Dr. Frankl y Dr. Martínez-Romero en Caracas 1985

viernes, 24 de noviembre de 2023

PSICOTERAPIA ON-LINE Dr. José Martínez-Romero Gandos



La psicoterapia es siempre algo mas que una técnica en la medida en que ella incluye un elemento de comprensión, encuentro y arte para llevar adelante el acompañamiento debido.

La efectividad en las técnicas debe buscarse teniendo en cuenta que el hombre es un ser-para-el-otro y que todo lo que vivencie en el grupo de psicoterapia deberá ser importante no solamente para sí sino también para sus relaciones interpersonales. En el grupo puede encontrar la oportunidad de formular un proyecto de vida adecuado y auténtico.

Se privilegia el mundo de las vivencias, los sentimientos, los proyectos. Es una etapa de encuentros, intencionalidades y una autotrascendencia recíproca.

La vida vale la pena vivirla en cualquier circunstancia. No fuimos creados para sufrir. Pero el sufrimiento es inevitable aún en este mundo consumista, global y super acelerado. Ante su presencia debemos encontrarle sentido. Contamos con los valores que hemos adquirido y desarrollado en nuestra existencia. Es sencillo clasificarlos. Los hay de experiencia. Los hay de creatividad y los hay de actitud. Estos son los importantes a la hora de enfrentar nuestro futuro.

A cualquier edad es necesario mantener los proyectos pues son éstos los que sostienen a nuestro final lejos. Si desaparecen los proyectos la muerte se hace presente en forma de depresión. Y nunca mejor dicho: “se hace presente”, se nos aparece hoy como un fantasma que no nos deja seguir adelante en plenitud.

 El cambio, positivo o negativo, se produce en cada instante de nuestra existencia. Si las circunstancias de la nuestra nos han enfrentado a una circunstancia muy difícil o casi insalvable siempre nos queda la elección de una actitud con la cual enfrentarla .No nos “re” inventamos porque siempre fuimos lo que somos: un existente que habita en el mundo, con su libertad, con su responsabilidad, con su creatividad pero con la necesidad de asumir que nuestro tiempo es limitado. Ampliemos ese tiempo creando. No inventando.

Según el diccionario “inventar” es crear una cosa nueva o no conocida. No somos nuevos para nosotros mismos y solamente es un poco cierto que no nos conocemos cabalmente.

Comunicarse por e-mail: jmrsentido@gmail.com










 

domingo, 22 de octubre de 2023

¿Hay cambios de paradigma comunicacional en las redes y por consiguiente en los grupos psicoterapéuticos?


 

Dr. José Martínez-Romero Gandos

A Coruña - Galicia - España-

jmrsentido@gmail.com 

“Se está produciendo en la sociedad un gran acontecimiento epistémico, una nueva forma de producir conocimiento. Los fines, medios de producción y validación del conocimiento adquieren características propias que exigen una evaluación ética, sobre todo si orientan decisiones sobre la salud de individuos y poblaciones. Por lo tanto, el problema con el uso de Big Data no es el uso de datos personales per se”. Así nos lo hacen notar Leonardo Cambraia, Monique Pyrrho y Camilo Manchola-Castillo en su libro “Big data y salud. Un análisis bioético” (2023)

Saber si la agregación de datos personales en las redes produce algún tipo de beneficio a la comunidad produce en algunos sectores la conciencia de la dimensión ética que conlleva la práctica de comunicación por redes y exige el compromiso de la promoción del bienestar de toda la población, alertando los especialistas sobre ventajas y peligros. Sobre todo para evitar males a los más vulnerables. Es necesario huir de la explotación de los individuos como simples productores de datos y consumidores de productos de todo tipo, incluidos los intelectuales.

Los autores citado, doctores en bioética e ingenieros de software, con formación y práctica internacionales, nos abren el camino para transitar nuestra propuesta acerca del análisis de los cambios de paradigmas comunicacionales en las redes y abonan nuestra preocupación acerca de como estos cambios afectan al desarrollo de los grupos humanos, en especial a los grupos psicoterapéuticos.

        Para dar respuesta a nuestra preocupación acerca de las nuevas formas de comunicación en las redes organizadas en la web y poder así analizar los cambios que estimamos se han producido debemos considerar qué modelo de paradigma vamos a utilizar para abordar esta nueva realidad.

        Sabemos que el término paradigma comunicacional se refiere a un método que busca solucionar los problemas del área específica comprometida con la comunicación humana, intentando dar fundamento científico con su consideración adecuada.

        Cuando estudiamos una realidad se nos presentan cinco paradigmas posibles para abordarla: el empírico inductivo; el racionalista deductivo; el fenomenológico existencial, el reflexivo crítico y el holístico o de la complejidad.

        Un paradigma social se puede definir como un conjunto de estereotipos que prevalecen en la conducta de un grupo social. No obstante, los paradigmas sociales se conforman por un conjunto de creencias y conocimientos que forman en cada sociedad una imagen o una visión sobre la manera de ver y entender el entorno.

        Un paradigma social suele ser estable a lo largo del tiempo, puesto que se mantiene casi inmutable y resulta difícil de cambiar. Los psicólogos y psicólogas de mi generación basan su pensamiento científico acerca de la comunicación y producen y acciones según lo establecido en el paradigma prevaleciente de la Escuela de Palo Alto. Generaciones posteriores a la mía siguen en la misma línea de pensamiento.

        Instituciones o personas pueden considerar una realidad o su entorno con una percepción rígida de las circunstancias y ocasionar problemas sociales de conflicto, desigualdad o exclusión ya que, aferrados a un paradigma que no evolucione y determinará consecuencias negativas en la sociedad.

        Estamos transitando el primer cuarto del S.XXI y nos preocupa la influencia que en la sociedad tengan los actuales modelos de comunicación social, especialmente en todo lo referido a los avances de participación en la web con sus redes sociales y aplicaciones de fácil acceso popular.

        El acceso a smartphones, ordenadores y tablets implementaron la posibilidad de establecer el intercambio de mensajes, contactos o conversaciones de forma simple, tanto individuales como grupales. Sus promotores aseguran que su uso consolida la integración de las personas a su comunidad o a los negocios.

        Desde hace mucho tiempo nos interesa y nos dedicamos a desarrollar la Psicoterapia Grupal y a investigar sobre la dinámica de los grupos humanos. Hasta hace un suspiro, todo se realizaba “presencialmente”. No había otra forma para hacer efectiva la práctica. Hoy se impone señalar si una reunión grupal es “presencial” o “virtual”. Y es en relación a esta nueva realidad en el campo de la comunicación que nos interesa desarrollar posibles preguntas y respuestas, cambios y nuevos paradigmas, asuntos nada claros para la mayoría de los colegas y para nosotros, por supuesto.

Decíamos, más arriba, que hay posibilidad de estudiar la realidad desde diferentes paradigmas. Menciones, sucintamente, a cada uno de ellos.

a)   el paradigma funcionalista hace un estudio de la sociedad de una manera objetiva y trata de entender a la sociedad en su función reguladora. En realidad, se basa fundamentalmente en la corriente positivista, por lo que tiene un carácter determinista. Establece que la sociedad se integra por medio de un sistema bastante complejo, que se encuentra formado por muchas partes. Todas las partes actúan de forma cooperativa e interdependiente.

b)  el paradigma estructuralista tiene una visión objetivista y radical. Básicamente considera que la sociedad se encuentra en un proceso de continuo cambio, generado por los conflictos que se originan a partir de problemas económicos y políticos que enfrenta la humanidad. De hecho, considera que la estructura de la sociedad está basada en situaciones de desigualdad. Dado que la sociedad se caracteriza por enfrentar constantemente conflictos, puesto que unos pocos resultan beneficiados a costa de la mayoría de los miembros que forman la sociedad. Como resultado, los elementos que pueden generar desigualdad son el sexo, la clase social, la raza y la edad. Provocando así, que exista un grupo dominante y que se originen grandes diferencias, debido a que los intereses que mueven a sus miembros llegan a ser incompatibles.

c)   En cambio, el paradigma interpretativo establece que la realidad social es dinámica y diversa. La interpretación se produce de manera subjetiva y explica que la estabilidad de la sociedad se produce por medio de la interacción de los miembros que conforman el grupo. Además, tiene una visión simbólica de la sociedad, que se forma por la interacción de las acciones que las personas realizan de forma cotidiana. En esta interpretación la relación social se produce con la participación democrática y armónica de las personas que la integran. Lo que provoca la regulación de la sociedad.

