Presentamos en nuestro blog Logoterapia: Encontrar sentido a la vida el texto del Conversatorio realizado el domingo 7 de marzo de 2021 en el marco del 5º Encuentro Internacional de Actualización en Logoterapia y Análisis Existencial, organizado por el CENTRO BONAERENSE DE LOGOTERAPIA de Argentina, que contó con la presencia vía Zoom de colegas y amigos y la participación del Dr. José Martínez-Romero Gandos, desde Galicia - España.
Presentación
por parte del Dr. Roberto Mucci de la trayectoria y persona del disertante.
En su
intervención, el Dr. José Martínez-Romero Gandos, expresó:
Agradezco al
Dr. Roberto Mucci por la organización y puesta en marcha de estos
conversatorios, tan importantes para nuestra información y formación como
logoterapeutas.
Me gustaría
recordar que desde hace muchos años vengo recomendando a colegas y estudiantes
la necesidad de formarse. Para ello es imprescindible la lectura de los libros
de Frankl y sus conferencias. Pero también es imprescindible la lectura de
autores que fundamentan el Análisis Existencial, base doctrinal que Frankl
señala como fundamento de su postura.
El 21 de
noviembre del año pasado, a invitación de Roberto Mucci, presenté en estos
Encuentros mi libro recientemente aparecido que titulé: LOGOTERAPIA GRUPAL.
Notas para una práctica con sentido y fundamentación Analítico-Existencial.
Señalé, en esa oportunidad, las dificultades enormes que generó un contrato de
publicación con letra pequeña que no permitió la llegada del libro al público
por su elevado costo. Decidí reformular lo propuesto en ese libro con una nueva
redacción y aportes, publicada en forma de e-book y ofrecerlo en una red de forma
accesible en un futuro cercano.
Me van a
permitir realizar algunas consideraciones generales antes de abordar el tema
que he propuesto para hoy: La Logoterapia como promotora de la trascendencia
recíproca en los grupos, que será el título del nuevo libro en elaboración.
Vamos a hablar
de grupos, verdad? Haremos, pues, algunas consideraciones al respecto.
Los grupos
humanos existen desde nuestra pre historia. Miles de años de evolución del
proceso de hominización, siempre en grupos, dejando huellas a lo largo de ese
proceso.
Me gustaría
tomar como primera referencia el anterior Conversatorio con el Dr. Alberto
Araica, realizado la semana pasada, especialmente en lo referente a las estructuras
sociales que determinan conductas grupales de apatía o indiferencia frente a
las migraciones o a la violencia. Nos mostró la difícil situación de los
marginados y sugirió que nuestra tarea, además de superar las diferencias que
nos separan y nos cohíben, es ayudar a visibilizar al invisibilizado por el
sistema
Anoche se
han entregado en España los premios Goya al cine español e internacional. La
película ADU ganó cuatro estatuillas, entre ellas al mejor actor revelación. La
película muestra el drama de la emigración de personas de etnia africana que
intentan alcanzar Europa. Un niño y su hermana intentando alcanzar la bodega de
un avión y miles de subsaharianos intentando saltar la valla en Melilla
simbolizan el drama producido en muchos países. Latinoamérica no es extraña a
estos acontecimientos sociales de urgente necesidad de solución.
El Dr.
Araica señaló que la Logoterapia es muy rica y de ella puede surgir una
propuesta desde la Alteridad. Precisamente Alteridad y Alienación desde una
perspectiva existencial en migraciones es el tema de mi Tesis Doctoral. También
lo he aplicado en mis intervenciones grupales en la asistencia a mujeres
víctimas de violencia doméstica, propuesta especialmente desarrollada aquí en
Galicia por varios años luego de mi traslado a esta Comunidad.
El conocer
el alcance en cada comunidad de esta actitud violenta hacia las mujeres,
deleznable, y actuar para liberar a las víctimas de su situación esclavizante
es un desafío de carácter obligatorio para lograr un acercamiento al otro que
ayude a eliminar esa violencia. Actuación profesional y difusión de un mensaje
a las víctimas para que encaren con valentía su lucha.
