Dr. Frankl y Dr. Martínez-Romero en Caracas 1985

jueves, 25 de marzo de 2021

INTERESANTE E INSÓLITA ENTREVISTA REALIZADA AL DR. VIKTOR E. FRANKL EN 1958

 La investigación sobre publicaciones relacionadas con los trabajos que tenemos en elaboración siempre da frutos y nos concede algunas perlas valiosas que aportan a nuestro conocimiento pero que también nos alegran el espíritu. Buscando referencias sobre comunicación para fundamentar mi próximo libro sobre Logoterapia Grupal encontré esta interesante entrevista realizada por Del Arco para el periódico La Vanguardia Española y publicada el jueves 4 de septiembre de 1958.

El entrevistador, quien también realiza la caricatura de Frankl para la publicación, juega con las preguntas a boca de jarro, incisivas. Frankl responde con soltura y corrección, con el sentido del humor austríaco que lo caracterizaba. No creo que haya entendido el final por ser una referencia muy local sobre la lotería española. La sección del periódico se llamaba MANO A MANO.

El Dr. Frankl había concurrido en esos días al IV Congreso Internacional de Psicoterapia que se realizó en Madrid y al que concurrieron eminentes personalidades de la psiquiatría del momento. El Congreso estaba presidido por el Dr. Sarró (eximio prologuista del libro sobre Personalidad de P. Lersch).

El periódico mencionado, en su edición del sábado 6 de septiembre de 1958 reseña la conferencia que pronunciara Frankl en ese Congreso, mencionando la gran cantidad de público asistente que premió al conferencista con un largo aplauso.

Destaca el comentarista que el Dr. Frankl dijo en esa Conferencia: “El psicoterapeuta no debe tener un concepto técnico, sino una concepción del hombre. Estamos a los albores de una psicoterapia humanizada y hemos dejado atrás una concepción del hombre como máquina”

Frankl tenía en ese momento 53 años.

Reproducimos la entrevista pues en el escáner del periódico no se puede leer bien.

 


VIKTOR E. FRANKL

Viktor E. Frankl, profesor de psiquiatría en la Universidad de Viena, presidente de la Sociedad Austríaca de Psicoterapia.

—Y —añade él— escalador, caricaturista y compositor de tangos.

—¿Y además sucesor de Freud? — pregunto yo.

—Freud no tenía una clínica. Ni Freud ni yo tenemos cátedra; somos

profesores independientes.

—¿No tiene usted discípulos?

—Todo el anfiteatro.

—¿Y clientes? Usted es médico.

—Irregularmente; no tengo interés en ganar dinero, ni tiempo para ganarlo.

Le contaré una cosa: una Universidad norteamericana me ofreció nueve mil

dólares por tres meses. Y yo me pregunté: «¿Si tuviera nueve mii dólares,

en qué los invertiría»? Y me contesté: «En comprar tiempo para poder trabajar»; si tengo tres meses no los vendo por nueve mil dólares.

Antes de seguir adelante diré que i Viktor £. Frankl, es el creador de la

Logoterapia y autor de varios libros, ! entre ellos «Psicoanálisis y existencialismo», traducido a seis lenguas. Frente a mí, está bien dispuesto al diálogo

 —¿Cree en el hombre? — digo,

—También creo en los hombres — matiza.

—¿Cree en usted?

—Creo en mis resultados y, por lo tanto debo creer en mi capacidad de crear, y lo primero que creo en mí es en el sentido que he dado a mi vida

— ¿Cuál es su objetivo?

-Que el psicoterapeuta llegue a ser consciente de que el hombre es un ser

esencialmente espiritual, que no es un producto de reflejos y mecanismos; que es un sujeto y no un objeto.

—Esto ya lo descubrimos hace siglos.

—Pero durante los últimos cincuenta años se había olvidado completamente, y los mejores científicos habían protestado de este olvido,

—¿Quién tuvo la culpa?

—El espíritu de nuestro tiempo. La psicoterapia mecanicista fue un síntoma; el nihilismo dice que el hombre no tiene un último sentido, como un agregado de materia. Y el peligro está en que la psicoterapia sirva al nihilismo, en vez de combatirlo.

-¿Cuál es su punta de partida?

