Dr. José
Martínez-Romero Gandos
A Coruña,
Galicia, España
2015
"Yo había
encontrado mi religión: nada me parecía más importante que un libro.
En la biblioteca veía
un templo." Jean-Paul Sartre
RESUMEN: En esta presentación queremos destacar los avances
realizados en el Análisis Existencial y la práctica de la Psicoterapia
Existencial. Muchos trabajos presentados en varios Congresos de carácter
internacional nos hablan sobre el desarrollo de esta práctica. Los
Psicoterapeutas Existenciales debemos trabajar para mostrar al mundo nuestros
proyectos, práctica e investigación de acuerdo a los conceptos fundamentales de
esta teoría. Tenemos que aumentar nuestro bagage teórico que nos lleve a releer
a los autores clásicos. Proponemos
con este trabajo una comparación entre autores clásicos.[1]
SUMMARY: In
this presentation we want to emphasize the advances that have been realized in
the Existential Analysis and Psychoterapy practice. A lot of works presented in
several Congress of international character speak to us about the Existential
Analysis development. The intention of the Existential Psychotherapists is to
work to show to the world our projects, practises and investigations in
agreement to the fundamental concepts of this theory. We need to increase our
theoretical bagage returning to re-read classic authors. We propose in this
work a comparison between classics authors.
En esta
presentación deseo subrayar el desarrollo continuado e intenso de los trabajos
teóricos y clínicos en el campo de la Psicoterapia Existencial en Latinoamérica
en los últimos quince años. Trabajamos para mostrar al mundo como promovemos,
proyectamos, practicamos e investigamos según los principios de la Analítica
Existencial. Del tronco central de nuestra teoría se desprenden ramas que
aportan las diversas miradas enriquecedoras.
En el XIII
Congreso Argentino de Logoterapia realizado en el año 1998, a poco de sufrir la
comunidad científica la desaparición física de Viktor E. Frankl, me permití
anunciar en una presentación la necesidad para la Logoterapia de entrar en el
S. XXI sin la presencia del Maestro pero contando con sus consejos precisos y
admirables. Proceder a su desarrollo sin la presencia de “gurúes” surgidos tras
su desaparición. Parece que, en ese sentido, vamos por el buen camino.
La Psicoterapia
Existencial nos exige a los responsables de su realización en el campo de la
Salud una marcha hacia el
desarrollo por los caminos de la fundamentación, de la aplicación de la teoría
a la práctica, de las investigaciones basadas en tests y estadísticas y en
nuestro compromiso.
Este compromiso obliga a
considerarla más que una mera ciencia como un elemento de arte y sabiduría
donde técnica y encuentro desaparecen como dicotomía.
Son claras las necesidades de
nuestra disciplina en el campo investigativo. Es una tarea que, con agrado,
hemos desarrollado muchos de nosotros y que ha promovido numerosos discípulos
que aplican esos avances con creatividad y responsabilidad.
Pero no se han realizado los
estudios comparativos necesarios entre diferentes autores, no se ha producido
la tan necesaria sistematización de datos, no somos muy afectos a la validación
de nuestra tarea por jueces externos por aquello de sostener la “co-visión” y
rechazar la “supervisión” y las comunicaciones entre investigadores son muy
pocas y se limitan a estos encuentros periódicos.
Es necesaria una mayor
motivación para que aumente la asistencia a cursos dictados por prestigiosos
profesionales que ayuden a dilucidar definiciones operacionales fundamentales
sobre conceptos como, por ejemplo, “auto-trascendencia”, “libertad”,
“responsabilidad”, “sentido de vida”, “el poder desafiante del espíritu”,
“situación límite” y “capacidad de enfrentar la enfermedad”, especialmente en
las enfermedades graves, crónicas o terminales.
Esta
descripción de los aspectos principales a tener en cuenta para la validación
del Análisis Existencial y la Psicoterapia Existencial quiere animarlos y
desafiarlos, en su más profundo sentido etimológico, para que contribuyan con
su trabajo y creatividad al desarrollo de esta disciplina.
Nuestro trabajo es algo más que
una técnica. Es apelación. Es cura del otro. Es arte y compromiso. Debemos
transmitir nuestro poco saber a los jóvenes, Psicoterapeutas Existenciales del
siglo XXI, quienes deben mantener encendida la antorcha que guiará nuestras
investigaciones.
Lo obvio, lo cotidiano, lo rutinario
no aparece ante el experto, en este caso el Psicoterapeuta, de acuerdo a
cánones académicos que puedan ser predeterminados. Nuestro sujeto de análisis
está determinado por su proceso histórico y el “aquí y ahora” de su
circunstancia. Esa Persona frente a nosotros es el producto de su temporalidad,
de su “anclaje” inevitable a un “dasein”, de su modo peculiar de
ser-en-el-mundo que se encuentra con otro, en este caso un profesional, que
apela a él para que lo ayude a superar esa circunstancia limitante y produzca
una respuesta “singular, única e irrepetible”.