Nos decía el
Dr. Araica que la antropología frankleana puede ayudar con propuestas que
permitan superar esa situación afirmando la alteridad de las personas que
padecen o sufren por la indiferencia y apatía de los sistemas establecidos,
debiendo todos reaccionar con un compromiso cotidiano con el que está a mi
lado, basados en los valores y en el monantropismo.
Resumió su
postura diciendo que necesitamos probar el carácter subversivo del sentido y
rechazar los fundamentalismos.
El concepto
de “subversivo” levantó réplicas de algunos colegas por unirlo estas personas a
las actividades agresivas o violentas. Yo intenté mediar en cuanto a las
definiciones operacionales que el término suscita proponiendo asimilar el
concepto al de “empoderamiento” para señalar lo que los desposeídos o
violentados deben conseguir para encontrar ese sentido.
Debemos
actuar como Logoterapeutas facilitando la formación de grupos en las
comunidades que nos permitan intervenir en las distintas áreas de la vida
social. Roberto Mucci, nos dice en sus trabajos que nuestra condición de seres
humanos nos convierte a todos en funcionarios de la Humanidad; y debemos
hacernos cargo de nuestra realidad social en todos sus sectores.
Se pregunta
Roberto: “¿Cuál es nuestro aporte desde los valores al mundo de la política, la
economía, el trabajo, la empresa, la educación, la salud, los medios de
comunicación, la justicia? Y se responde en esos escritos: cito a Mucci: ”Viktor
Frankl nos presenta los valores de creación, de vivencia y de actitud y pienso
que podemos sumar una cuarta categoría, a saber, “los valores de servicio”, en
el contexto de lo que denomino “la dimensión sociopolítica de la logoterapia”,
dentro de los cuales ubico el sentido de la responsabilidad y el sentido del
liderazgo personal y social”.
Nos resume
para nuestra comprensión: Palabras clave: Logopolítica, liderazgo,
responsabilidad, solidaridad, compromiso social, denuncia, servicio, desarrollo
personal y social, sentido de vida, constituyendo todo esto la dimensión sociopolítica
de la logoterapia. La globalización económica no reconoce personas ni naciones.
Individuos y países quedan disueltos en el mercado, socavando la identidad y la
dignidad de los hombres y de los pueblos. La logoterapia asume la función de
volver inaceptable toda forma de vida indigna del hombre libre.
Por todo
esto y mucho más debemos trabajar con grupos sociales para ayudar a superar
esos reduccionismos fundamentando nuestra actividad en los postulados de la
Logoterapia pero sin dejar de conocer y aplicar los mecanismos fundamentales de
la Dinámica Grupal de lo que hablaremos más adelante.
En un
trabajo que publiqué en la Revista de ALPE ASOCIACIÓN LATINOAMERICANA DE
PSICOTERAPIA EXISTENCIAL, hace algunos años, titulado LENGUAJE, HERMENÉUTICA Y PSICOTERAPIA
EXISTENCIAL, insistía que según Dilthey,
podemos, apenas, acercarnos al conocimiento del otro porque entendemos que la
existencia del consultante ha generado estructuras en su personalidad y en
nuestro intento de comprenderlo nos dirigimos a tratar de aprehender el sentido
de su vida y promover su autotrascendencia sin dejar de considerar que hay
estructuras políticas, de gobierno, de asistencia, etc. que no siempre
facilitan el cambio.
Este es un
concepto verdaderamente revolucionario y podemos decir hoy “subversivo” en la
medida que éste término significa Del lat. subversum, supino de subvertĕre
'subvertir'. Y para “subvertir” la RAE nos informa que se corresponde con el
hacer que algo deje de tener el orden habitual o característico, especialmente
en sentido moral o espiritual.
