Dr. Frankl y Dr. Martínez-Romero en Caracas 1985

miércoles, 25 de mayo de 2016

MEDIACIÓN INTERCULTURAL: NOTAS Y DEFINICIONES SOBRE CONCEPTOS UTILIZADOS EN ESTA DISCIPLINA.

(Dr. José Martínez-Romero Gandos – A Coruña – 2016.)

    En el mundo globalizado y globalizante de comienzos de este siglo XXI se han incrementado los movimientos migratorios y padecemos conflictos bélicos que han desplazado a millones de personas que huyen de la guerra buscando refugio, alimento y paz.
    Son varias las disciplinas científicas que se ocupan de esta población, de sus conflictos y sus necesidades. La Sociología, la Medicina, la Psicología, el Derecho y la Asistencia Social son las indicadas para colaborar con las instituciones que son las que debieran liderar los procesos de resolución de conflictos y la búsqueda del equilibro social con respecto a estas personas.   
    La mediación tiende a facilitar la comunicación y la comprensión de personas de cultura diferente, a disolver los obstáculos, malentendidos o desconocimiento en la relación entre los agentes sociales (Administración, educación, sanidad, O.N.Gs.) y los colectivos minoritarios.
     Estas dificultades son inherentes a la interacción social de estos colectivos, principalmente provocada por las diferencias lingüísticas, sistemas de códigos y valores culturales y la incomprensión o desconocimiento de las acciones adecuadas.La mediación interviene en la resolución de conflictos de valores y normas de coexistencia entre las personas que se integran a la comunidad y la sociedad de acogida, evitando los procesos de aculturación, alienación o desajustes.
      La mediación es una práctica cada día más usada en los servicios e instituciones de la Administración y las ONGs. La intervención de terceros entre partes etnoculturalmente diferenciadas lleva muchos años allí donde se relacionan personas o grupos con idiomas, creencias, costumbres, códigos culturales o leyes diferentes. Se ubica en un espacio de trabajo y un marco de intervención social. Aunque el contexto de intervención sea similar, distinguimos su función de la de otros sectores de la acción social (animación sociocultural, trabajo social, defensa de los intereses comunitarios).
     Los servicios de los Mediadores Interculturales se prestan en: la sanidad pública, la Educación, en las relaciones con las Autoridades (locales, autonómicas o nacionales), en las relaciones comunitarias o en la cultura de origen.
    En todos estos ámbitos la figura del mediador facilita la creación de puentes y enlaces entre los recién llegados, su familia y la cultura de acogida. No se limita su actuación a la interpretación lingüística y necesita de muy buena formación para que la experiencia no sea contraproducente.
    La actuación de los profesionales se dirige a la asistencia de personas “carentes”. Los usuarios de los servicios de los mediadores interculturales consideran que padecen determinados niveles de exclusión social (desigualdad de condiciones de vida, barreras lingüísticas, culturales, administrativas).      
     La  asimetría de poder y las desigualdades que existen entre mayoría y minoría presiden y condicionan las relaciones entre los los grupos culturales en conflicto (etnocentrísmo, identidades étnicas) que no permiten la reciprocidad y el intercambio entre iguales, indispensables para poder negociar y llegar a acuerdos.
    En   resumen, la figura del Mediador Intercultural está referida a actuar de enlace en las situaciones en las que hay dificultad para la comunicación. Es una intervención destinada a poner de acuerdo, conciliar o reconciliar a personas y/o partes. Si el proceso se lleva a cabo con las consideraciones técnicas debidas se genera un proceso creador que posibilita el cambio del proceso inicial mediante un dinamismo activo.
    Los profesionales dedicados a este tipo de tareas utilizan un vocabulario y definiciones del proceso y su actuación que ponemos a disposición de los lectores en una especie de “pequeño diccionario de la actividad mediadora”.