Como paradigmas de investigación podemos considerar el paradigma fenomenologico-existencial, el racionalista deductivo, el empírico inductivo, el reflexivo crítico y el holístico o de la complejidad.

        El paradigma fenomenológico existencial pretende explicar la naturaleza de las cosas, la esencia y la veracidad de los fenómenos. El objetivo que persigue es la comprensión de la experiencia vivida en su complejidad; esta comprensión, a su vez, busca la toma de conciencia y los significados en torno del fenómeno.

        En el paradigma racionalista-deductivo el conocimiento se concibe como explicación verosímil y provisional de un mundo al que se accede mediante referencias intersubjetivas. Se entiende como método válido la construcción teórica a partir de conjeturas amplias y universales de las que se deducen los casos particulares.

        Si continuamos con el paradigma empírico inductivo podemos decir que está caracterizado por un estilo de pensamiento sensorial, una orientación concreta y objetiva de las cosas, un lenguaje numérico – aritmético, una vía inductiva y por referencia a la validación de la realidad objetiva.

El paradigma reflexivo crítico es utilizado, habitualmente, por directivos de empresas o instituciones, docentes y alumnos que mediante su aplicación pretenden lograr que el accionar de sus miembros ante las realidades del entorno, sus actos o modelos de estudio, de producción y de vida, les permita ser analíticos, críticos, transformadores, productivos y trascendentes.

El enfoque holístico o de la complejidad considera cada objeto o situación según distintas dimensiones y todas las interacciones que posea. Es decir, busca ver el todo y cada una de sus componentes que se hallan interrelacionadas y con diversas dinámicas, sin separar las partes ni apartarlas del entorno. Fue denominado, también, como Pensamiento Complejo señalando aquellos procesos que faciliten entender la complejidad de diferentes situaciones. Suponen sus sostenedores que la incertidumbre, la complementariedad y las crisis están en todas las organizaciones y en situaciones que a diario se abordan en ellas. Su principal impulsor es Edgard Morín que ha publicado (1996). Introducción al pensamiento complejo. (2000) (tres volúmenes).

  

BIBLIOGRAFÍA

 

Cambraia, L.; Pyrrho, M.; Manchola-Castillo, C. (2023) Big Data y salud, Buenos Aires. URL: https://www.teseopress.com/bigdataysalud

Martínez-Romero Gandos, J. (2021) Logoterapia grupal. Autotrascendencia recíproca. Fundamentación y práctica. Edición del autor. En Amazón. Versión e-book y papel.

Martínez-Romero Gandos, J. (2022) Psicoterapia fuera de la consulta. Encuentro e interacción desde el Análisis Existencial y la Logoterapia. Edición del autor. En Amazón. Versión e-book y papel.

Orihuela, J.L. (2002) Los nuevos paradigmas de la comunicación, en eCuaderno, (https://www.ecuaderno.com/paradigmas/.

jueves, 21 de septiembre de 2023

Apelación y Cura en pacientes con discapacidad

 

          Apelación y Cura en pacientes con discapacidad

 Dr. José Martinez-Romero Gandos

 (Galicia – España - 2023)

 

 

          La relación de encuentro que se produce en la asistencia a la persona con discapacidad, especialmente en aquellos casos más difíciles, siempre crece y se desarrolla por la acción que ejercen ambos protagonistas: el paciente y el profesional asistente.



          Es una relación que no puede ser descripta más que en términos literarios lo que nos permite decir que es “una relación inefable”. No se puede hablar de ella. Hay que vivirla en un nosotros único y muy especial.

          No es una realidad que podamos delimitar ni tampoco programar más allá de la aplicación del “arte” que cada uno de nosotros aplica desde su profesión. Existe necesidad recíproca de preguntas y respuestas. De gestos, de actitudes, de acercamientos y aún de caricias. El profesional pregunta y el paciente responde. No siempre en forma oral. Puede hacerlo corporalmente.

          El paciente también interroga. Quiere saber acerca de quién es esta persona que se acerca y sobre su propia existencia. Se vincula con el cuidador como él sabe, como él quiere o como él puede. El profesional no siempre “sabe” que decir o qué hacer con el paciente, no siempre “quiere” decir o muchas veces “no puede decir”.

          Esto puede generar resistencias en ambos márgenes de la relación de encuentro. La resistencia “cierra” la posibilidad de apertura en la relación. Si la relación es ocasional, tal vez ambos protagonistas deseen “olvidar” el encuentro. Pero esta resistencia originará conflicto si se mantiene en el tiempo. Seguramente.

          Para vencerla es necesario establecer una relación “original” que vincule a ambos de manera tal que permita la aparición del “diálogo”. Esta puesta en común, esta “comunión”, es la raíz original de lo que, habitualmente, llamamos “comunicación profesional-paciente”.

          Cuando encaramos un tema de la complejidad que nos ocupa tenemos que aceptar que de esta forma de comunicación surgen una ilimitada cantidad de técnicas que se distinguen por el diferente grado de flexibilidad o rigidez en la realidad circunstancial del encuentro con el que solicita ayuda o el que merece ayuda.

          Nosotros afirmamos, desde la Analítica Existencial y la práctica de la Logoterapia, que esta situación existencial del paciente es “única e irrepetible” y  coincidimos con la generalidad de nuestros colegas en que es respuesta inmediata al desarrollo de numerosos dinamismos psíquicos que han establecido una personalidad a lo largo del tiempo y que se presenta en la realidad del “aquí y ahora” como una realidad diferente.

          La realidad del ser humano que sufre y padece una discapacidad que lo condiciona en algún grado. Una realidad que, sea cual sea el pronóstico, le coarta su libertad de desarrollar un proyecto de plenitud y le amenaza el sentido de vida.

          La Logoterapia es un accionar teórico y técnico que procura ayudar al discapacitado a asumir la existencia como real, a pesar del sufrimiento, contribuyendo al desarrollo de todas sus potencialidades y capacidades para que actúen en función de ellas y encuentre el sentido “a pesar de todo y aún en las peores circunstancias”

          Decía Viktor E. Frankl: “Me atrevo a decir que no hay nada en el mundo que ayude más efectivamente a una persona a sobrevivir, aún en las peores condiciones, que conocer el sentido de su vida”.

Conocer y accionar en procura de su mantenimiento en la situación límite. El paciente tiene derecho a ser ayudado en esta empresa vital. La tarea no es fácil.

Médicos y psicólogos incrementan sus estudios, investigaciones y comunicaciones científicas para esclarecer ideas que les permitan dar respuesta a los interrogantes y angustias que las familias les presentan desde el momento de la aparición del primer síntoma.

Cuando la respuesta a estos interrogantes no es sencilla, ni fácil, ni siempre conocida, muchos profesionales se sienten desvalidos para actuar y poco preparados para afrontar esta difícil situación.