No es simple el mecanismo mediante
el cual la Ciencia pretende alcanzar “objetividad”. Cuando el fenomenólogo
encara este aspecto del conocimiento llama “objetividad” al no-cubrimiento de
la realidad. Pretende aceptar que no es él, el científico quien alcanza “cierto
grado de objetividad”. Es la “subjetividad” del entrevistado quien la
“des-cubre”. El paciente y su realidad, establecen un diálogo, una comunicación
en la que ésta se revela a los ojos del Psicoterapeuta que la quiere ver.
La Psicoterapia es el ámbito del
encuentro, ideal, casi experimental, en el que se favorece un clima de coexistencia
honda y profunda. Todos los recursos disponibles para el terapeuta no deben
basarse en un “sistema” sino en una “actitud” que favorezca la eclosión de la
intersubjetividad. Solamente en la comunicación con el otro descubrimos y nos
descubrimos. Es el comienzo del “asombro”, fundamento de la Filosofía.
Para poder comprender este proceso y
avanzar, día a día, en el conocimiento del otro debemos formarnos a partir de
la comunicación interprofesional que tiene una faz importante en la realización
de Congresos como en el que estamos inmersos.
Mi misión, en esta oportunidad, se
vería colmada en su realización si pudiera transmitirles el interés que
despierta en los ámbitos científicos el desarrollo de la Analítica Existencial,
especialmente en el área Latinoamericana. Europa siempre ha sido centro de su
desarrollo y ha realizado en Londres, en mayo de 2015, un Congreso Mundial de
Psicoterapia Existencial y el próximo se realizará en Buenos Aires en abril de
2019.
Nuestra alegría inicial deja paso a
cierta desazón porque contamos en Latinoamérica con escasas publicaciones y nos
falta acceder a su traducción al inglés para su lectura universal. Dejo
constancia del elevado desarrollo de la Analítica Existencial en China, Rusia,
Grecia y por supuesto en Austria, Inglaterra, Francia y Países Bajos. A ellos
debemos llegar con nuestras investigaciones y proyectos
Un camino siempre oportuno es la
re-lectura de los autores clásicos en nuestra disciplina. Este camino tiene
muchos puntos de inicio, muchas bifurcaciones y accesos laterales. Un modo
habitual, lleno de seguidores y también detractores, es comenzar por Heidegger.
Nos dice Ludwig Binswanger que
“entendemos por análisis existencial un sistema antropológico que apunta a la
esencia del ser humano. Su nombre y su base filosófica derivan del “Análisis
del ser” de Heidegger. Es un mérito suyo el haber descubierto una estructura
fundamental de la existencia y el haberla descripto en sus partes esenciales,
es decir, en su estructura de ser-en-el-mundo.”
Mucho hay que leer y trabajar en
seminarios para comprender cabalmente la obra del autor de “Ser y Tiempo”.
Es lo que ha hecho Binswanger en su
tiempo para poder afirmar, luego, que
“Todo esto nos lleva solamente a las puertas más exteriores de la ontología
fundamental de Heidegger o de su “Análisis del ser” y justamente al umbral del
análisis antropológico o existencial, que se inspiró y fundó en el primero. (…)
A este propósito debo mencionar que mi crítica positiva de la teoría de
Heidegger me ha conducido a ampliarla: al ser en el mundo como ser de la
existencia por amor a mi mismo (que Heidegger denominó “cuidado” o “cura”,
yuxtapuesto al “ser-allende-el-mundo” como ser de la existencia por amor a
nosotros.”
Riquísimo camino si optamos por
estudiar profundamente a Binswanger. Camino lleno de oportunidades y
conocimiento porque en él nos encontraremos con referencias a E. Minkowski, a
Erwin Straus y a von Gebsattel y un atajo hasta los trabajos de Roland Kuhn
sobre Interpretaciones de las máscaras en el test de Rorschach escrito en el
año 1945.
Seguramente no nos quedaremos
extasiados solamente ante la escuela alemana que aún puede completarse con los
magníficos trabajos de Von Uexküll y de von Weizsaecker, firme defensor de la
unidad polar entre sujeto y objeto.
Un camino al que éramos afectos los
que estudiábamos la Psicología Existencial allá por los años 1970 en Buenos
Aires era el seguimiento y lectura de los autores de lo que podríamos denominar
“la Escuela Francesa”: Sartre, Simone de Bouvoir o Eugène Minkowski.