Aculturación: Término procedente de la Antropología Cultural adoptado por no pocos sociólogos para significar el proceso de asimilación o adaptación de un grupo o individuo respecto de otra cultura con la que toma contacto. La aculturación supone dos momentos: el momento de contacto de dos ámbitos o dos mundos culturales diferenciados y un segundo momento que es el proceso de la incorporación; ésta puede tener dos formas: a) la incorporación sin modificaciones de los elementos de la otra cultura (asimilación), y b) la adaptación de dichos elementos a la propia cultura.
El término se utiliza también como sinónimo de endoculturación  es decir, la adopción por parte de jóvenes generaciones de elementos culturales de generaciones precedentes.
El uso de uno u otro término  (adaptación o asimilación) no siempre es usado de igual forma por diferentes paradigmas científicos.

Adaptación. Estado en el que el sujeto establece una relación de equilibrio y carente de conflictos con su ambiente social.
Adaptación: Síndrome general. Conjunto de síntomas físicos y psíquicos de carácter negativo que aparecen cuando el sujeto debe enfrentarse a una novedad.
Afecto. Patrón de comportamientos observables que es la expresión de sentimientos (emoción) experimentados subjetivamente. Tristeza, alegría y cólera son ejemplos usuales de afecto. Es muy variable su expresión entre culturas diferentes así como en cada una de ellas.
Ambivalencia. Conflicto motivacional, que se produce cuando el sujeto es simultáneamente atraído y repelido por la misma meta o deseo.
Arraigo: la radical sociabilidad del ser humano lo lleva a agruparse, agrupación que supone el uso compartido de un mismo espacio.
Si bien este habitar del hombre se da en un espacio físico o territorial dado, tal como sucede en el mundo animal, también es – en tanto fenómeno humano – un hecho socio-histórico y cultural; el ámbito espacial que le sirve de base o soporte se ve, así, “socializado” y “culturalizado”.
Dado que individuo, sociedad y cultura – conjuntamente con el espacio – constituyen factores inextricablemente unidos, el arraigo ofrece una pluridimensionalidad emergente de dichos condicionantes.
Arraigo social es el grado de adscripción y el sentido de pertenencia por parte del habitante a distintos grupos, en especial aquellos en los que el indiviudo se siente alta e íntimamente involucrado. Dependiendo de dicho arraigo observaremos la existencia de estructuras participativas, tanto a nivel de la comunidad local como de la sociedad global.
Arraigo cultural consiste en la vigencia y vivencia, por parte del habitante, del marco normativo-axiológico que especifica esa determinada sociedad histórica.
Atribución. En Psicología social, tendencia a inferir las motivaciones, rasgos, intenciones y capacidades de otras personas basándonos en la observación de su conducta. Una tendencia más o menos automática de buscar explicaciones para las acciones ajenas.
Autoafirmación. Característica de la conducta que se singulariza por un comportamiento social positivo, que apunta a defender un derecho a alcanzar una meta.
Autorrealización. Tendencia innata a desarrollar al máximo los propios talentos y potenciales, que contribuyen a obtener un sentimiento de satisfacción hacia uno mismo por parte del individuo.
Autosugestión. Proceso generalmente inconsciente, por el que el sujeto se convence a sí mismo de algo.
Auto-observación. Mecanismo en que el individuo reflexiona sobre sus propios pensamientos, sentimientos, motivaciones y comportamientos, y actúa de acuerdo con ellos.
Beneficio primario, secundario. Ventaja o provecho que el sujeto puede sacar de un estado patológico. El primero consiste en la disminución de una tensión interna o en la recuperación de la ternura o la atención del otro. El secundario es más completo; una vez alertado el síntoma, el enfermo no ve el interés que supondría curarse: la curación le plantearía problemas más angustiosos que su enfermedad.
Compensación. Mecanismo psicológico inconsciente mediante el cual el sujeto intenta contrarrestar su inferioridad real o imaginaria.
Complejo de inferioridad. Complejo por el que un sujeto se siente constantemente inferior a los demás, aunque no exista causa alguna que justifique este sentimiento continuo.
Conciencia. Estructura de la personalidad en que los fenómenos psíquicos son plenamente percibidos y comprendidos por la persona.
Conducta neurótica. Comportamiento inadaptado carente de flexibilidad, que aparece asociado con uno o más de los siguientes atributos: angustia excesiva, conflictos emocionales, temores irracionales, afecciones somáticas que carecen de base orgánica y tendencia a evitar ciertas situaciones provocadas de tensión, en vez de hacerles frente de manera eficaz.