Técnica versus comprensión. Preparación técnica eficiente versus la toma de conciencia de los límites de su ciencia y arte. Persona doliente que pide comprensión versus un entorno limitado en sus respuestas.

No hay reglas para enfrentarse a esta difícil situación pero sí hay formas particulares y únicas de acercarse a ese ser que sufre y padece una patología que lo diferencia de los demás. En estas circunstancias la comunicación entre el profesional y el paciente no está limitada a la expresión verbal del discurso. Acceder desde el nivel profesional al conocimiento de la situación y poder comunicarlo es uno de los momentos más difíciles que debemos enfrentar en nuestra diaria actividad asistencial.

Es necesario compartir nuestro estar dispuestos a ayudar al otro como Persona. Darle la libertad de elegir la manera de ser ayudado, de acuerdo a su peculiar modo de personalidad y modo de relación con los otros.

Es apelar al otro. La apelación es un llamado[1]. Un llamado a la Esperanza. No es ocioso recordar aquí que “la esperanza es el arma de los indefensos y por eso tiene eficacia” (Gabriel Marcel). Este llamado, esta apelación, nos coloca en interlocutores de privilegio en un tema de la mayor importancia para el discapacitado. Al respetar su proyecto de vida, al ayudarlo a aceptar las modificaciones que la enfermedad le impone le estamos ofreciendo la posibilidad de elegir una nueva forma de vivir.

Si el profesional conoce bien la situación y el futuro acontecer, deberá estar dispuesto a continuar aliviando el dolor físico pero sin evitar compartir el dolor psíquico y moral del paciente. La comunicación se torna, en estos casos, en el principal instrumento de la “pastoral médica” (V.E.Frankl). No es una sustitución del papel de la familia, los amigos o los religiosos que se acerquen. Es contribuir a una mayor plenitud de vida a través del intercambio de actitudes y gestos de acompañamiento que revitalizarán los momentos mas importantes de su biografía haciéndola valiosa de haber sido vivida.

Si el paciente ha dado a entender su real deseo de saber y sobrellevar la situación es inútil o perjudicial escapar a esa responsabilidad profesional de la comunicación. Establecer una comunicación deficiente es coartarle la posibilidad de elección y responsabilidad sobre su existencia real.

La Logoterapia, Tercera Escuela de Viena que fundara Viktor E. Frankl, considera que el psicoterapeuta puede ayudar al discapacitado apelando a la posibilidad de traspasar sus propios límites, pasar por encima de su facticidad (la discapacidad) y la frecuente aparición de una posición fatalista que casi siempre la acompaña logrando una dimensión completamente nueva: vida con sentido, a pesar de todo, respeto de la autotrascendencia, apertura al amor y permisividad para la libertad individual. Transformar las tensiones de un “yo”  en crisis para que se produzca un “nosotros” (familia, amigos, terapeutas).

La actividad profesional implicará juegos de dramáticos silencios convocantes, actitudes de espera, continencia de la angustia, desarrollo de caminos de libertad sin imposiciones, creando el lugar apropiado para la confianza y desarrollando una creatividad técnica basada en la utilización de “palabras límites”: fe, camaradería, sufrimiento, sentido, esperanza, amor, solidaridad, cuidado del otro, que forman parte de lo que en algunas Conferencias denominamos “el almacén logoterapéutico”.

Estar, sinceramente, a disposición del otro. Amarlo como ser humano que sufre. Evitar que dé pasos peligrosos. Permitirle elegir su camino sin condicionamientos. Ayudarle a superar la paradoja entre la inmanencia y la trascendencia. Este es el juego de roles que permite el ejercicio de la Logoterapia para los psicoterapeutas formados. El Logoterapeuta renuncia antes de empezar el tratamiento. Renuncia a promoverse. Renuncia a la posibilidad de dominar al otro. Renuncia a muchas recompensas.

¿Es posible esta posición completamente desinteresada en un profesional que trabaja y debe contar con medios para también realizar su sentido de vida? Sí, es perfectamente posible porque es una relación de encuentro amoroso. Y lo menos que el verdadero amor quiere es el beneficio del otro.

Esta es la “apelación”, el llamado. Y en esto consiste la “cura”, el cuidado.

Paradojalmente, el sufrimiento nos ha iluminado el camino que nos lleva a la puerta de la trascendencia. Pese a la dependencia de la discapacidad, llena de rispideces y obstáculos, la libertad interior actúa como un ariete que rompe ese cerco de dolor o sentimientos de pérdida que lo cerca y activa la capacidad de sobreponerse para seguir adelante “a pesar de todo”. El sufrimiento actúa como un filósofo interior que cada uno posee y que revela el valor de la vida, iluminando, haciendo transparente lo que parecía tan impenetrable, abriendo regiones hasta entonces veladas y enriqueciendo, verdaderamente, la existencia.

          Por supuesto que por “sufrimiento” nos referimos a aquel que no es fácil o posible superar. Debemos acudir a la superación del sufrimiento innecesario. Solamente ante el sufrimiento impuesto por las circunstancias de la discapacidad, aquello de lo que no podemos escapar, debemos poner en marcha los valores actitudinales. Soportar aquello que es evitable es, simplemente, masoquismo o estupidez.

Algunos psicoterapeutas aíslan esta posibilidad de superación del sufrimiento por el sentido acentuando la realización parcial de algunos aspectos del hombre perdiendo de vista su personalidad pluritemática y multidimensional. “Curan” su cuerpo. “Curan” su psique. “Curan” su relación interpersonal social. Pero olvidan la “cura” de la dimensión especial que nos diferencia como personas: el espíritu.

Esta es la “cura”. “Cura” es una voz latina que designa “cuidado, preocupación”. Nuestra “preocupación” principal fue establecer si el discapacitado es una Persona con posibilidad de “curable”. Podemos afirmar que sí en el sentido que le dimos a este trabajo.

Esta es el alfa de nuestra tarea profesional como psicólogos y como logoterapeutas. Ninguna circunstancia debe imponer límites a la vida. Ni enfermedades de cualquier tipo, ni circunstancias personales, ni sociales, ni pseudouniversales ni pseudocientíficas. Cualquier Psicología que prescinda del amor, del encuentro y de la comunicación separa al ser humano de sus referentes originales e intencionales. La cualidad trascendente de la realidad humana se potencia en el encuentro auténtico profesional-paciente. Para lograr éxitos en el campo de la psicoterapia debe combinarse las técnicas (estimulantes y bienvenidas) con la incorporación de un elemento de arte que supere las limitaciones de la Ciencia en la consideración de su genuina dimensión que es la dimensión espiritual (Frankl).

Oportunidad trascendental. Posibilidad de rechazo de la “apelación”. Posibilidad de caída en el egoísmo o el sinsentido. Imposibilidad de encuentro con el otro. O realización de valores superando todas las barreras.

  

Bibliografía:

 

1.- Frankl, V. E.  “El hombre doliente”, Barcelona, Ed. Herder, 1987.

2.- Frankl, V. E.  “El hombre en busca de sentido”, Barcelona, Ed. Herder, 7ª. Ed., 1986.

3.- Frankl, V. E.   “La voluntad de sentido”, Barcelona, Ed. Herder, 1988.

4.- Martínez-Romero G., José (2021) Logoterapia Grupal. Autotrascendencia recíproca. Fundamentación y práctica. Edición del autor. (Amazon e-book y papel)

5.- Yalom, I. D.  “Psicoterapia Existencial”, Ed. Herder, Buenos Aires, 1985.

