Dr. Frankl y Dr. Martínez-Romero en Caracas 1985

sábado, 21 de marzo de 2020

LOGOTERAPIA GRUPAL - Notas para una práctica con sentido y fundamentación analítico-existencial



PROLOGO DEL LIBRO POR EL DR. CLAUDIO GARCÍA PINTOS

     ¿Compartiría usted conmigo un café en un tranquilo bar de pueblo para que le explique el valor de este libro? Afortunadamente, no será necesario distraerlo en una cita, cuando usted está, ahora mismo, dispuesto a descubrirlo.
Con una invitación similar, el Dr. Martínez-Romero Gandos, invita al lector a dialogar sobre la importancia y alcances de una terapia grupal fundada en los principios del Análisis Existencial de Viktor E. Frankl.  Y no se trata de una figura, más o menos ocurrente, para la presentación de su trabajo.  Es, propiamente, expresión fundamental de la analítica-existencial, que supo hacer del encuentro, un recurso revelador de la persona espiritual.   ¿Por qué?
Porque partimos de una ontología dimensional frankliana, que nos ha permitido superar una insuficiencia antropológica sufrida por las –llamadas- ciencias del hombre; esa carencia, nos llevaba a hablar tan solo de individuos, objetos, sujetos, hombres, pero nunca de personas. Frankl habilita, entonces, la dimensión espiritual como cuestión psicoterapéutica, y a partir de allí, le permite a la misma persona espiritual, manifestarse más plenamente, tanto en sus clamores como en sus recursos.
   Esta persona espiritual “es” autotrascendente, y, si bien en ella está todo lo que necesita para plenificarse (es insummabile, según la segunda de las diez tesis sobre la persona), para actualizar esa plenitud debe salir al encuentro del afuera plenificante. Es decir que, si no salgo de mí al encuentro del universo que está fuera de mí (los otros, el Otro, el mundo circundante, los valores), mi plenitud solo será una potencialidad no desplegada.  Cómo podría plenificar mi ser padre, si no hubiera primero un hijo; cómo podría plenificar mi ser docente, si no hubiera primero un educando; cómo podría plenificar mi ser terapeuta, si no hubiera primero alguien que viene buscando ayuda. Porque, ese afuera plenificante, no es una condición más, es una prioridad ineludible.  Recordemos la sentencia que señala que, “el Tú antecede al Yo
   Esta naturaleza autotrascendente, se manifiesta en nosotros a través de dos tendencias transitivas, que llamamos tendencia a la asociación y tendencia comunitaria.    La primera (asociación) nos define como seres sociales, y esta condición podríamos definirla como estar-con-los-otros.  Por eso armamos sociedades, que tienen por objetivo asegurarnos la supervivencia (seguridad, alimento, orden, educación, etc) Esta misma tendencia, la viven los animales, y en ellos lo llamamos instinto gregario. Ellos también saben que “solos” significa riesgo de perecer.  Las sociedades se organizan en torno a leyes, de alguna manera consensuadas, que pueden modificarse con futuros consensos. El cumplimiento de la ley significa la sustentabilidad de la sociedad.
   La segunda (comunidad), nos define como seres comunitarios, y esta condición podríamos definirla como un ser-con-los-otros.  Por eso mismo vivimos en comunidades, que tienen por sentido promover en nosotros la realización personal. Esta tendencia es exclusiva de la persona, porque las comunidades se organizan a partir de los valores (respeto, responsabilidad, lealtad, fidelidad, solidaridad, etc.), y los animales no pueden acceder al universo valorativo. 
   No es lo mismo “estar” que “ser”, y ambas cosas son importantes para el despliegue personal. Por la primera, “pertenezco” a una sociedad, y, por la segunda, “participo” de una comunidad.
Si esto que estoy planteando de manera sobresimplificada, es cierto, comprendemos fácilmente que esta persona espiritual, autotrascendente, con vocación comunitaria, vive al “encuentro” como su medio más propicio.  Diría que es un ser para el encuentro.  De modo tal que, siempre que pueda vivirlo, todo encuentro es propicio para que se revele en su mejor magnitud (decíamos antes, “expresión fundamental de la analítica-existencial, que supo hacer del encuentro, un recurso revelador de la persona espiritual”)   Cuando la persona no vive el encuentro, se “rebela” (de rebeldía); cuando puede vivenciarlo, se “revela” (de revelación).  La diferencia no es menor.  (no solo cambia “b” por “v”)
Así, el encuentro terapéutico grupal que propone el autor, responde a la naturaleza de la persona espiritual, potencia sus mejores recursos autotrascendentes y se despliega como una dinámica de ayuda mutua.
   La psicoterapia siempre ha tenido un sesgo preponderantemente individual. Sin embargo, existen muchos sistemas que han hecho de la psicoterapia grupal, un recurso formidable para algunas personas que requieren o reclaman, una dinámica distinta, compartida.  No solo desde el psicoanálisis, sino también desde la Gestalt, sistémica, transpersonal, cognitivo-conductual, encontramos desarrollos de este tipo.  Lógicamente, también desde la analítica-existencial frankliana. En especial, en los últimos años, he sabido de programas o intentos de sistematizarlo como método. Sin embargo, no conozco ninguno con sólido fundamento teórico o práctico. En este punto podemos comprender el valor de este libro.
   El Dr. Martínez-Romero Gandos es uno de los pioneros en este tema. Recuerdo hace ya muchos años, sus primeros avances en Buenos Aires, cuando a nadie se le ocurría poder sacar a la Logoterapia de la consulta individual. De allí en más, un trabajo serio de estudio, investigación e implementación, lo ha mantenido a la vanguardia del tema, con una amplísima participación en diferentes ámbitos. De hecho, este texto da cuenta de algunos de los valiosos aportes que ha realizado en todos estos años.
Recorriendo solo el índice, ya comprendemos la importante sistematización que ha hecho de los mismos, ordenándolos de manera muy didáctica, para que el lector interesado pueda ir siguiendo, desde la comprensión del fundamento, hasta el modo de implementar, su propuesta grupal basada en la teoría frankliana.      
   La edición de este libro es una alegría para los que conocemos la trayectoria y trabajo del autor, es una ayuda, para los interesados en las psicoterapias grupales y un aporte fantástico para el avance de la Logoterapia aplicada.
   Sin dudas, muchos, al finalizar la lectura del texto, quedarán con deseos de saber más de su vasta experiencia al servicio de la persona.  Tal vez sea entonces una buena ocasión para tomar con él, ese café que quedó pendiente desde la introducción.

