Dr. José Martínez-Romero Gandos
A Coruña - Galicia - España-
jmrsentido@gmail.com
“Se
está produciendo en la sociedad un gran acontecimiento epistémico, una nueva
forma de producir conocimiento. Los fines, medios de producción y validación
del conocimiento adquieren características propias que exigen una evaluación
ética, sobre todo si orientan decisiones sobre la salud de individuos y
poblaciones. Por lo tanto, el problema con el uso de Big Data no es el
uso de datos personales per se”. Así nos lo hacen notar Leonardo Cambraia,
Monique Pyrrho y Camilo Manchola-Castillo en su libro “Big data y salud. Un
análisis bioético” (2023)
Saber
si la agregación de datos personales en las redes produce algún tipo de
beneficio a la comunidad produce en algunos sectores la conciencia de la
dimensión ética que conlleva la práctica de comunicación por redes y exige el
compromiso de la promoción del bienestar de toda la población, alertando los
especialistas sobre ventajas y peligros. Sobre todo para evitar males a los más
vulnerables. Es necesario huir de la explotación de los individuos como simples
productores de datos y consumidores de productos de todo tipo, incluidos los
intelectuales.
Los
autores citado, doctores en bioética e ingenieros de software, con formación y
práctica internacionales, nos abren el camino para transitar nuestra propuesta
acerca del análisis de los cambios de paradigmas comunicacionales en las redes
y abonan nuestra preocupación acerca de como estos cambios afectan al
desarrollo de los grupos humanos, en especial a los grupos psicoterapéuticos.
Para dar respuesta a nuestra preocupación acerca de las
nuevas formas de comunicación en las redes organizadas en la web y poder así
analizar los cambios que estimamos se han producido debemos considerar qué
modelo de paradigma vamos a utilizar para abordar esta nueva realidad.
Sabemos que el término paradigma comunicacional se refiere a
un método que busca solucionar los problemas del área específica comprometida
con la comunicación humana, intentando dar fundamento científico con su
consideración adecuada.
Cuando estudiamos una realidad se nos presentan cinco
paradigmas posibles para abordarla: el empírico inductivo; el racionalista
deductivo; el fenomenológico existencial, el reflexivo crítico y el holístico o
de la complejidad.
Un paradigma social se puede definir como un conjunto de
estereotipos que prevalecen en la conducta de un grupo social. No obstante, los
paradigmas sociales se conforman por un conjunto de creencias y conocimientos
que forman en cada sociedad una imagen o una visión sobre la manera de ver y
entender el entorno.
Un paradigma social suele ser estable a lo largo del tiempo,
puesto que se mantiene casi inmutable y resulta difícil de cambiar. Los
psicólogos y psicólogas de mi generación basan su pensamiento científico acerca
de la comunicación y producen y acciones según lo establecido en el paradigma prevaleciente
de la Escuela de Palo Alto. Generaciones posteriores a la mía siguen en la
misma línea de pensamiento.
Instituciones o personas pueden considerar una realidad o su
entorno con una percepción rígida de las circunstancias y ocasionar problemas
sociales de conflicto, desigualdad o exclusión ya que, aferrados a un paradigma
que no evolucione y determinará consecuencias negativas en la sociedad.
Estamos transitando el primer cuarto del S.XXI y nos preocupa
la influencia que en la sociedad tengan los actuales modelos de comunicación
social, especialmente en todo lo referido a los avances de participación en la
web con sus redes sociales y aplicaciones de fácil acceso popular.
El acceso a smartphones, ordenadores y tablets implementaron
la posibilidad de establecer el intercambio de mensajes, contactos o conversaciones
de forma simple, tanto individuales como grupales. Sus promotores aseguran que
su uso consolida la integración de las personas a su comunidad o a los
negocios.
Desde hace mucho tiempo nos interesa y nos dedicamos a
desarrollar la Psicoterapia Grupal y a investigar sobre la dinámica de los
grupos humanos. Hasta hace un suspiro, todo se realizaba “presencialmente”. No
había otra forma para hacer efectiva la práctica. Hoy se impone señalar si una
reunión grupal es “presencial” o “virtual”. Y es en relación a esta nueva
realidad en el campo de la comunicación que nos interesa desarrollar posibles
preguntas y respuestas, cambios y nuevos paradigmas, asuntos nada claros para
la mayoría de los colegas y para nosotros, por supuesto.
Decíamos,
más arriba, que hay posibilidad de estudiar la realidad desde diferentes paradigmas.