—No admito el «homunculismo», que es creer que el hombre es un producto de la herencia y del medio ambiente; yo creo que el hombre es libre de crearse a sí mismo, dentro de los límites de su constitución y su ambiente.

—¿Usted es así, como es, porqué quiere ser así?

—Yo soy un metro sesenta y cuatro y no un metro ochenta y cuatro; pero lo

que es mi creación, sí, hago libros, en vez de ganar dinero. El hombre puede cumplir el sentido de su vida, no olvidarlo; en esto consiste la libertad. Todos los hombres tienen un sentido de su vida; si éste se cumple, queda la vida satisfecha; sino, queda incumplida para la eternidad, porque su sentido propio es único en el cosmos.

—¿Viktor E. Frankl no hay más que usted?

—Esto no es Interesante; lo esencial consiste en que si Frankl no escribe sus libros, nadie los escribirá; otros escribirán otros libros, mucho mejores, pero sólo yo puedo escribir mis libros.

—¿Y quién asegura que usted ha acertado en su camino?

—Existe una sola instancia que puede decirlo: mi conciencia moral.

—¿Y quién me asegura que usted me es útil en su camino, y no en otro?

—El hombre es un ser limitado y nunca puede dar un concepto absoluto.

—¿Cuál es su fórmula de vida?

—La soñé una noche hace doce años y al despertar la escribí: «Vive como

si fuera por segunda vez; y como si la primera vez lo hubieras hecho tan mal como lo vas a hacer. Todavía tienes la oportunidad de rectificar.

—Entonces cada acto de nuestra vida podemos mejorarlo; en este diálogo

mismo, ¿qué rectificaría?

—Una página de la vida, no es toda la vida. El perfeccionismo es un impedimento de la perfección.

—Usted, ¿cómo es?IV Co

—Espero ser imperfecto; si fuera perfecto no tendría, misión que cumplir; el

hombre debe aspirar a ser perfecto, pero debe saber que nunca lo será.

Goethe dijo: «Debo querer lo absolutamente mejor, si quiero conseguir 1o

bueno relativo».

—Ir por el «gordo» y caernos la “pedrea”; sin Freud, ni psicoterapia.

DEL ARCO

martes, 16 de marzo de 2021

PSICOTERAPIA EXISTENCIAL ON-LINE

 


martes, 9 de marzo de 2021

LA LOGOTERAPIA COMO PROMOTORA DE LA TRASCENDENCIA RECÍPROCA EN LOS GRUPOS.

 


Presentamos en nuestro blog Logoterapia: Encontrar sentido a la vida el texto del Conversatorio realizado el domingo 7 de marzo de 2021 en el marco del 5º Encuentro Internacional de Actualización en Logoterapia y Análisis Existencial, organizado por el CENTRO BONAERENSE DE LOGOTERAPIA de Argentina, que contó con la presencia vía Zoom de colegas y amigos y la participación del Dr. José Martínez-Romero Gandos, desde Galicia - España.

Presentación por parte del Dr. Roberto Mucci de la trayectoria y persona del disertante.

En su intervención, el Dr. José Martínez-Romero Gandos, expresó:

Agradezco al Dr. Roberto Mucci por la organización y puesta en marcha de estos conversatorios, tan importantes para nuestra información y formación como logoterapeutas.

Me gustaría recordar que desde hace muchos años vengo recomendando a colegas y estudiantes la necesidad de formarse. Para ello es imprescindible la lectura de los libros de Frankl y sus conferencias. Pero también es imprescindible la lectura de autores que fundamentan el Análisis Existencial, base doctrinal que Frankl señala como fundamento de su postura.

El 21 de noviembre del año pasado, a invitación de Roberto Mucci, presenté en estos Encuentros mi libro recientemente aparecido que titulé: LOGOTERAPIA GRUPAL. Notas para una práctica con sentido y fundamentación Analítico-Existencial. Señalé, en esa oportunidad, las dificultades enormes que generó un contrato de publicación con letra pequeña que no permitió la llegada del libro al público por su elevado costo. Decidí reformular lo propuesto en ese libro con una nueva redacción y aportes, publicada en forma de e-book y ofrecerlo en una red de forma accesible en un futuro cercano.