Marco di
Segni (Uruguay) nos aportó una aclaración importante: sub-verter es hacer
surgir algo desde abajo.
El carácter
conversacional del lenguaje está basado en prioridades de lo hablado sobre lo
escrito. Lo hablado descansa en la prioridad del verbum interius, de la palabra
interior. El esplendor total del lenguaje solamente se expresa en la
conversación. Com-versatio significa “volverse hacia el otro”, “ponerse frente
al otro”, estar “frente a frente”. Las proposiciones escritas nunca podrán
traducir la complejidad y riqueza de la conversación, sus significados y sus
relaciones con la cultura y las comunidades.
Sabemos y lo
expresamos así teóricamente que en el despliegue de la existencia mundana cada
hombre se enfrenta con la soledad de su proyecto, una tarea formidable que
intenta superar la angustia por la finitud de su propia empresa. Cada uno es
único e irrepetible frente a este proyecto. Y la tarea se presenta como una
lucha constante por sostener el sentido de vida.
Luis
Martín-Santos, insigne autor dentro del Existencialismo, termina su libro
“Libertad, temporalidad y transferencia en el psicoanálisis existencial”
diciéndonos: “Más allá de su neurosis, convertido de esclavo de su destino en
inventor de su proyecto, el hombre deviene un ser trascendente”. La enfermedad
en el plano existencial quedaría definida por un conflicto entre el proyecto
vital del sujeto y su estructura interna en una circunstancia dada.
Y nos dice
Frankl en El Hombre doliente, pág. 49: Pero si la humanidad quiere encontrar un
sentido que sea válido para todos, debe dar un nuevo paso. Después de haber
alcanzado, hace miles de años, el monoteísmo, la fe en un solo Dios, debe
llegar a creer en una sola humanidad. Hoy necesitamos más que nunca un MONANTROPISMO”.
Y pasa,
inmediatamente, a considerar el concepto de autotrascendencia, tema que nos
ocupa hoy en especial, diciéndonos: Cito a Frankl “Si el ser humano es un ser espiritual (que
trasciende por lo tanto la physis y la psykhe), el logos (sentido) es el
aspecto objetivo y la existencia el aspecto subjetivo de esa espiritualidad.
Pero ambos quedan salvados y unidos entre sí mediante la autotrascendencia
esencial del ser humano, que yo defino como la supertransferencia hacia algo a
hacia alguien, hacia un sentido por cumplir o hacia un semejante que sale al
encuentro; en todo caso, el ser humano es realmente humano en la medida en que
se disuelve en el servicio a una causa o en el amor a una persona; cabe afirmar
que el hombre es realmente él mismo, se realiza a sí mismo, en la medida en que
pasa por alto y se olvida de sí con la entrega a una misión o a un semejante”.
Vamos a
transferir este concepto de autotrascendencia a la actividad de los grupos
logoterapéuticos y afirmar que es necesario ampliarlo para llegar a la consideración de lo que he
denominado “autrascendencia recíproca”. Esto se lo hemos expresado al Dr.
Frankl personalmente en Caracas en el año 1985, en ocasión de una reunión
privada con colegas argentinos que habíamos viajado con él hasta Venezuela,
donde participó de un Congreso sobre familia y seguidamente otro Congreso de
Logoterapia. Escuchó atentamente y mientras yo le contaba mi quehacer en los
grupos dibujó unas caricaturas suyas, mía y del Dr. Acevedo que guardo como un
tesoro.
En los
grupos es posible elaborar y superar la frustración existencial y la carencia
de una voluntad de sentido, propias de nuestra sociedad de consumo y nuestro
vacío existencial, mediante la apelación y la cura de unos con otros. No llega
al “alta” en mis grupos logoterapéuticos quien realizó más cantidad de
“catarsis” o ha contado más episodios de su vida sino aquel que ha contribuido
de forma permanente en la ayuda a sus compañeros. Y cuando alcanza el
reconocimiento grupal de esa calidad de participación. Son los otros los que,
fundamentalmente, deciden sobre el alta. Por supuesto que contando con la
opinión del Logoterapeuta.