 

Dr. José Martínez-Romero Gandos

A Coruña – Galicia - España

jmrsentido@gmail.com

 



 

 

viernes, 4 de agosto de 2023

ANÁLISIS EXISTENCIAL - Resumen de una clase del Dr. José Martínez-Romero

 

EXTRACTO DE UNA CLASE SOBRE ANÁLISIS EXISTENCIAL

PARA DASEIN (México) julio de 2023.

Dr. José Martínez-Romero



      Este post incorporado al blog “Logoterapia. Encontrar sentido a la vida” tiene el propósito de compartir un resumen de una clase impartida para México sobre Análisis Existencial. Obviamente se trata de una transcripción editada de una conversación mantenida a lo largo de casi dos horas. La clase estaba complementada con la inserción de un Power Point por lo que la transcripción se verá aquí sin ese recurso.

         Lo primero que señalamos fue la utilización metodológica de la Fenomenología, tanto en el Análisis Existencial como en la Logoterapia. Sobre Logoterapia hubo una clase anterior ilustrativa de esta corriente importante en Psicología.

Señalamos, entonces, que la fenomenología promueve la introspección y la auto-reflexión. A través de la exploración de la experiencia subjetiva del doliente, el terapeuta busca comprender las motivaciones, los valores y los significados personales que influyen en la vida de la persona. Esto permite que el doliente tome conciencia de su propia experiencia interna y encuentre significado y propósito en ella

En el encuentro que comentamos nos centramos en desarrollar los conceptos fundamentales que conforman lo que ha sido llamado como “Análisis Existencial”, y descubrir como el método fenomenológico nos permite centrar la atención plena y la presencia, en el momento presente del aquí ahora de la relación psicoterapeuta.

Me gustaría traer para ustedes un comentario que realizó Yaqui Martínez-Robles, de México, acerca de la Fenomenología Existencial en un audio que puede encontrarse en Youtube.

Nos dice Martínez Robles que al hablar de fenomenología “parece que nos referimos a un único enfoque. Pero son varios los enfoques fenomenológicos. Husserl es uno de sus referentes más importantes pero hay referencias antes y después de este autor.

Paul Ricoeur, un hermeneuta y fenomenólogo existencial francés, escribe en algún momento que el desarrollo y la historia de la fenomenología es la historia de las “herejías” a Husserl. La Fenomenología Existencial propone ideas distintas a las husserlianas pero, ciertamente, tienen puntos en común.

Podemos partir de algunas ideas básicas acerca de lo que constituye la fenomenología existencial. Nuestra percepción, nuestra conciencia, nuestra captación del mundo, nuestro conocimiento de la realidad ES SIEMPRE INTENCIONAL.

Es siempre referente a algo. La Conciencia es siempre conciencia de algo. Cuando vemos, vemos algo. Cuando sentimos, sentimos algo. Cuando pensamos, pensamos algo. La conciencia, la percepción, los sentimientos son siempre una SITUACIÓN RELACIONAL. Con algo o con el mundo. Son fenómenos EN ACCIÓN.

El que estén siempre en acción también nos lleva a otra certeza: el conocimiento de la realidad es siempre una PERSPECTIVA, es decir, surge siempre desde un punto de vista particular.

El que sea un PUNTO DE VISTA, hace que sea parcial porque nadie tiene el Ojo de Dios. Siempre miramos las cosas desde un cierto punto de vista: EL NUESTRO.

En realidad tenemos LA OBJETIVIDAD DE LA SUBJETIVIDAD”.

Esto nos lleva a un aspecto básico de la Fenomenología Existencial que es que no podemos partir como terapeutas existenciales de la creencia que sabemos lo que el otro requiere. Que es lo que el otro está vivenciando. O que es lo que necesita o le está ocurriendo.

Tenemos que partir de una posición humilde: que si sabemos pocas cosas sobre nuestra propia existencia menos sabremos sobre la existencia del otro.

Entonces, la fenomenología existencial es una invitación a la humildad, a reconocer que nosotros no sabemos lo que está pasando. Pero podemos, JUNTOS, colaborar para DESCUBRIR Y DESCRIBIR, en medidas crecientes de profundidad o que significa nuestra existencia.

Esto constituye la base metodológica primordial en nuestro trabajo como Psicoterapeutas Existenciales: el encuentro, en el aquí y ahora de nuestra consulta, para ir construyendo un proyecto común que llamamos psicoterapia.

Desde la Cátedra siempre insistimos en la conveniencia que los alumnos tuvieran conocimiento de los fundamentos filosóficos que dan lugar al desarrollo del Análisis Existencial. Me disculparán los profesores de filosofía o filósofos que lean este escrito por la muy sucinta referencia a autores, pero debemos dejar a los alumnos que buceen en sus textos y aumenten su conocimiento cuando les parezca oportuno. Citaremos algunos autores.

         Trataremos de transmitir aquí lo presentado en el conversatorio para ilustrar sobre la fundamentación filosófica del Análisis Existencial. Reconoceremos que dejamos de lado las referencias a las influencias sobre estos autores de las filosofías platónicas, aristotélicas, tomistas y agustinianas.

Citaremos, brevemente, a Husserl, Scheler, Hartmann, Heidegger, Jaspers y Binswanger.

Comenzaremos por Edmund Husserl,

Edmund Gustav Albrecht Husserl (Prossnitz, 8 de abril de 1859-Friburgo, 27 de abril de 1938) fue un filósofo y matemático alemán, discípulo de Franz Brentano y Carl Stumpf, fundador de la fenomenología trascendental y, a través de ella, del movimiento fenomenológico, uno de los movimientos filosóficos más influyentes del siglo xx.

Entre sus primeros seguidores en Gotinga se encuentran Theodor Adorno, y Edith Stein. Tuvo también influencia en Max Scheler, Martin Heidegger, Jean-Paul Sartre, Maurice Merleau-Ponty, Paul Ricoeur, Emmanuel Levinas, José Ortega y Gasset, Gustavo Bueno, Eduardo Nicol y, con posterioridad, principalmente a través de Merleau-Ponty, el influjo husserliano llegaría hasta Jacques Lacan y Jacques Derrida.

Husserl es el fundador de la fenomenología trascendental, que es ante todo un proyecto de renovar a la filosofía para hacer de ella una ciencia estricta y una empresa colectiva. Como forma de entender la filosofía, la fenomenología asume la tarea de describir el sentido que el mundo tiene para nosotros antes de todo filosofar.

Max Scheler,

Max Scheler fue un filósofo alemán, de gran importancia en el desarrollo de la fenomenología, la ética y la antropología filosófica, además de ser un clásico dentro de la filosofía de la religión. Fue uno de los primeros en señalar el peligro que implicaba para Alemania el advenimiento del nazismo.