Un mentor y formador de varios
discípulos algunos aquí presentes, el Dr. Pablo Rispo, que lamentablemente no
está entre nosotros, nos introdujo en el estudio de Sartre, Binswanger y
Minkowski junto a su esposa Francoise Minkowska especialista en Rorschach,
entre otros.
Como anécdota agregaré que en los
círculos estudiantiles y en algunas cátedras se discutía la formación en la
Analítica Existencial de Jacques Lacan, que más tarde se uniría al
Psicoanálisis, formando su propia escuela de conocida influencia en círculos
porteños.
No acreditaban la formación
existencial de Lacan nuestros colegas y buscaban subterfugios innecesarios para
su justificación. Frutos en el camino que no esperaban encontrar.
Las principales raíces como
exponente de la corriente existencial de J.P. Sartre abrevan en la afirmación
que todo acto humano contiene una intencionalidad de conciencia, distinguiendo
tres regiones del ser: el ser-en-sí, el ser-para-si y el ser-para-el-otro. Sus
descripciones sobre la vivencia de la nada, la vivencia de la angustia y su
manifestación principal el vacío existencial dieron pié a la formulación de
estudios de otros importantes autores.
La concepción de Sartre de las tres
dimensiones temporales (pasado, presente y futuro) y de los éxtasis de la
temporalidad reconocen la influencia de Heidegger. Decía Rispo que “Sartre era
el filósofo de la acción”. Sartre criticó a todos los teóricos que hablan del
ser del hombre sin un compromiso social adecuado. A partir de una
interpretación malintencionada por parte de ciertos círculos de la influencia
negativa de Sartre en la formación de Analistas Existenciales su figura y su
obra no han sido estudiadas convenientemente. Es un camino que sugiero
transitar sin prejuicios y abrevar en los múltiples e importantes aportes de
este autor.
Dijimos que los caminos son
múltiples. Podemos seguir esta andadura por la referencia a Sartre y llegar a
Holanda. Una anécdota que pocos conocen es aquella que describe la visita de
Sartre y Simone de Bouvoir a Holanda. Lo hicieron en el año 1946. Sartre fuera
invitado por van Lennep a dar una conferencia en la ciudad de Utrecht donde él
era profesor. Acababa de terminar la IIa. Guerra Mundial y Sartre llevaba
publicadas novelas y estudios filosóficos.
Los neerlandeses no conocían esa
obra apreciada por los intelectuales del mundo entero. Sabían y consideraban que
Sartre no era ni el primero, ni el principal, ni el más original de los
pensadores existenciales de post-guerra. Se apreciaba, sí, que fuera uno de los
pensadores que vulgarizaran el pensamiento de esta corriente filosófica a
través de obras de teatro y novelas.
Recordamos que la influencia
principal de Sartre consistía en su pensamiento dominado por la tesis de que el
hombre es libre. Esta libertad es la consecuencia directa de la conciencia
humana que distingue a éste de otros hombres y de las cosas. Se puede afirmar,
entonces que el hombre es el único que puede dar sentido a su vida. Una
conciencia que lo condena a ser libre pues sabe que aún en el encuentro con
otro hombre su existencia es única e irrepetible y esta condición lo aparta en
una soledad inevitable.
Ni muy conocido y bastante criticado
en los Paises Bajos Sartre fue invitado para poder realizar coloquios
destinados a aclarar su pensamiento. A sus conferencias asistieron críticos y
defensores. Entre los que lo apoyaban, D.J. van Lennep, opuesto vigorosamente a
sus detractores considerando que sus estudios filosóficos y psicológicos “son
de la máxima importancia para la psicología científica” (van Lennep dixit).
Van Lennep había nacido en Suiza y
se había radicado en Utrecht donde creó la Oficina Municipal para la
Orientación Profesional. Dirigiera, asimismo, la Fundación Nerlandesa para la
Psicotecnia, aún sin formación específica y proviniendo de la Teología. Sus
colegas lo consideraban una feliz combinación de hombre de ciencia y un
visionario intuitivo, atribuyéndole cierta genialidad. Todo esto en medio de
controvertidas opiniones sobre la moda de la Quiromancia, la Grafología y la
Astrología, imperante por esos años en varias partes de Europa.
Su actitud comprometida lo llevó a
terminar estudios de Psicología y cierra estos cursos con una Tesis sobre los
fenómenos de la proyección que defiende en los años 40, tesis dirigida por H.
C. Rümke, de la Escuela de Utrecht, famosa ya por sus integrantes, destacando
su jefe F.J.J. Buytendik.