Entonces,
podemos decir ahora, de acuerdo a nuestra propuesta que
La “autrascendencia
recíproca” entre dos o más personas (comunidad) es de mayor valor que la autotrascendencia
de una sola persona hacia el mundo de las cosas, de las tareas o el servicio de
los otros. La autotrascendencia personal prepara la recíproca y ambas se
complementan y potencializan.
Debemos
estar dispuestos a crear grupos que respondan a la naturaleza espiritual del
ser humano, que potencien sus mejores recursos autotrascendentes y que los
integrantes se desplieguen en una dinámica de ayuda mutua.
Uno de los
instrumentos fundamentales para sostener esta autotrascendencia recíproca en
los grupos es la comunicación.
Recordar dos
afirmaciones fundamentales en cuanto a teorías comunicacionales que, según la
importante escuela de la comunicación social de Palo Alto con Paul Watzlawick y
Gregory Bateson entre sus miembros, son: LOS GRUPOS SON INEVITABLES Y NO
PODEMOS NO COMUNICARNOS.
Pertenecemos
a varios grupos simultáneamente y nuestra comunicación en ellos depende del
contexto, momento y características de lugar, características que influyen en
la manera en la que las personas se comportan. Es decir, reaccionamos de manera
diferente según el lugar donde estemos, según las personas con las que nos
comunicamos y el tipo de acontecimiento, lo que esté ocurriendo en ese momento
y la ideología subyacente.
Tener en cuenta
que cuando nos proponemos sostener esa autrascendencia recíproca es necesario
iniciarla con un compromiso público entre los miembros participantes.
Que deseamos
transmitir con esto:
En los
grupos superficiales, éste por ejemplo, esta alianza es poco duradera y no
alcanza para la relación de verdadero encuentro y trascendencia. Aunque por
nuestro compromiso con la Logoterapia estemos “casi” al alcance de esas
condiciones.
Grupos
superficiales son los de una excursión, un encuentro de fiesta o diversión e
incluso un encuentro de pura atracción sexual. La alianza superficial deberá
culminar en un compromiso público si la excursión se transforma luego en un
grupo de amigos. En el caso de un encuentro sexual el compromiso público se
plasma en el amor de pareja o matrimonial.
El
compromiso da lugar a una relación con sentido transpersonal. Supone confianza,
fidelidad y esperanza. Es capaz de iluminar y animar en los momentos difíciles.
Ese grupo comprometido tiene ejemplos generales en la familia, en las comunidades
religiosas, en algunos equipos de trabajo, en ciertos grupos de amigos y,
ciertamente, en los grupos logoterapéuticos.
Formamos una
comunidad científica muy especial, que basa su trabajo en la consideración del
hombre como un ser bio-psico-social-espiritual, libre y responsable, con la
posibilidad de transitar en un mundo en el que reconoce su pasado como
importante y su presente como necesariamente inestable, proyectando todo esto a
un futuro en el que encontrará la muerte y la trascendencia.
Pertenecemos
a una comunidad científica en la que estamos abiertos a todos los aportes que
signifiquen un avance en nuestro propósito principal de asistencia al otro en
el logro del sentido. Seguimos a Frankl en dos vertientes importantes: su
doctrina y su postura en cuanto a la “degurificación” de la Logoterapia.
Tanto en la
actividad clínica como en las actuaciones institucionales el Logoterapeuta debe
ser conciente y lograr que también lo sea su consultante que, en estos momentos
de la sociedad en la que vivimos con claros síntomas de crisis social, la vida
del hombre común de la calle y la del que sufre pérdidas, carencias, angustias
o discriminación, debe seguir teniendo sentido “a pesar de todo”.