Nació el 22 de agosto de 1874 en Múnich, Alemania, y falleció el 19 de mayo de 1928 en Francfort del Meno, Alemania. Fue influido por Edmund Husserl y Nicolai Hartmann. Scheler influyó a Friedrich Nietzsche, José Ortega y Gasset, Albert Camus y Viktor Frankl

 

Nicolai Hartmann, filósofo alemán que nació el 20 de febrero de 1882 en Riga, Letonia y falleció el 9 de octubre de 1950 en Gotinga, Alemania. Fue influido por Immanuel Kant, Max Scheler y Friedrich Hegel. Recibió educación en la  Universidad Estatal de San Petersburgo

 

Martin Heidegger, fue un filósofo alemán. Se lo considera el pensador y filósofo alemán más importante del siglo XX.​​​​​​ Nació el 26 de septiembre de 1889 en Messkirch, Alemania y falleció el 26 de mayo de 1976 en Friburgo de Brisgovia, Alemania. Fue influido por Edmund Husserl e Immanuel Kant. Recibió educación en la Universidad de Friburgo (1914–1916) y en Berthold-Gymnasium (1906–1909). El filósofo alemán promovía que el hombre debía hacer de la tierra su hogar y echar raíces en ella para nutrirse con las riquezas de su suelo, anteponiendo el respeto y el cuidado para preservarse todos de forma armónica. Un libro al respecto: Construir, habitar, pensar.(Martin Heidegger)

 

Karl Jaspers, fue un psiquiatra y filósofo alemán y suizo, de familia noble, que tuvo una fuerte influencia en la teología, en la psiquiatría y en la filosofía moderna. Fue un referente en la reconstrucción alemana. Nació el 23 de febrero de 1883 en Oldemburgo, Alemania y falleció el 26 de febrero de 1969 en Basilea, Suiza. Fue influido por Martin Heidegger e Immanuel Kant e influenció él a Hannah Arendt, Jean-Paul Sartre y Albert Camus. Recibió educación en Ruprecht-Karls-Universität Heidelberg.

Jaspers desarrolló por escrito sus perspectivas de las enfermedades mentales en un libro llamado Psicopatología general. Los dos volúmenes que conforman esta obra se han transformado en clásicos de la literatura psiquiátrica, y muchos criterios modernos de diagnóstico nacen de ideas contenidas en sus páginas. Resulta de particular importancia el modo en que encaró el diagnóstico a partir de los síntomas; según él, el criterio de diagnóstico debía tomar en cuenta principalmente la forma antes que el contenido. Por ejemplo, al estudiar una alucinación, el hecho de que una persona experimente fenómenos visuales sin que para ello medie un estímulo sensorial (la forma) es más importante que lo que el paciente ve (el contenido).

Jaspers es asociado con el existencialismo porque se basa en estudios o trabajos de Soren Kierkegaard y en Friedrich Nietzsche, y porque el tema de la libertad individual es una constante en su obra, donde destaca las situaciones límite.

 

Ludwing Binswanger. fue un psiquiatra suizo pionero en el campo de la psicología existencial. Su abuelo fue el fundador del "Bellevue Sanatorium" en Kreuzlingen, y su tío Otto Binswanger fue profesor de psiquiatría en la Universidad de Jena. Nació el 13 de abril de 1881 en Kreuzlingen, Suiza y falleció el 5 de febrero de 1966 en Kreuzlingen, Suiza. Fue influido por Martin Heidegger, Edmund Husserl y Martin Buber. Un importante trabajo que publicó fue “El caso Ellen West” (en “Existencia”). Recibió educación en la Universidad de Zúrich.

Introdujo el término Daseinsanalyse en el campo del psicoanálisis. Nos hizo ver con dicha idea que el ser humano está abierto a cualquier experiencia. La psique del paciente, por tanto, no es una entidad aislada y reducida a sus propios procesos.

A este brevísimo resumen de la influencia de autores en el desarrollo del Análisis Existencial debemos agregar algunos conceptos que constituyen una verdadera noción del hombre (Fundamentación antropológica) y por ende, de su educación. Adelantamos dos conceptos que serán desarrollados más adelante: El ser humano es único e irrepetible y el ser humano es un ser llamado a ser libre y responsable.

La vida del ser humano construida con pleno sentido, en libertad, fidelidad a sí mismo (autenticidad) y responsabilidad la denominamos “existencia”. Existir significa confrontación e intercambio dialógico (encuentro) entre la persona y su mundo.

Para continuar con esta presentación analizaremos lo que se ha denominado “existenciarios”. ¿Qué son los Existenciarios?

Los existenciarios son los modos en que la existencia se da como tal en el Ahí de su ser. Lo primero a analizar será, pues, el “mundo” (Welt) del Dasein. Binswanger describió el Unwelt, el mundo de las cosas, el eigenwelt, el mundo propio y el mitwelt, el mundo con los otros.

         Consideramos como “existenciarios fundamentales” a la posibilidad, elección, responsabilidad, libertad, cura (cuidado del otro), temporalidad y espacialidad.

         La posibilidad es la clave para la comprensión del Existencialismo: “El ser del hombre es un poder ser y un llegar a ser”. Heidegger decía en Ser y Tiempo que “el Dasein es un ser-posible entregado a sí mismo, es, de un extremo a otro posibilidad arrojada”. Comienza a ser y deja de ser. Lo que muere es el ser, pero no la existencia. La existencia es más extensa que la vida. La existencia continúa porque el espíritu no muere.

Se puede leer esto en el Fedón de Platón, donde habla de la inmortalidad de la espiritualidad, en Santo Tomás que explica esta situación del espíritu que no muere, o en el mismo Frankl.

En cuanto a “libertad” podemos decir que el hombre es libre. Pero esta libertad es condicionada e incondicionada.

La libertad solamente está limitada por la misma libertad y el derecho de los demás. Esto en régimen de justicia y derecho universalmente reconocidos.

Ser libre, en sentido estricto, no es solamente “ser” sino “ser capaz de ser”, ser capaz de proyectarse y tratar de lograr realizar ese proyecto.

En realidad, la libertad se manifiesta en tres momentos que el hombre puede desarrollar: elegir, decidirse y responsabilizarse. Un ejemplo muy común nos ilustra estos tres momentos: yo puedo elegir matar a una persona. Pero luego me tengo que decidir a hacerlo. Si lo hago tengo que responsabilizarme de mi acto. La sociedad me reclamará esto último en la forma de un juzgamiento. Por lo cual
“soy libre”, relativamente, pues hay derechos y leyes. Pero si ejerzo mi libertad debo responsabilizarme ante esos derechos y leyes.

El concepto de “cura” puede ser explicado, en primer término, por su etimología. “Cura” viene del latín y significa “cuidado” de algo o de alguien. De allí su aplicación a todo lo que se refiere al “cuidado del otro” en la Psicología Existencial. Se ha extendido el concepto en la medicina por ser “la cura” el cuidado del cuerpo del otro. Con el correr de los siglos también se ha incorporado a la medicina el “cuidado del otro” en los aspectos psicológicos, sociológicos y éticos.

Por no ser tan habitual explicaremos un poco más extensamente el concepto de “temporalidad”.

Para los griegos existían, por lo menos, tres tipos de consideración del tiempo.  Cronos, tiempo cronológico. Kairós, tiempo de la oportunidad, único, irrepetible, fugaz. La duda lo detiene y si no es aprovechado, desaparece. Y Aión, tiempo eterno, prosperidad, lo que valoramos, lo que amamos. Esto nos recuerda al “eterno retorno” de Nietszche.

 

Para analizar el concepto de “corporalidad” debemos recordar que el Universo consta de cuatro dimensiones: alto, ancho, profundo y tiempo. El tiempo varía según quien lo percibe y de esto trató Einstein cuando explicó la deformación del tiempo por las ondas gravitacionales (1905). Colisión de agujeros negros y dentro de ellos, el espacio es infinito.

La “corporalidad” es un concepto muy importante en la consideración de los objetivos de un tratamiento psicoterapéutico. Ya manifestamos más arriba lo descripto por Binswanger. Este cuerpo del ser humano se manifiesta en el mundo de una determinada y única forma, se relaciona con los otros que lo perciben y lo juzgan y es vivenciado en lo que ha sido estudiado como el “esquema corporal”.

En el centro del Análisis Existencial está el concepto de “existencia”, que quiere decir, una vida construida con pleno sentido, en libertad, fidelidad a sí mismo (autenticidad) y responsabilidad. “Existencia” significa por lo tanto más que desarrollos e intercambios automatizados. Existir significa confrontación e intercambio dialógico (encuentro) entre la persona y su mundo. Si este proceso profundamente humano es obstruido o impedido, la persona no podrá actuar justa y consecuentemente consigo mismo ni con su entorno. Comenzará a sufrir –y a veces también los otros- la enajenación.