Claudio García Pintos                                Buenos Aires, Argentina


Fecha de publicación: 10 de marzo de 2020


INDICE:
Prólogo por el Dr. Claudio García Pintos - 

INTRODUCCIÓN: Porqué y para qué grupos. - 
 
Capítulo 1.  La trascendencia de la obra del Dr. Viktor E. Frankl en nuestra práctica logoterapéutica - 

Capítulo 2. ¿Es posible fundamentar, desde la Analítica Existencial, la Logoterapia Grupal? - 

Capítulo 3.  Reto de la Logoterapia grupal. La auto-trascendencia recíproca. - 

Capítulo 4.  Comunicación y Logoterapia - 
.
Capítulo 5.  Apelación y cura. - 

Capítulo 6.  Instrumentos fundamentales en la aplicación de la Logoterapia Grupal. -

·         La apelación.
·         El encuentro.
·         El auto-distanciamiento
·         La esperanza.
·         Empatía y asertividad.

Capítulo 7.  La técnica al servicio del Hombre - 

·         La formación de los grupos
·         Apertura y cierre
·         Ejercicios de participación grupal
1.    Culpa
2.    Posibilidad
3.    Libertad
4.    Responsabilidad
5.    Cura
6.    Espacialidad
7.    Temporalidad
·         Otras intervenciones   
            a) Máscaras.
            b) Títeres
            c) Ejercicio de la Cordillera
            d) Otras técnicas propias de la Dinámica Grupal

Capítulo 8.  Los grupos solidarios. - 

            a) Grupos con ancianos (Misión y dimisión de la familia)
            b)  Grupos con niños y ancianos.
            c)  Grupo de padres que perdieron hijos
            d) Grupo de mujeres víctimas de violencia doméstica
            e) Grupo de personas que buscan empleo
            f)  Grupo de inmigrantes

Capítulo 9. CONCLUSIONES - 

Bibliografía -



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