Conducta social. Cualquier conducta en que exista interacción entre dos o más seres humanos.
Conflicto. Presencia contemporánea, en la misma persona, de dos motivaciones de carácter opuesto pero de igual intensidad.
Crisis de angustia. Consiste en la aparición repentina de la ansiedad en su máxima intensidad. La típica crisis se presenta generalmente de modo repentino, sin síntomas previos de aviso. Se acompaña de síntomas corporales de pánico: taquicardia, palpitaciones, respiración acelerada, sensación de ahogo o falta de aliento, náuseas o molestias abdominales, mareo, desmayo o aturdimiento, palidez, manos y pies fríos, sensación de opresión precordial que en ocasiones llega a ser dolor precordial, sudoración, parestesias (sensación de entumecimiento u hormigueo), miedo a perder el control o "volverse loco" y miedo a morir.
Culpa, sentimiento de. Experiencia dolorosa que deriva de la sensación más o menos consciente de haber transgredido las normas éticas personales o sociales.
Desarrollo psicosocial. Crecimiento de la personalidad de un sujeto en relación con los demás y en su condición de miembro de una sociedad, desde la infancia y a lo largo de su vida.
Efecto de halo. Tendencia de un observador a efectuar una evaluación tendenciosa (ya sea positiva o negativa) de otra persona basándose en características de ésta que, si bien son notorias, carecen de pertinencia respecto de lo que debe evaluar.
Empatía. Estado mental en el que un sujeto se identifica con otro grupo o persona, compartiendo el mismo estado de ánimo.
Espacio vital. Espacio físico y psíquico que todo ser vivo precisa para su normal desarrollo.
Estereotipo; vinculado estrechamente con el concepto de prejuicio, el estereotipo consiste en una idea o visión – extendida y arraigada- no crítica respecto de un fenómeno, categoría social, grupo o institución social. El estereotipo dificulta una comunicación auténtica entre individuos pertenecientes a grupos disímiles al generar expectativas de conducta generalmente negativas respecto del alter (otro)
Estresante psicosocial. Cualquier acontecimiento o cambio vital que pueda asociarse temporalmente (y quizá causalmente) al inicio, ocurrencia o exacerbación de un trastorno mental.
Estereotipo. En psicología social se llama estereotipo a un conjunto fijo de atributos que el observador de un grupo determinado adjudica a todos sus integrantes.
Fantasía. Libre actividad del pensamiento por la cual premisas y conclusiones pueden ignorar la realidad. También mecanismo de defensa por el que las imágenes mentales inventadas producen satisfacciones sustitutivas irreales.
Frustración. Situación en la que se halla el sujeto cuando encuentra un obstáculo que no le permite satisfacer un deseo o alcanzar una meta.
Hábito. Tendencia a actuar de una manera mecánica, especialmente cuando el hábito se ha adquirido por ejercicio o experiencia. Se caracteriza por estar muy arraigado y porque puede ejecutarse de forma automática.
Idealización. El individuo se enfrenta a conflictos emocionales y amenazas de origen interno o externo atribuyendo cualidades exageradamente positivas a los demás.
Identificación. Mecanismo psíquico inconsciente que induce a un sujeto a comportarse, pensar y sentir como otro que actúa como su modelo.
Inadaptación social. Estado en el que el sujeto establece unas relaciones conflictivas con su entorno social.
Intuición. Forma de conocimiento directo caracterizada por la inmediatez y la contemporaneidad.
 Logoterapia. Es una clase de psicoterapia destinada a ayudar a la persona con problemas a redescubrir el sentido de su vida, que ha perdido. Su creador fue el Psiquiatra vienés Víctor E. Frankl y en España hay una gran y desconocida lisgta de discípulos suyos.
Mecanismo de defensa. Proceso psicológico automático que protege al individuo de la ansiedad y de la conciencia de amenazas o peligros externos o internos. Los mecanismos de defensa mediatizan la reacción del individuo ante los conflictos emocionales y ante las amenazas externas. Algunos mecanismos de defensa (p. ej., proyección, dicotomización, y "acting out") son casi siempre desadaptativos. Otros, como la supresión y la negación, pueden ser desadaptativos o adaptativos en función de su gravedad, inflexibilidad y el contexto en el que ocurran.
Negación. Mecanismo de defensa por el que se rechazan aquellos aspectos de la realidad que se consideran desagradables. El individuo se enfrenta a conflictos emocionales y amenazas de origen interno o extemo negándose a reconocer algunos aspectos dolorosos de la realidad externa o de las experiencias subjetivas que son manifiestos para los demás.
Nivel de aspiración. Meta que el sujeto se establece a sí mismo al realizar una tarea determinada.
Odio. Emoción reactiva frente a una persona o una vivencia que hiere o amenaza.
Olvido. Incapacidad del individuo para rememorar un fragmento de información que está seguro que existe en su memoria.
Omnipotencia. El individuo se enfrenta a conflictos emocionales y amenazas de origen interno o externo pensando o actuando como si dispusiera de poderes o capacidades especiales y fuera superior a los demás.