Me gustaría
llamar la atención sobre un tema importante: La actividad clínica se realiza
únicamente por profesionales formados en lo que denominamos “conocimiento de la
psicopatología” y fundamentalmente esa actividad le pertenece a psicólogos,
médicos o psiquiatras. En las actuaciones en instituciones, comunidades
sociales, religiosas, filosóficas o políticas puede ser encarada la transmisión
de la LOGO-ACTITUD por personas que han adquirido formación específica en los
fundamentos de la Logoterapia en cursos, conferencias o seminarios. En estrictu
sensum lo que transmiten esas instituciones no es Logoterapia como sinónimo de
psicoterapia frankleana. Deberíamos llamarlos GRUPOS DE LOGO-ACTITUD
Los
instrumentos fundamentales para sostener esta autotrascendencia recíproca son
la comunicación, el reconocimiento mutuo, la afirmación de la identidad
personal y comunitaria, la autenticidad, la apelación y la cura.
Cada uno de
estos conceptos merece un conversatorio como el actual, en especial, a ellos
dedicado.
En su libro
“Psicoterapia y humanismo” en el que dedica todo un capítulo a lo que denominó
“la crítica del puro encuentro” Frankl nos dice que “El grupo de encuentro adecuadamente
concebido no sólo favorece la autoexpresión de sus miembros, sino que
promociona también su autotrascendencia”, (op. cit. pág. 88)
Podemos leer
sobre antecedentes de esta consideración de Frankl de los grupos de encuentro
en cartas entre Elisabeth Lukas y Fabry en el libro “TRAS LAS HUELLAS DEL
LOGOS” o releer el libro de Paco Bretones “LA LOGOTERAPIA ES OBVIA”
Podemos, a
esta altura de nuestra presentación, citar a algunos autores reconocidos.
Por ejemplo,
Alfred Längle citando nuestro tema principal
en su libro “Viktor Frankl. Una biografía” (pág. 77) dice: “En la vida de
Frankl fue una divisa personal el deseo de consagrarse a otros, el llegar a ser
él mismo viviendo por completo para otros. Esa idea directriz se convertiría
más tarde, bajo el concepto de autotrascendencia, en un componente esencial de
la logoterapia. Frankl ostentaba siempre esta divisa, no sólo como médico.
También era el ideal que regía en sus conferencias”.
El mismo
Längle cita un encuentro entre Heidegger y Frankl. Nos dice que hablaron en
primer término de la temporalidad de la existencia y del estar-en-el-mundo de
los hombres. Al final Heidegger dijo: “Si no le entiendo mal, señor Frankl, lo
que usted expresa con su concepto de “autotrascendencia” es incidentalmente el
mismo que expreso yo con el mío de “estar-en-el-mundo”.
Entre los
argentinos, el Dr. Juan Alberto Etcheverry, en su libro Viktor Frankl y la Logoterapia.
(Etcheverry, 1990) nos relata cantidad de información sobre los viajes de
Frankl a América, y nos dice: “La dimensión espiritual está lejos de ser bien
representada como una esencia puntual. Frankl habla del “eje de la persona”. Es
un vector cuyo cuerpo indica dirección u orientación en lo profundo de la
persona (haciendo la salvedad de que no estamos hablando precisamente de
ubicaciones topológicas) y cuya punta de flecha indica sentido (hacia la
autotrascendencia). Se habla de autotrascendencia en cuanto pertenece a la
esencia del hombre el ir hacia más allá de sí mismo”. (Etcheverry, 1990 pág.
49).
Otro
filósofo argentino, Nolberto Espinosa trata, en su libro “La concepción de la
conciencia en la logoterapia de V. Frankl” (1990, pg. 65 y sig.), el tema de la
autotrascendencia relacionándolo con las teorías de Heidegger y Nietzche,
especialmente en cuanto a los conceptos de existencia y libertad.
