos dejado atrás una concepción del
hombre como máquina”
Frankl tenía
en ese momento 53 años.
Reproducimos
la entrevista pues en el escáner del periódico no se puede leer bien.
VIKTOR E.
FRANKL
Viktor E.
Frankl, profesor de psiquiatría en la Universidad de Viena, presidente de la
Sociedad Austríaca de Psicoterapia.
—Y —añade
él— escalador, caricaturista y compositor de tangos.
—¿Y además
sucesor de Freud? — pregunto yo.
—Freud no
tenía una clínica. Ni Freud ni yo tenemos cátedra; somos
profesores
independientes.
—¿No tiene
usted discípulos?
—Todo el
anfiteatro.
—¿Y
clientes? Usted es médico.
—Irregularmente;
no tengo interés en ganar dinero, ni tiempo para ganarlo.
Le contaré
una cosa: una Universidad norteamericana me ofreció nueve mil
dólares por
tres meses. Y yo me pregunté: «¿Si tuviera nueve mii dólares,
en qué los
invertiría»? Y me contesté: «En comprar tiempo para poder trabajar»; si tengo
tres meses no los vendo por nueve mil dólares.
Antes de
seguir adelante diré que i Viktor £. Frankl, es el creador de la
Logoterapia
y autor de varios libros, ! entre ellos «Psicoanálisis y existencialismo»,
traducido a seis lenguas. Frente a mí, está bien dispuesto al diálogo
—¿Cree en el hombre? — digo,
—También
creo en los hombres — matiza.
—¿Cree en usted?
—Creo en mis
resultados y, por lo tanto debo creer en mi capacidad de crear, y lo primero
que creo en mí es en el sentido que he dado a mi vida
— ¿Cuál es
su objetivo?
-Que el psicoterapeuta
llegue a ser consciente de que el hombre es un ser
esencialmente
espiritual, que no es un producto de reflejos y mecanismos; que es un sujeto y
no un objeto.
—Esto ya lo
descubrimos hace siglos.
—Pero
durante los últimos cincuenta años se había olvidado completamente, y los mejores
científicos habían protestado de este olvido,
—¿Quién tuvo
la culpa?
—El espíritu
de nuestro tiempo. La psicoterapia mecanicista fue un síntoma; el nihilismo
dice que el hombre no tiene un último sentido, como un agregado de materia. Y el
peligro está en que la psicoterapia sirva al nihilismo, en vez de combatirlo.
-¿Cuál es su
punta de partida?
—No admito
el «homunculismo», que es creer que el hombre es un producto de la herencia y
del medio ambiente; yo creo que el hombre es libre de crearse a sí mismo,
dentro de los límites de su constitución y su ambiente.
—¿Usted es
así, como es, porqué quiere ser así?
—Yo soy un
metro sesenta y cuatro y no un metro ochenta y cuatro; pero lo
que es mi
creación, sí, hago libros, en vez de ganar dinero. El hombre puede cumplir el
sentido de su vida, no olvidarlo; en esto consiste la libertad. Todos los
hombres tienen un sentido de su vida; si éste se cumple, queda la vida satisfecha;
sino, queda incumplida para la eternidad, porque su sentido propio es único en
el cosmos.
—¿Viktor E.
Frankl no hay más que usted?
—Esto no es
Interesante; lo esencial consiste en que si Frankl no escribe sus libros, nadie
los escribirá; otros escribirán otros libros, mucho mejores, pero sólo yo puedo
escribir mis libros.
—¿Y quién
asegura que usted ha acertado en su camino?
—Existe una
sola instancia que puede decirlo: mi conciencia moral.
—¿Y quién me
asegura que usted me es útil en su camino, y no en otro?
—El hombre
es un ser limitado y nunca puede dar un concepto absoluto.
—¿Cuál es su
fórmula de vida?
—La soñé una
noche hace doce años y al despertar la escribí: «Vive como
si fuera por
segunda vez; y como si la primera vez lo hubieras hecho tan mal como lo vas a
hacer. Todavía tienes la oportunidad de rectificar.
—Entonces
cada acto de nuestra vida podemos mejorarlo; en este diálogo
mismo, ¿qué
rectificaría?
—Una página
de la vida, no es toda la vida. El perfeccionismo es un impedimento de la
perfección.
—Usted,
¿cómo es?IV Co
—Espero ser
imperfecto; si fuera perfecto no tendría, misión que cumplir; el
hombre debe
aspirar a ser perfecto, pero debe saber que nunca lo será.
Goethe dijo:
«Debo querer lo absolutamente mejor, si quiero conseguir 1o
bueno
relativo».
—Ir por el
«gordo» y caernos la “pedrea”; sin Freud, ni psicoterapia.
DEL ARCO
Impecable!
ResponderEliminarGracias
EliminarExcelente hallazgo. ¡Gracias por compartirlo!
ResponderEliminarGracias José Luis
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