Podemos ofrecer una primera visión acerca de lo que constituye el Análisis Existencial. Pero ¿Qué es el Análisis Existencial?

·      La meta de la psicoterapia analítico-existencial es poder ayudar al otro a vivir con auto-aprobación (autenticidad).

·      El hombre alcanza la realización de su existencia cuando afirma su compromiso con los valores y se proyecta en un “sentido”.

·      ¿Cómo realizamos el Análisis Existencial? el trabajo está dirigido hacia una vivencia libre (espiritual y emocional), hacia tomas de posición auténticas y hacia una relación auto responsable con la vida (propia) y con el mundo.

 Pasaremos a considerar, muy brevemente, el aporte del Dr. Alfried Längle acerca de las “Cuatro motivaciones fundamentales existenciales” que fue publicado  en la Revista de la UCA (Argentina) en 2009: (Längle, Alfried (2009). Las motivaciones personales fundamentales. Piedras angulares          de la existencia [Versión electrónica], Revista de Psicología, Universidad Cátólica Argentina, V. 5, Nº 10.  http://bibliotecadigital.uca.edu.ar/repositorio/revistas/motivaciones-personales fundamentales.pdf  )

 

Mientras Frankl consideraba la búsqueda de sentido como la motivación más profunda de los seres humanos, recientemente el Análisis Existencial ha distinguido otras tres motivaciones existenciales (o personales) que preceden a la motivación por el sentido y que mueven al ser humano profunda y constantemente:

 

1ª MF: Al ser humano lo moviliza la pregunta fundamental de la existencia: Yo soy – pero ¿puedo ser y estar (como persona total)? ¿Tengo el suficiente espacio, protección y sostén? Una persona experimenta especialmente esto cuando se siente aceptado, lo que le permitirá a su vez tener una actitud personal de auto aceptación. – La carencia de esto conduce a la ansiedad (angustia)

 

2ªMF: Al ser humano lo moviliza la pregunta fundamental de la existencia: Yo estoy vivo – pero ¿me gusta vivir? ¿Experimento plenitud, afecto y aprecio por aquello que tiene valor en mi vida? La dedicación requiere sentir lo valioso en la propia vida. Este valor fundamental consiste en un profundo darse cuenta de que es bueno existir (“que yo soy y estoy aquí”). – La carencia de esto       conduce a la depresión.

 

3ªMF: Al ser humano lo moviliza la pregunta fundamental de la existencia: Yo soy yo – pero ¿me siento libre para ser yo mismo/a? ¿Experimento atención, justicia, aprecio, estima, respeto, mi propio valor? – Carencias a este nivel, conducen a complejos de síntomas histriónicos así como a los principales trastornos de personalidad.

 

4ªMF: Al ser humano lo moviliza la pregunta fundamental de la existencia: Yo estoy aquí – pero ¿para qué es bueno? ¿Qué puedo hacer hoy, para que mi vida sea parte de una totalidad con sentido? – ¿Para qué vivo? – Carencias en este nivel conducen a las adicciones y la dependencia.

El principal tema existencial es la interacción (“diálogo”). Los grupos de Análisis Existencial interactúan alrededor de estos cuatro desafíos existenciales: el mundo, la vida, el yo, el sentido.

Recordamos, entonces, esos cuatro desafíos existenciales: el mundo, la vida, el yo, el sentido y el futuro. Y presentamos la actitud fundamental de un Analista Existencial, formado académicamente en los niveles fundamentales de la existencia: nivel biológico, nivel psicológico, nivel axiológico y nivel trascendente, con sus correlativas interrelaciones de nivel.

         De todo lo dicho anteriormente se desprende, nítidamente, que como psicoterapeutas existenciales debemos considerar como muy importante nuestra actitud ante el otro que sufre.

         Para ello es imprescindible tener la capacidad de detenerse, comprender y recién hablar. Detenerse para no ser centro del encuentro y escuchar al otro, “atenderlo” (estar atentos). Luego o simultáneamente comprender la situación del otro, sus sentimientos, angustias, problemas y que busca. Y recién, entonces, “hablar”. Y no solamente con la palabra sino con nuestro propio cuerpo, con nuestros gestos y actitudes, con todo lo que no es, estrictamente, una conversación.

         Ante este otro que nos consulta se plantea la posibilidad de realizar un diagnóstico de la situación y de la persona. Pero ¿Qué es un diagnóstico existencial?

Dentro del marco analítico existencial, diagnosticar se puede entender como un proceso de darse cuenta y llegar a comprender un trastorno. Diagnosticar incluye la frecuencia de aparición, la estructura y las especificaciones individuales del trastorno a fin de dar una orientación para su tratamiento. NO TRATO ETIQUETAS, TRATO PERSONAS.

 

En esta relación de encuentro con el otro debemos considerar, como psicoterapeutas, la diferencia entre una situación existencial y una crisis existencial.

·      ¿Qué es una situación existencial?

Ante diferentes circunstancias de nuestra vida, un período de introspección y cambio.

·      ¿Qué es una crisis existencial? La definición de crisis existencial es el momento en el que nuestra existencia sufre un período de no comprensión y de cambio profundo. Se trata de un período de vivencias muy particulares que cada persona puede vivir de forma diferente y con diversa intensidad.

Para salir de una crisis existencial es importante tener en cuenta:

·      Reconocer que hay una crisis.

·      Ser comprensivo con uno mismo.

·      Identificar la, o las, áreas donde se manifiesta la crisis.

·      Buscar el origen.

·      Reconoce la responsabilidad personal en ella.

·      Conectarse consigo mismo.

·      Actuar responsable y auténticamente.

¿Cuál es nuestro rol y nuestra actividad profesional ante el otro que consulta?

Lo principal es tener muy presente nuestra propia posición en el mundo como personas. Es decir nuestra  identidad y nuestra “autenticidad”. Luego nuestra posición profesional como psicoterapeutas existenciales. Recordar que esto último solamente puede ser realizado por profesionales que han recibido instrucción académica universitaria y están matriculados en sus respectivos Colegios profesionales.

Una vez que explicamos, brevemente, en que consiste el Análisis
Existencial es un buen momento para referirnos, teóricamente, a autores que dieron su importante aporte. Una broma que siempre transmití a mis alumnos desde la Cátedra universitaria era decirles: “No desesperen. Con leer diez libros recomendados por mi como bibliografía pueden prescindir de mis clases y comentarios”. Los exámenes finales mostraban cuáles alumnos siguieron la recomendación y cuanto era el conocimiento adquirido.

         Realicemos nosotros el mismo ejercicio con menor exigencia y menor contenido teórico ofrecido.



En primer lugar nos referiremos al Análisis existencial de Binswanger: qué es y qué ideas propone.

Sintéticamente podemos mencionar:

1 - Apertura a la filosofía

2 – La historicidad del ser humano.

3 – La experiencia como clave del conocimiento.

4 - Existir no solo es "ser", sino "ser en el mundo con otros“

5 – El ser humano como proyecto

6 - La relación terapéutica como un horizonte de encuentro.

7 – Los tipos existenciales

8 – El amor.

9 – El sentido

El análisis existencial de Binswanger surge de la Psiquiatría del s.XIX y del s.XX, en un paréntesis histórico durante el cual coexistieron múltiples modelos teóricos tanto para esta rama del saber como para la propia Psicología (desde la introspección de Wilhelm Wundt a los modelos conductuales o el incipiente renacimiento de la cognición y de la emoción como dimensiones de la experiencia humana susceptibles de análisis), y parte de una visión fenomenológica del saber.