Me van a permitir realizar algunas consideraciones generales antes de abordar el tema que he propuesto para hoy: La Logoterapia como promotora de la trascendencia recíproca en los grupos, que será el título del nuevo libro en elaboración.

Vamos a hablar de grupos, verdad? Haremos, pues, algunas consideraciones al respecto.

Los grupos humanos existen desde nuestra pre historia. Miles de años de evolución del proceso de hominización, siempre en grupos, dejando huellas a lo largo de ese proceso.

Me gustaría tomar como primera referencia el anterior Conversatorio con el Dr. Alberto Araica, realizado la semana pasada, especialmente en lo referente a las estructuras sociales que determinan conductas grupales de apatía o indiferencia frente a las migraciones o a la violencia. Nos mostró la difícil situación de los marginados y sugirió que nuestra tarea, además de superar las diferencias que nos separan y nos cohíben, es ayudar a visibilizar al invisibilizado por el sistema

Anoche se han entregado en España los premios Goya al cine español e internacional. La película ADU ganó cuatro estatuillas, entre ellas al mejor actor revelación. La película muestra el drama de la emigración de personas de etnia africana que intentan alcanzar Europa. Un niño y su hermana intentando alcanzar la bodega de un avión y miles de subsaharianos intentando saltar la valla en Melilla simbolizan el drama producido en muchos países. Latinoamérica no es extraña a estos acontecimientos sociales de urgente necesidad de solución.

El Dr. Araica señaló que la Logoterapia es muy rica y de ella puede surgir una propuesta desde la Alteridad. Precisamente Alteridad y Alienación desde una perspectiva existencial en migraciones es el tema de mi Tesis Doctoral. También lo he aplicado en mis intervenciones grupales en la asistencia a mujeres víctimas de violencia doméstica, propuesta especialmente desarrollada aquí en Galicia por varios años luego de mi traslado a esta Comunidad.

El conocer el alcance en cada comunidad de esta actitud violenta hacia las mujeres, deleznable, y actuar para liberar a las víctimas de su situación esclavizante es un desafío de carácter obligatorio para lograr un acercamiento al otro que ayude a eliminar esa violencia. Actuación profesional y difusión de un mensaje a las víctimas para que encaren con valentía su lucha.

Nos decía el Dr. Araica que la antropología frankleana puede ayudar con propuestas que permitan superar esa situación afirmando la alteridad de las personas que padecen o sufren por la indiferencia y apatía de los sistemas establecidos, debiendo todos reaccionar con un compromiso cotidiano con el que está a mi lado, basados en los valores y en el monantropismo.

Resumió su postura diciendo que necesitamos probar el carácter subversivo del sentido y rechazar los fundamentalismos.

El concepto de “subversivo” levantó réplicas de algunos colegas por unirlo estas personas a las actividades agresivas o violentas. Yo intenté mediar en cuanto a las definiciones operacionales que el término suscita proponiendo asimilar el concepto al de “empoderamiento” para señalar lo que los desposeídos o violentados deben conseguir para encontrar ese sentido.

Debemos actuar como Logoterapeutas facilitando la formación de grupos en las comunidades que nos permitan intervenir en las distintas áreas de la vida social. Roberto Mucci, nos dice en sus trabajos que nuestra condición de seres humanos nos convierte a todos en funcionarios de la Humanidad; y debemos hacernos cargo de nuestra realidad social en todos sus sectores.

Se pregunta Roberto: “¿Cuál es nuestro aporte desde los valores al mundo de la política, la economía, el trabajo, la empresa, la educación, la salud, los medios de comunicación, la justicia? Y se responde en esos escritos: cito a Mucci: ”Viktor Frankl nos presenta los valores de creación, de vivencia y de actitud y pienso que podemos sumar una cuarta categoría, a saber, “los valores de servicio”, en el contexto de lo que denomino “la dimensión sociopolítica de la logoterapia”, dentro de los cuales ubico el sentido de la responsabilidad y el sentido del liderazgo personal y social”.