El
pensamiento médico-antropológico de Frankl es objeto de un pormenorizado
análisis crítico realizado por el médico argentino Mario Caponnetto.(Caponnetto,
M. 1995, Viktor Frankl: una antropología médica, págs.. 226 y sigs.). Opina
Caponnetto que era necesario dotar de nuevas armas a la Psicología y resalta
que Frankl la dotó de una fuerza y altura nuevas al incorporar los conceptos de
autotrascendencia, el autodesprendimiento y el olvido de sí mismo, citando el libro
de Frankl “Ante el vacío existencial” (Frankl, 1984 pág. 17) con conceptos que
nosotros hemos mencionado anteriormente.
Si a esta
altura de nuestra presentación aún quedaran dudas sobre la importancia del
concepto de autotrascendencia para la labor grupal en el campo de la Psicología
no cabe más que recurrir al libro del Dr. Francisco Bretones, Paco para muchos
de nosotros, quien nos dejó una intensa vida de compromiso con la logoterapia,
con su comunidad y con el común de la gente a través de sus aportes,
especialmente en el libro “La Logoterapia es obvia” (Bretones, 1995). Allí
encontramos un importante capítulo destinado a tratar el tema de los “Grupos de
reflexión para la autotrascendencia”, como el los llamara y testimonios
importantes de los protagonistas de la “obviedad de la Logoterapia”. En un párrafo de ese libro (pág 95 nos dice:
“El grupo de reflexión para la autotrascendencia, sin pretenderlo, practica una
de las técnicas para vencer o enfrentar las obsesiones, las depresiones y todo
tipo de conflicto que nos encierra dentro de nosotros mismos. La desreflexión
(s.i.c.) nos libera del ensimismamiento, que está presente, en mayor o menor
escala, en casi todos los conflictos psicológicos”
En la
Argentina somos muchos los que podemos comentar lo que Frankl opinaba sobre la
autotrascendencia. Esto es así porque asistimos, entusiasmados y atentos, a sus
conferencias dictadas en Buenos Aires en el mes de abril de 1985. Precisamente
la segunda de ellas la tituló “Autotrascendencia de la existencia humana”. Ésta
y otras dos conferencias pueden leerse en el opúsculo que se publicara bajo la
dirección de Juan Alberto Etcheverry (Etcheverry, 1991). En la conferencia que
citamos nos habló acerca de la juventud y su relación con el pasado, del
Síndrome del Taxi y por supuesto de nuestro tema de referencia. Su estilo en la
conferencia nos queda grabado en nuestro recuerdo de sus brillantes 80 años de
entonces que son por los que transitamos nosotros ahora.
Para ir
concluyendo con mi presentación, que se alarga en cada detalle porque el tema
es más profundo que lo que yo puedo abarcar, les dejo una regla nemotécnica que
siempre nos permitirá tener presente las bases doctrinales para nuestra tarea
como Analistas Existenciales y Logoterapeutas.
P_E_R_LI_CU_T_E
El ser
humano es posibilidad, elección, responsabilidad, libertad, cura, temporalidad
y espacialidad.
P_E_R_LI_CU_T_E
Y para
tratar cada uno de estos conceptos ya tenemos temas para otros encuentros.
Y también en
cualquier otro momento organizaremos algo para explicar lo que mencionamos como Instrumentos fundamentales en la aplicación
de la Logoterapia Grupal.
• La
apelación.
• El
encuentro.
• El
auto-distanciamiento
• La
esperanza.
• Empatía
y asertividad.
Y también
sobre las técnicas, siempre al servicio del otro.
• La
formación de los grupos
• Apertura
y cierre
• Ejercicios
de participación grupal
1. Culpa
2. Posibilidad
3. Libertad
4. Responsabilidad
5. Cura
6. Espacialidad
7. Temporalidad
Muchas
gracias.
Posteriormente
a la presentación los asistentes tuvieron oportunidad de hacer preguntas al
disertante, estableciéndose un diálogo fecundo en el que tuvo mucha
participación el Dr. Roberto Mucci.
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