Pensamiento mágico. Creencia errónea de que los propios pensamientos, palabras o actos causarán o evitarán un hecho concreto de un modo que desafía las leyes de causa y efecto comúnmente aceptadas. El pensamiento mágico puede formar parte del desarrollo normal del niño.
Personalidad. Estructura psíquica de cada individuo, la forma como se revela por su modo de pensar y expresarse, en sus actitudes e intereses y en sus actos. Son patrones duraderos de percibir, relacionarse y pensar acerca del ambiente y de uno mismo. Los rasgos de personalidad son aspectos prominentes que se manifiestan en una amplia gama de contextos sociales y personales importantes. Los rasgos de personalidad sólo constituyen un trastorno de personalidad cuando son inflexibles y desadaptativos y provocan malestar subjetivo o déficit funcional significativo.
Personalidad autoritaria. El individuo con personalidad autoritaria presenta habitualmente los siguientes rasgos: obediencia ciega a la autoridad, cumplimiento estricto de normas rígidas, expectativa de lealtad incondicional por parte de sus subordinados, hostilidad frente a los miembros de otros grupos y admiración hacia los poderosos.
Proyección. Mecanismo de defensa que el individuo se enfrenta a conflictos emocionales y amenazas de origen interno o externo atribuyendo incorrectamente a los demás sentimientos, impulsos o pensamientos propios que le resultan inaceptables. Consiste en proyectar cualidades, deseos o sentimientos que producen ansiedad fuera de sí mismo, dirigiéndolos hacia algo o alguien a quien se atribuyen totalmente.
Prejuicio. Actitud, creencia u opinión que no se basa en una información o experiencia suficiente como para alcanzar una conclusión rotunda. Literalmente se define como un "juicio previo". Actitud en virtud de la cual un individuo manifiesta, explícita o implícitamente, algún tipo de hostilidad o rechazo hacia otro individuo, grupo o categoría social por poseer determinados atributos o características más o menos comprobables (etnia, religión, discapacidad, género, etc).
El prejuicio genera distancia social, dificultando gravemente la comunicación dado que el sujeto no importa como persona potencialmente valiosa en sí misma sino que se la encasilla dentro de un determinado estereotipo (negro, latinoamericano, judío, árabe, católico, rumano, etc.) El prejuicio deviene discriminación cuando estos estereotipos se trasladan a nivel de sociedad global, emergiendo obstáculos estructurales en determinados grupos o individuos de cara a la obtención de bienes sociales. (prestigio, poder, respeto).
Si bien el prejuicio supone por lo general una carga negativa, también puede dar el prejuicio positivo en tanto actitud de simpatía hacia tipos de individuos o grupos determinados.
Otras veces el prejuicio obedece a ciertas expectativas de rol (por ejemplo, el funcionario público o burocrático). Es muy difícil excluir el prejuicio de las relaciones interpersonales dada su función de mecanismo de defensa psicológico, en tanto actitud a-crítica y apriorística individual (sin ninguna fundamentación y tomado como primordial por quien lo practica).
Además, ante una realidad social compleja y cambiante, que exige respuestas cada vez más rápidas, las categorizaciones y representaciones de la realidad  que ofrecen los prejuiciosos ordenan, de manera sencilla y grosera dicha realidad, aunque a un coste elevado que corresponde a la pérdida de profundidad en las relaciones sociales y en la comprensión del “otro”.
El prejuicio, al igual que todo estereotipo, implica un serio obstáculo a la libertad y a los derechos del otro.
Rol. En psicología social se considera que el rol es la personalidad pública de cada individuo, vale decir, el papel más o menos predecible que asume con el objeto de amoldarse a la sociedad de la que forma parte.
Síndrome. Agrupación de signos y síntomas basada en su frecuente coocurrencia, que puede sugerir una patogenia, una evolución, unos antecedentes familiares o una selección terapéutica comunes.
Socialización. Proceso por el que un individuo desarrolla aquellas cualidades esenciales para su plena afirmación en la sociedad en la que vive.
Sublimación. Forma de desplazamiento en el que la energía se desvía hacia un objeto que tiene unos valores ideales. El individuo se enfrenta a conflictos emocionales y amenazas de origen interno o externo canalizando sentimientos o impulsos potencialmente desadaptativos en comportamientos socialmente aceptables (p. ej., deportes de contacto para canalizar impulsos agresivos).
Supresión. Mecanismo de defensa en que el individuo se enfrenta a conflictos emocionales y amenazas de origen interno o externo evitando intencionadamente pensar en problemas, deseos, sentimientos o experiencias que le producen malestar.
Trastorno de la personalidad. Es un tipo de trastorno conductual que se caracteriza por provocar considerables problemas para la adaptación social. La persona que padece el trastorno de personalidad no siempre ni forzosamente se siente perturbada, pero en cambio los demás a menudo la consideran perturbadora o molesta.
Voluntad de sentido. Según Viktor Frankl, la voluntad de sentido es el impulso innato a encontrar un significado y propósito en la propia vida.
Xenofobia. Fobia a las personas desconocidas.
       Para terminar, permítanme ilustrar este artículo con dibujos del genial Quino que hablan por sí mismos.