Nos resume para nuestra comprensión: Palabras clave: Logopolítica, liderazgo, responsabilidad, solidaridad, compromiso social, denuncia, servicio, desarrollo personal y social, sentido de vida, constituyendo todo esto la dimensión sociopolítica de la logoterapia. La globalización económica no reconoce personas ni naciones. Individuos y países quedan disueltos en el mercado, socavando la identidad y la dignidad de los hombres y de los pueblos. La logoterapia asume la función de volver inaceptable toda forma de vida indigna del hombre libre.

Por todo esto y mucho más debemos trabajar con grupos sociales para ayudar a superar esos reduccionismos fundamentando nuestra actividad en los postulados de la Logoterapia pero sin dejar de conocer y aplicar los mecanismos fundamentales de la Dinámica Grupal de lo que hablaremos más adelante.

En un trabajo que publiqué en la Revista de ALPE ASOCIACIÓN LATINOAMERICANA DE PSICOTERAPIA EXISTENCIAL, hace algunos años, titulado  LENGUAJE, HERMENÉUTICA Y PSICOTERAPIA EXISTENCIAL, insistía que  según Dilthey, podemos, apenas, acercarnos al conocimiento del otro porque entendemos que la existencia del consultante ha generado estructuras en su personalidad y en nuestro intento de comprenderlo nos dirigimos a tratar de aprehender el sentido de su vida y promover su autotrascendencia sin dejar de considerar que hay estructuras políticas, de gobierno, de asistencia, etc. que no siempre facilitan el cambio.

Este es un concepto verdaderamente revolucionario y podemos decir hoy “subversivo” en la medida que éste término significa Del lat. subversum, supino de subvertĕre 'subvertir'. Y para “subvertir” la RAE nos informa que se corresponde con el hacer que algo deje de tener el orden habitual o característico, especialmente en sentido moral o espiritual.

Marco di Segni (Uruguay) nos aportó una aclaración importante: sub-verter es hacer surgir algo desde abajo.

El carácter conversacional del lenguaje está basado en prioridades de lo hablado sobre lo escrito. Lo hablado descansa en la prioridad del verbum interius, de la palabra interior. El esplendor total del lenguaje solamente se expresa en la conversación. Com-versatio significa “volverse hacia el otro”, “ponerse frente al otro”, estar “frente a frente”. Las proposiciones escritas nunca podrán traducir la complejidad y riqueza de la conversación, sus significados y sus relaciones con la cultura y las comunidades.

Sabemos y lo expresamos así teóricamente que en el despliegue de la existencia mundana cada hombre se enfrenta con la soledad de su proyecto, una tarea formidable que intenta superar la angustia por la finitud de su propia empresa. Cada uno es único e irrepetible frente a este proyecto. Y la tarea se presenta como una lucha constante por sostener el sentido de vida.

Luis Martín-Santos, insigne autor dentro del Existencialismo, termina su libro “Libertad, temporalidad y transferencia en el psicoanálisis existencial” diciéndonos: “Más allá de su neurosis, convertido de esclavo de su destino en inventor de su proyecto, el hombre deviene un ser trascendente”. La enfermedad en el plano existencial quedaría definida por un conflicto entre el proyecto vital del sujeto y su estructura interna en una circunstancia dada.

Y nos dice Frankl en El Hombre doliente, pág. 49: Pero si la humanidad quiere encontrar un sentido que sea válido para todos, debe dar un nuevo paso. Después de haber alcanzado, hace miles de años, el monoteísmo, la fe en un solo Dios, debe llegar a creer en una sola humanidad. Hoy necesitamos más que nunca un MONANTROPISMO”.

Y pasa, inmediatamente, a considerar el concepto de autotrascendencia, tema que nos ocupa hoy en especial, diciéndonos: Cito a Frankl  “Si el ser humano es un ser espiritual (que trasciende por lo tanto la physis y la psykhe), el logos (sentido) es el aspecto objetivo y la existencia el aspecto subjetivo de esa espiritualidad. Pero ambos quedan salvados y unidos entre sí mediante la autotrascendencia esencial del ser humano, que yo defino como la supertransferencia hacia algo a hacia alguien, hacia un sentido por cumplir o hacia un semejante que sale al encuentro; en todo caso, el ser humano es realmente humano en la medida en que se disuelve en el servicio a una causa o en el amor a una persona; cabe afirmar que el hombre es realmente él mismo, se realiza a sí mismo, en la medida en que pasa por alto y se olvida de sí con la entrega a una misión o a un semejante”.