La fenomenología hace una alusión directa a la experiencia, tal y como se vive por el sujeto que la observa y que forma parte de ella. Se sustenta sobre la conciencia constructiva, que transforma los objetos en los que se deposita para darles de un contenido único para cada individuo, el cual supone la confluencia del ser y el existir en un todo que se postula como la más elevada fuente de conocimiento sobre el hecho humano (holismo).

 

1. Apertura a la filosofía

Binswanger fue un íntimo amigo de Sigmund Freud y elaboró junto a Carl Jung su tesis doctoral. En este sentido, se trataba de un Psiquiatra cuya formación académica seguía una línea tradicional, basada en los preceptos elementales del psicoanálisis. Tuvo por tanto un conocimiento amplio de este marco teórico, siendo además un pionero en trasladar tales enseñanzas a la Suiza de la primera mitad del s.XX.

 

No obstante, acabó sintiéndose decepcionado por la orientación excesivamente biologicista y pansexual del propio Psicoanálisis, y buscaría refugio en la Filosofía de su tiempo. De este modo conocería el paradigma fenomenológico del ser humano, que adoptaría como propio, fundando una corriente existencialista que trató de conciliar la Psiquiatría con una visión más profunda del vivir (en detrimento de las categorías biomédicas y psicopatológicas).

 2. La historicidad del ser humano

La comprensión de lo humano, desde la visión existencialista, se vincularía indivisiblemente a su realidad histórica y cultural. Cada persona estaría conformada por un cúmulo amplio de experiencias vividas, que la dotarían de una característica percepción del mundo y la vida, sin la cual no podría entenderse la patología que pudiera estar padeciendo en un momento de la misma. Este fenómeno trascendería el concepto de "aprendizaje", sumergiéndose en una dimensión temporal y narrativa del ser.

Así, la enfermedad estaría integrada dentro de la propia experiencia del sujeto que la vive, y se alzaría como una manifestación congruente con su discurso experiencial íntimo. No podría entenderse la patología como una grieta en la construcción de la realidad que el ser humano forja para sí mismo, sino que estaría vinculada con la naturalidad de otros hechos y no podría apresarse sin una escucha activa del sendero recorrido.

 3. La experiencia como clave del conocimiento

En los tiempos de Binswanger, la Psiquiatría se amparaba en el método clínico para trazar sus postulados teóricos y prácticas. De esta manera, el juicio diagnóstico se limitaba a una valoración categórica del sujeto enfermo, cuyo sufrimiento se enmarcaría en las categorías generales (y poco descriptivas) de la neurosis o la psicosis (reduciendo la individualidad que inexorablemente se vincularía a su forma de ser en el mundo).    

Con el objetivo de confrontar esta orientación, e inspirado en una emergente fenomenología, Binswanger decidió abogar por la perspectiva holística. Cómo resultado de ello, concibió una aproximación muy sensible a la integración y la unicidad, que se apartara definitivamente de la generalidad y permitiera una aproximación fiel a la patología de quienes vivían con padecimientos psíquicos.

 4. Existir no solo es "ser", sino "ser en el mundo con otros"

Para Binswanger, el concepto "dasein" (que procede del germánico y se traduce de forma literal como “ser ahí” o “ser en el mundo”) debía ser complementado para alcanzar un verdadero significado existencial. Si bien es cierto que toda persona sería un agente activo del lugar y del tiempo en el que le toca vivir, y sentiría un ineludible interés por expresar su individualidad, esta no podría ser comprendida sin las infinitas formas en las que se relaciona con otros.

Para Binswanger todo ser humano sería una realidad aislada que solo podría trascender en la medida en que se descubriera frente al otro, lo que dotaba de sentido profundo al contexto terapéutico que se establecía entre terapeuta y paciente. De la conexión entre dos mundos surgiría la expresión más pura del ser, como una realidad compartida y que gozaría de más significado al ser relatada en el espacio sobre el que se despliega (y respecto a él).

Así pues, al formar parte del mundo en el que habita, la persona no podría ser entendida al margen de aquel. Existiría una fusión entre el objeto y el sujeto, entre lo observado y el que observa, resquebrajándose su dualidad bajo el epígrafe del término “existencia”. Así pues, lo mundano y lo factible (a través de lo que la persona moldea su propia individualidad) sería el fundamento de lo que se es, más allá de las abstracciones con las que el psicoanálisis de aquel tiempo basaba sus postulados teóricos.


5. El ser humano como proyecto

Según Binswanger, cada persona tiene como proyecto vital fundamental el ser. Esto es, todo individuo aspiraría a este fin último y llegaría a satisfacerlo mediante el hecho de existir. Para el autor lo relevante del encuentro terapéutico sería el surgir natural, en la relación diádica, de las vivencias del individuo; pues en ellas se hallaría todo cuanto podía ser aprehendido de forma cierta, obviando prejuicios o doctrinas que estuviera guiando la comprensión.

En este mismo contexto, el autor defendía el término "epojé", de honda tradición filosófica y que fue recuperado por su coetáneo Edmund Husserl (pues su procedencia se hunde en el pensamiento de la antigua Grecia). El "epojé" es una práctica escéptica que defiende la suspensión del juicio e incluso del concepto de realidad que sostiene el observador, con el fin de que el hecho que se observa pueda expresarse tal y como es (sin condicionamientos de ningún tipo).

 6. La relación terapéutica como un horizonte de encuentro

El horizonte de encuentro hace referencia al contexto que nace de la confluencia entre los universos de quien escucha y de quien es escuchado, que requiere de una perspectiva fenomenológica. Con ello se pretende que el acercamiento al paciente respete siempre su historia y la reconstrucción de los hechos que de ella pudieran desprenderse en cada caso, evidenciándose tantas formas de existir como individuos habitan el mundo.

Con ello se confrontaría la visión generalista de la psiquiatría; la cual buscaba reducir con la mayor parsimonia posible la complejidad de los individuos a términos operativos en los que establecer patrones regulares, identificables y predecibles. Desde tal perspectiva se trazaría una relación de mayor horizontalidad entre el paciente y el terapeuta, aspirando este último a una comprensión total de las experiencias que conforman todo cuanto aquel es en su integridad.   

Para Binswanger, la relación entre personas sería el modo más puro de ser, pues en él se reflejaría una dualidad que extraería al sujeto de la incomunicación y del aislamiento existencial. Su pretensión era facilitar, mediante la terapia, una relación en la cual las correspondientes individualidades se mostraran en total libertad en el escenario de un vínculo transformador y fenomenológico.

 7. Los tipos existenciales

A lo largo de los años de experiencia clínica, Binswanger llegó a trazar una serie de tipos existenciales mediante los cuales describió las formas concretas de ser en el mundo (relación de un ser con otros seres o del “dasein” con la otredad), y de las que pudo inferirse un primer intento por explicar patrones de sentimiento y acción desde la perspectiva existencial. Sin la pretensión de crear una categoría formal de la personalidad, diferenció cuatro tipos: singular, dual, plural y anónimo.

El singular describiría la relación de un sujeto consigo mismo (aislado de la propia realidad). El patrón dual definiría relaciones entre dos individuos que conforman un par inalienable (como la que sucede en la verdadera amistad, en el amor de pareja o en la relación entre la madre y su vástago), mientras que el plural describiría la coexistencia con otros en el seno de la colectividad social (trabajo, por ejemplo). El anónimo, por último, reflejaría un estado de desindividuación como consecuencia de la disolución del ser en una masa, a través de la cual quedaría desprovisto de su identidad.