Menciones, sucintamente, a cada uno de ellos.
a)
el paradigma funcionalista hace un
estudio de la sociedad de una manera objetiva y trata de entender a la sociedad
en su función reguladora. En realidad, se basa fundamentalmente en la corriente
positivista, por lo que tiene un carácter determinista. Establece que la
sociedad se integra por medio de un sistema bastante complejo, que se encuentra
formado por muchas partes. Todas las partes actúan de forma cooperativa e
interdependiente.
b) el paradigma
estructuralista tiene una visión objetivista y radical. Básicamente
considera que la sociedad se encuentra en un proceso de continuo cambio,
generado por los conflictos que se originan a partir de problemas económicos y
políticos que enfrenta la humanidad. De hecho, considera que la estructura de
la sociedad está basada en situaciones de desigualdad. Dado que la sociedad se
caracteriza por enfrentar constantemente conflictos, puesto que unos pocos
resultan beneficiados a costa de la mayoría de los miembros que forman la
sociedad. Como resultado, los elementos que pueden generar desigualdad son el
sexo, la clase social, la raza y la edad. Provocando así, que exista un grupo
dominante y que se originen grandes diferencias, debido a que los intereses que
mueven a sus miembros llegan a ser incompatibles.
c)
En cambio, el paradigma interpretativo
establece que la realidad social es dinámica y diversa. La interpretación se
produce de manera subjetiva y explica que la estabilidad de la sociedad se
produce por medio de la interacción de los miembros que conforman el grupo. Además,
tiene una visión simbólica de la sociedad, que se forma por la interacción de
las acciones que las personas realizan de forma cotidiana. En esta
interpretación la relación social se produce con la participación democrática y
armónica de las personas que la integran. Lo que provoca la regulación de la
sociedad.
Como
paradigmas de investigación podemos considerar el paradigma fenomenologico-existencial,
el racionalista deductivo, el empírico inductivo, el reflexivo crítico y el
holístico o de la complejidad.
El paradigma fenomenológico existencial pretende
explicar la naturaleza de las cosas, la esencia y la veracidad de los fenómenos.
El objetivo que persigue es la comprensión de la experiencia vivida en su
complejidad; esta comprensión, a su vez, busca la toma de conciencia y los
significados en torno del fenómeno.
En el paradigma racionalista-deductivo
el conocimiento se concibe como explicación verosímil y provisional de un mundo
al que se accede mediante referencias intersubjetivas. Se entiende como método
válido la construcción teórica a partir de conjeturas amplias y universales de
las que se deducen los casos particulares.
Si continuamos con el paradigma empírico
inductivo podemos decir que está caracterizado por un estilo de pensamiento
sensorial, una orientación concreta y objetiva de las cosas, un lenguaje
numérico – aritmético, una vía inductiva y por referencia a la validación de la
realidad objetiva.
El
paradigma reflexivo crítico es utilizado, habitualmente, por directivos de
empresas o instituciones, docentes y alumnos que mediante su aplicación
pretenden lograr que el accionar de sus miembros ante las realidades del
entorno, sus actos o modelos de estudio, de producción y de vida, les permita
ser analíticos, críticos, transformadores, productivos y trascendentes.
El
enfoque holístico o de la complejidad considera cada objeto o situación según
distintas dimensiones y todas las interacciones que posea. Es decir, busca ver
el todo y cada una de sus componentes que se hallan interrelacionadas y con
diversas dinámicas, sin separar las partes ni apartarlas del entorno. Fue
denominado, también, como Pensamiento Complejo señalando aquellos procesos que faciliten
entender la complejidad de diferentes situaciones. Suponen sus sostenedores que
la incertidumbre, la complementariedad y las crisis están en todas las
organizaciones y en situaciones que a diario se abordan en ellas. Su principal
impulsor es Edgard Morín que ha publicado (1996). Introducción al pensamiento
complejo. (2000) (tres volúmenes).
BIBLIOGRAFÍA
Cambraia,
L.; Pyrrho, M.; Manchola-Castillo, C. (2023) Big Data y salud, Buenos Aires.
URL: https://www.teseopress.com/bigdataysalud
Martínez-Romero Gandos, J. (2021) Logoterapia grupal. Autotrascendencia recíproca. Fundamentación y práctica. Edición del autor. En Amazón. Versión e-book y papel.
Martínez-Romero Gandos, J. (2022) Psicoterapia fuera de la consulta. Encuentro e interacción desde el Análisis Existencial y la Logoterapia. Edición del autor. En Amazón. Versión e-book y papel.
Orihuela,
J.L. (2002) Los nuevos paradigmas de la comunicación, en eCuaderno, (https://www.ecuaderno.com/paradigmas/.