Vamos a transferir este concepto de autotrascendencia a la actividad de los grupos logoterapéuticos y afirmar que es necesario ampliarlo para llegar a la consideración de lo que he denominado “autrascendencia recíproca”. Esto se lo hemos expresado al Dr. Frankl personalmente en Caracas en el año 1985, en ocasión de una reunión privada con colegas argentinos que habíamos viajado con él hasta Venezuela, donde participó de un Congreso sobre familia y seguidamente otro Congreso de Logoterapia. Escuchó atentamente y mientras yo le contaba mi quehacer en los grupos dibujó unas caricaturas suyas, mía y del Dr. Acevedo que guardo como un tesoro.

En los grupos es posible elaborar y superar la frustración existencial y la carencia de una voluntad de sentido, propias de nuestra sociedad de consumo y nuestro vacío existencial, mediante la apelación y la cura de unos con otros. No llega al “alta” en mis grupos logoterapéuticos quien realizó más cantidad de “catarsis” o ha contado más episodios de su vida sino aquel que ha contribuido de forma permanente en la ayuda a sus compañeros. Y cuando alcanza el reconocimiento grupal de esa calidad de participación. Son los otros los que, fundamentalmente, deciden sobre el alta. Por supuesto que contando con la opinión del Logoterapeuta.

Entonces, podemos decir ahora, de acuerdo a nuestra propuesta que

La “autrascendencia recíproca” entre dos o más personas (comunidad) es de mayor valor que la autotrascendencia de una sola persona hacia el mundo de las cosas, de las tareas o el servicio de los otros. La autotrascendencia personal prepara la recíproca y ambas se complementan y potencializan.

Debemos estar dispuestos a crear grupos que respondan a la naturaleza espiritual del ser humano, que potencien sus mejores recursos autotrascendentes y que los integrantes se desplieguen en una dinámica de ayuda mutua.

Uno de los instrumentos fundamentales para sostener esta autotrascendencia recíproca en los grupos es la comunicación.

Recordar dos afirmaciones fundamentales en cuanto a teorías comunicacionales que, según la importante escuela de la comunicación social de Palo Alto con Paul Watzlawick y Gregory Bateson entre sus miembros, son: LOS GRUPOS SON INEVITABLES Y NO PODEMOS NO COMUNICARNOS.

Pertenecemos a varios grupos simultáneamente y nuestra comunicación en ellos depende del contexto, momento y características de lugar, características que influyen en la manera en la que las personas se comportan. Es decir, reaccionamos de manera diferente según el lugar donde estemos, según las personas con las que nos comunicamos y el tipo de acontecimiento, lo que esté ocurriendo en ese momento y la ideología subyacente.

Tener en cuenta que cuando nos proponemos sostener esa autrascendencia recíproca es necesario iniciarla con un compromiso público entre los miembros participantes.

Que deseamos transmitir con esto:

En los grupos superficiales, éste por ejemplo, esta alianza es poco duradera y no alcanza para la relación de verdadero encuentro y trascendencia. Aunque por nuestro compromiso con la Logoterapia estemos “casi” al alcance de esas condiciones.

Grupos superficiales son los de una excursión, un encuentro de fiesta o diversión e incluso un encuentro de pura atracción sexual. La alianza superficial deberá culminar en un compromiso público si la excursión se transforma luego en un grupo de amigos. En el caso de un encuentro sexual el compromiso público se plasma en el amor de pareja o matrimonial.

El compromiso da lugar a una relación con sentido transpersonal. Supone confianza, fidelidad y esperanza. Es capaz de iluminar y animar en los momentos difíciles. Ese grupo comprometido tiene ejemplos generales en la familia, en las comunidades religiosas, en algunos equipos de trabajo, en ciertos grupos de amigos y, ciertamente, en los grupos logoterapéuticos.

Formamos una comunidad científica muy especial, que basa su trabajo en la consideración del hombre como un ser bio-psico-social-espiritual, libre y responsable, con la posibilidad de transitar en un mundo en el que reconoce su pasado como importante y su presente como necesariamente inestable, proyectando todo esto a un futuro en el que encontrará la muerte y la trascendencia.