Todas las personas serían susceptibles de fluir entre uno u otro tipo a lo largo del discurrir de su existencia.

 8. El amor

El bullicio industrial del momento histórico de Binswanger hizo énfasis en la individualidad como acicate del desarrollo personal, lo que se oponía frontalmente a su perspectiva del ser como realidad que alcanzaba su máxima expresión al ser compartida. En este sentido, planteó como alternativa a la soledad la idea del amor (o “liebe”) del que brotaba una sana preocupación por el otro que se erigía sobre la voluntad de proveer cuidado y protección.

En todo caso, este amor no debería suponer en modo alguno una negación de las propias necesidades como sujeto individual, sino que complementaría al propio ser a través de la comunicación del mundo interior en un vínculo constructivo. En el proceso quedaría implícito que la preocupación por los demás dotaría de sentido trascendente al ser, permitiendo la transmisión de vivencias más allá de su propia finitud. Así, con el otro se equilibraría el vacío entre la soledad y la alienación de la masa.

 9. El sentido

Desde la perspectiva fenomenológica de Binswanger, el sentido de la vida no sería otro que el de ser uno mismo en el fluir constante de la historia, y hacer de la alteridad un sano complemento de la soledad. El ser supondría la relación consistente de la narrativa de la propia vida y la expresión del fenómeno de la existencia, entendido como el resultado irrepetible de un mundo que gravita en el devenir constante de los acontecimientos y las relaciones.

La enfermedad debería entenderse como una parte más de la propia existencia, integrada en ella como un suceso más, y nunca como algo aislado del resto de vivencias. Su rechazo de las perspectivas tradicionalistas fue un intento remarcable, en la historia de la salud mental, por alcanzar un paradigma de la conciencia que se enfrentara a los modelos biomédicos que dominaron el panorama científico del s. XIX.

          Pasemos ahora a Karl Jaspers. ¿Qué es el Existencialismo para Karl Jaspers?

·      Obra principal: Filosofía de la Existencia.

·      Su teoría aporta, específicamente y con claridad, conceptos acerca de las “situaciones límite”.

·      El sentido auténtico del existir se revela al hombre tan sólo en los períodos de profundísimas conmociones (enfermedad, muerte, culpa inexpiable).

·      Para Jaspers el «proyecto de vida es aquel que el hombre, consciente de su libertad, «quiere llegar a ser lo que puede y quiere ser.


Jaspers tendrá un interés especial por los temas del ser, la verdad y la realidad, temas que integran las partes de su obra Filosofía de la existencia y que se dedicará a explicar.

Lo que tiene de específico el existencialismo de Jaspers aparece con máxima claridad en su teoría acerca de las “situaciones límite”.

Los tres factores que intervienen en su filosofía son amor, destino y libertad.

Según Jaspers, el sentido auténtico del existir se revela al hombre tan sólo en los períodos de profundísimas conmociones (enfermedad, muerte, culpa inexpiable).

Para Jaspers el «proyecto de vida es aquel que el hombre, consciente de su libertad, «quiere llegar a ser lo que puede y quiere ser.

Karl Jaspers: los tres factores que intervienen en la filosofía son amor, destino y libertad.

 

Y por último hagamos referencia a los aportes del Dr. Viktor E. Frankl. ¿Qué es el Análisis Existencial para Viktor E. Frankl?

Viktor Frankl, se ocupó en la Viena de los años 20, primero con el Psicoanálisis de Sigmund Freud y después con la Psicología Individual de Alfred Adler. En la discusión con estas corrientes de psicoterapia él notó, que la psicología profunda de entonces, no tomaba en cuenta un fenómeno humano importante o bien lo trataba en un nivel inadecuado: la búsqueda del ser humano de un sentido en su existencia.

Cuando Frankl chocó con el rechazo de Adler por su preocupación por una "rehumanización de la psicoterapia" comenzó, como un "marginado" de las corrientes de psicología profunda, a desarrollar su "psicología de las alturas".

Frankl comenzó, ya en los años 20, a exigir explícitamente una "Logoterapia", sobre la que reflexionó por primera vez en 1925 en un artículo fundamental. A partir de 1933 empleó la

designación de "Análisis Existencial", al que fundamentó teóricamente en 1938 y luego exhaustivamente en 1939 en un artículo propio.

Ya en 1939 atribuye Frankl al Análisis Existencial una tarea doble: "Visto así, la psicoterapia se vuelve Análisis Existencial en sentido doble: ella se transforma en análisis de toda la existencia (eros y logos, ethos) y se transforma en Análisis hacia la existencia (ser humano, Dasein como ser responsable). Es de notar aquí, el concepto amplio de existencia, que incluye la emocionalidad (eros). (Conveniente leer TEORÍA Y TERAPIA DE LAS NEUROSIS: Iniciación a la logoterapia y al análisis existencial. Ed. Herder)

En alemán hay dos palabras distintas que habitualmente se traducen al español como ‘espiritual’, creando malos entendidos: "spirituell" (que aludiría a lo que comúnmente en español se significa como espiritual, esto es lo trascendente ligado a la trascendencia metafisica y religiosa), y "geistig" (lo mental, dimensión libre del ser humano, desde donde toma posición, dimensión de la conciencia moral). Frankl siempre habla de ese “geistig”, en el sentido “mental”, pero está siempre traducido con “espiritual”. Eso produce más confusión.

Nos dice Alfred Längle en una descripción sistematizada del Análisis Existencial, según Frankl:

a) Análisis Existencial "es un análisis de la persona concreta" (en Psicoanálisis y Existencialismo). Con ello es un "análisis en sentido óntico" (ídem) que lleva "al enfermo hasta la vivencia radical de su responsabilidad"

Por consiguiente, se trata en el Análisis Existencial, de un proceso de concientización. "Hacerse consciente de tener una responsabilidad, hacerse consciente del motivo espiritual principal de todo ser humano, hacer consciente lo espiritualmente inconsciente".

Esto lo diferencia del Psicoanálisis, continúa Frankl, en el cual se trataría de "hacer consciente lo instintivamente inconsciente". De ahí que el Análisis Existencial quiera hacer consciente "aquella espiritualidad no reflexionada, como aparece en todos los actos de conocimiento originarios y decisiones de conciencia (y) se denomina existencia” (ídem

168).

Porque "al fundamento del ente (Wesensgrundlage) del Dasein espiritual del ser humano" le corresponde que "siempre consta de ejecuciones de actos irreflexionados - mejor dicho ‘sucede inconscientemente’". En este sentido "también lo espiritual en el ser humano es en último término inconsciente" (ídem). Por su tarea de hacer conciente, es el Análisis Existencial pues, "psicoterapia hacia lo espiritual - como se puede definir el Análisis Existencial"

Lo que el Análisis Existencial quiere en último término, es este autoconocimiento del ser humano en cuanto a su libertad.

El Análisis Existencial puede de este modo comprenderse como "explicación de existencia óntica"  y como tal una psicoterapia  Es decir que se trata para el Análisis Existencial del tratamiento de la persona singular, y esto es en especial de la concientización y el despliegue de su libertad.

Análisis Existencial sería en esta concepción una recuperación terapéutica de aquello, que un ser humano no pudo ver en la biografía.

Ya en 1939 atribuye Frankl al Análisis Existencial una tarea doble: "Visto así, la psicoterapia se vuelve Análisis Existencial en sentido doble: ella se transforma en análisis de toda la existencia (eros y logos, ethos) y se transforma en Análisis hacia la existencia (ser humano, Dasein como ser responsable). Es de notar aquí, el concepto amplio de existencia, que incluye la emocionalidad (eros).