Bibliografía:
(1992) CIE 10, Trastornos mentales y del comportamiento. Descripciones clínicas y pautas para el diagnóstico.  Organización Mundial de la Salud. Madrid. Mediator.

(1997) Bruno, F. J. Diccionario de términos psicológicos fundamentales. Barcelona. Paidós Studio.

(1997) DSM-IV, Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. APA. Barcelona. Masson.

(1997) Martínez-Romero Gandos, José "Sentido de vida, trabajo y desempleo", En Revista "Logo: teoría, terapia, actitud", año 12, nº 25, nov. 1997, p. 38-41.
(2001) Brie, Roberto J. y  del Acebo Ibáñez – Diccionario de sociología, Editorial Claridad, Buenos 
Aires,
  
(2003) Martínez-Romero Gandos, José  “Logoterapia y procesos migratorios en España”, publicado en Nous, Boletin de Logoterapia e Análisis Existencial, Asociación Española de Logoterapia, Madrid, Boletín Nº 7 – Otoño 2003  I.S.S.N. 1575-488X. 

(2003) Martínez-Romero Gandos, José“Psicodiagnóstico de una Persona migrante: aporte de la Logoterapia. Trabajo presentado en las VII Jornadas-Encuentro de la Asociación Española de Logoterapia, 4 y 5 de octubre de 2003, Madrid, Spain.

 (2004) Martínez-Romero Gandos, José “Emigración de retorno a Galicia. Identidad cultural de hijos y nietos”, publicado por la Asociación Galega de Saúde Mental, Ourense, Galicia, en el marco de las XIV Xornadas de Psiquiatría, Psicoanalise e Literatura, 24 de abril de 2004. . I.S.B.N.: 84-931678-8-6 (D.L.: OU/229/2004)


(2006) Martínez-Romero Gandos, José “La acción grupal en la Mediación Intercultural”, en: Formación, profesionalización y acción en Mediación Intercultural”, Laura Oso y Pablo Montero Souto, coordinadores. Manuais Nº 24, Servicio de Publicacións, Universidade da Coruña, junio 2006, ISBN 84-9749-204-8 Versión en CD.