Pertenecemos a una comunidad científica en la que estamos abiertos a todos los aportes que signifiquen un avance en nuestro propósito principal de asistencia al otro en el logro del sentido. Seguimos a Frankl en dos vertientes importantes: su doctrina y su postura en cuanto a la “degurificación” de la Logoterapia.

Tanto en la actividad clínica como en las actuaciones institucionales el Logoterapeuta debe ser conciente y lograr que también lo sea su consultante que, en estos momentos de la sociedad en la que vivimos con claros síntomas de crisis social, la vida del hombre común de la calle y la del que sufre pérdidas, carencias, angustias o discriminación, debe seguir teniendo sentido “a pesar de todo”.

Me gustaría llamar la atención sobre un tema importante: La actividad clínica se realiza únicamente por profesionales formados en lo que denominamos “conocimiento de la psicopatología” y fundamentalmente esa actividad le pertenece a psicólogos, médicos o psiquiatras. En las actuaciones en instituciones, comunidades sociales, religiosas, filosóficas o políticas puede ser encarada la transmisión de la LOGO-ACTITUD por personas que han adquirido formación específica en los fundamentos de la Logoterapia en cursos, conferencias o seminarios. En estrictu sensum lo que transmiten esas instituciones no es Logoterapia como sinónimo de psicoterapia frankleana. Deberíamos llamarlos GRUPOS DE LOGO-ACTITUD

Los instrumentos fundamentales para sostener esta autotrascendencia recíproca son la comunicación, el reconocimiento mutuo, la afirmación de la identidad personal y comunitaria, la autenticidad, la apelación y la cura.

Cada uno de estos conceptos merece un conversatorio como el actual, en especial, a ellos dedicado.

En su libro “Psicoterapia y humanismo” en el que dedica todo un capítulo a lo que denominó “la crítica del puro encuentro” Frankl nos dice que “El grupo de encuentro adecuadamente concebido no sólo favorece la autoexpresión de sus miembros, sino que promociona también su autotrascendencia”, (op. cit. pág. 88)

Podemos leer sobre antecedentes de esta consideración de Frankl de los grupos de encuentro en cartas entre Elisabeth Lukas y Fabry en el libro “TRAS LAS HUELLAS DEL LOGOS” o releer el libro de Paco Bretones “LA LOGOTERAPIA ES OBVIA”

Podemos, a esta altura de nuestra presentación, citar a algunos autores reconocidos.

Por ejemplo, Alfred Längle  citando nuestro tema principal en su libro “Viktor Frankl. Una biografía” (pág. 77) dice: “En la vida de Frankl fue una divisa personal el deseo de consagrarse a otros, el llegar a ser él mismo viviendo por completo para otros. Esa idea directriz se convertiría más tarde, bajo el concepto de autotrascendencia, en un componente esencial de la logoterapia. Frankl ostentaba siempre esta divisa, no sólo como médico. También era el ideal que regía en sus conferencias”.

El mismo Längle cita un encuentro entre Heidegger y Frankl. Nos dice que hablaron en primer término de la temporalidad de la existencia y del estar-en-el-mundo de los hombres. Al final Heidegger dijo: “Si no le entiendo mal, señor Frankl, lo que usted expresa con su concepto de “autotrascendencia” es incidentalmente el mismo que expreso yo con el mío de “estar-en-el-mundo”.

Entre los argentinos, el Dr. Juan Alberto Etcheverry, en su libro Viktor Frankl y la Logoterapia. (Etcheverry, 1990) nos relata cantidad de información sobre los viajes de Frankl a América, y nos dice: “La dimensión espiritual está lejos de ser bien representada como una esencia puntual. Frankl habla del “eje de la persona”. Es un vector cuyo cuerpo indica dirección u orientación en lo profundo de la persona (haciendo la salvedad de que no estamos hablando precisamente de ubicaciones topológicas) y cuya punta de flecha indica sentido (hacia la autotrascendencia). Se habla de autotrascendencia en cuanto pertenece a la esencia del hombre el ir hacia más allá de sí mismo”. (Etcheverry, 1990 pág. 49).

Otro filósofo argentino, Nolberto Espinosa trata, en su libro “La concepción de la conciencia en la logoterapia de V. Frankl” (1990, pg. 65 y sig.), el tema de la autotrascendencia relacionándolo con las teorías de Heidegger y Nietzche, especialmente en cuanto a los conceptos de existencia y libertad.

El pensamiento médico-antropológico de Frankl es objeto de un pormenorizado análisis crítico realizado por el médico argentino Mario Caponnetto.(Caponnetto, M. 1995, Viktor Frankl: una antropología médica, págs.. 226 y sigs.). Opina Caponnetto que era necesario dotar de nuevas armas a la Psicología y resalta que Frankl la dotó de una fuerza y altura nuevas al incorporar los conceptos de autotrascendencia, el autodesprendimiento y el olvido de sí mismo, citando el libro de Frankl “Ante el vacío existencial” (Frankl, 1984 pág. 17) con conceptos que nosotros hemos mencionado anteriormente.

Si a esta altura de nuestra presentación aún quedaran dudas sobre la importancia del concepto de autotrascendencia para la labor grupal en el campo de la Psicología no cabe más que recurrir al libro del Dr. Francisco Bretones, Paco para muchos de nosotros, quien nos dejó una intensa vida de compromiso con la logoterapia, con su comunidad y con el común de la gente a través de sus aportes, especialmente en el libro “La Logoterapia es obvia” (Bretones, 1995). Allí encontramos un importante capítulo destinado a tratar el tema de los “Grupos de reflexión para la autotrascendencia”, como el los llamara y testimonios importantes de los protagonistas de la “obviedad de la Logoterapia”.  En un párrafo de ese libro (pág 95 nos dice: “El grupo de reflexión para la autotrascendencia, sin pretenderlo, practica una de las técnicas para vencer o enfrentar las obsesiones, las depresiones y todo tipo de conflicto que nos encierra dentro de nosotros mismos. La desreflexión (s.i.c.) nos libera del ensimismamiento, que está presente, en mayor o menor escala, en casi todos los conflictos psicológicos”

En la Argentina somos muchos los que podemos comentar lo que Frankl opinaba sobre la autotrascendencia. Esto es así porque asistimos, entusiasmados y atentos, a sus conferencias dictadas en Buenos Aires en el mes de abril de 1985. Precisamente la segunda de ellas la tituló “Autotrascendencia de la existencia humana”. Ésta y otras dos conferencias pueden leerse en el opúsculo que se publicara bajo la dirección de Juan Alberto Etcheverry (Etcheverry, 1991). En la conferencia que citamos nos habló acerca de la juventud y su relación con el pasado, del Síndrome del Taxi y por supuesto de nuestro tema de referencia. Su estilo en la conferencia nos queda grabado en nuestro recuerdo de sus brillantes 80 años de entonces que son por los que transitamos nosotros ahora.

Para ir concluyendo con mi presentación, que se alarga en cada detalle porque el tema es más profundo que lo que yo puedo abarcar, les dejo una regla nemotécnica que siempre nos permitirá tener presente las bases doctrinales para nuestra tarea como Analistas Existenciales y Logoterapeutas.

P_E_R_LI_CU_T_E

El ser humano es posibilidad, elección, responsabilidad, libertad, cura, temporalidad y espacialidad.

P_E_R_LI_CU_T_E

Y para tratar cada uno de estos conceptos ya tenemos temas para otros encuentros.

Y también en cualquier otro momento organizaremos algo para explicar lo que mencionamos como  Instrumentos fundamentales en la aplicación de la Logoterapia Grupal.

     La apelación.

     El encuentro.

     El auto-distanciamiento

     La esperanza.

     Empatía y asertividad.

Y también sobre las técnicas, siempre al servicio del otro.

     La formación de los grupos

     Apertura y cierre

     Ejercicios de participación grupal

1.    Culpa

2.    Posibilidad

3.    Libertad

4.    Responsabilidad

5.    Cura

6.    Espacialidad

7.    Temporalidad

Muchas gracias.

Posteriormente a la presentación los asistentes tuvieron oportunidad de hacer preguntas al disertante, estableciéndose un diálogo fecundo en el que tuvo mucha participación el Dr. Roberto Mucci.