En esta Escuela se sostenía el
método fenomenológico en oposición a la Escuela de Amsterdam, que sostenía
tesis positivistas. El principal aporte de sus elucubraciones se centraron en
la consideración de la importancia del conocimiento intuitivo como algo más importante
que el conocimiento de técnicas y métodos. Era para ellos importante “el
encuentro” de un hombre con otro hombre y no la investigación distante de sus
cualidades psicológicas.
De ahí la importancia de invitar a
Sartre cuyo “Ser y la Nada” influyera positivamente en van Lennep a pesar de su
origen teológico y las ideas en boga sobre las diferencias entre la posición
ética protestante y el nihilismo sartriano. No coincidía Sartre ni moralmente
ni políticamente con los integrantes de la Escuela de Utrecht, caracterizados
por una “burguesía liberal”.
Van Lennep aprovechó muy bien esta
visita y las discusiones con Sartre. Dos años más tarde, en 1948, publica en
Holanda su obra fundamental: El Test de las 4 Láminas”. Posteriores
investigaciones y presentaciones en Estados Unidos permitieron su aplicación y
difusión en el mundo anglosajón. Hacia 1984 “descubrí” este test, comencé
solicitando autorizaciones, realicé traducciones, ensayos clínicos y la
decisión de elaborar una versión propia de las láminas ante la imposibilidad de
conseguir las originales, salvo por fotocopia de la Biblioteca del Congreso de
los Estados Unidos.[2]
El objetivo que se propuso van
Lennep fue el de describir las actitudes de un sujeto ante la vida, basado en
que tales actitudes dependen de la estructura y dinámica de la personalidad
cuando ésta se pone en juego en las relaciones sociales. La aplicación de esta
prueba en el marco de una teoría analítico-existencial, con la consideración de
aproximaciones fenomenológicas y teóricas por varios años, fue labor de un
equipo que remataría su actuación con la autoría de un libro aún inédito que
firmamos junto a la Dra. Marta Guberman.[3]
No es menor el aporte de van Lennep
al concepto de “proyección” para ser considerado por la Analítica Existencial. En
un artículo titulado “Proyección y Personalidad” (1957)[4][5],
van Lennep concentra a los fenómenos que han recibido el nombre de “proyección”
en dos grupos, con dos subdivisiones. Un grupo está constituido por la
percepción de los seres humanos, y el otro, por la percepción de las cosas (Van
Lennep aclara que esta distinción se debe a que él considera muy diferente el
encontrarse con un objeto que con un sujeto.) A su vez, cada uno de ellos,
puede ser vivenciado en consonancia con las propias emociones, o como
contraparte de las mismas. De este modo, el autor holandés describe cuatro
formas de proyección, que llamará A, B, C y D respectivamente. Cuando una
persona proyecta, en la medida que busca para ello a objetos o a seres que le
sirvan como análogos de su propio mundo, no se manifiesta abierto al mundo,
sino que se distancia de él y se reproduce a sí mismo en el afuera. Más
aún: no sólo se distancia del mundo, sino también se distancia de sí mismo,
porque al arrojar algo fuera y objetivarlo, nos distanciamos de ello, como si
no fuera de nosotros.
Utilizar la
frase “los caminos del conocimiento de la Analítica Existencial” remite a la
comparación con los propios caminos de nuestra existencia. Hace unos años
decidí vivir muy cerca de donde confluyen los variados caminos que llegan a
Santiago de Compostela. Más que señalar aquí algún contenido religioso me
refiero, por su influencia en la cultura, al conocimiento que aportaron durante
mil años peregrinos de todo el mundo que se “encontraron”, unos con otros, y
dialogaron sobre las realidades de sus mundos de origen.
Mucho
podríamos dialogar aquí sobre los aportes de numerosos autores que me he
permitido señalar, brevemente. Otros tantos servirán de fundamento teórico a
otras presentaciones en este Congreso. Pero no quisiera dejar de señalar los
aportes que ha realizado a nuestra práctica psicoterapéutica el Dr. Viktor E.
Frankl. Llegaba Frankl en 1986 a esta ciudad de Mendoza para recibir un
Doctorado Honoris Causa por la Universidad del Aconcagua. Uno más entre otras
decenas de Universidades que lo honraron con ese título. Fui testigo de la
emoción que sintió al ser invitado a contemplar la Cordillera de los Andes
desde la terraza de la Intendencia Municipal de la ciudad de Mendoza. Allí dejó
dicho que, por su condición de alpinista, su cansancio por el largo viaje
transatlántico estaba justificado con creces. Más tarde, ante un bullicioso y
crítico público estudiantil que colmaba la sala donde recibiría el Doctorado
Honoris Causa, rechazado en principio por ellos porque esperaban fuera otorgado
por primera vez en esa Universidad a un Psicoanalista, Frankl dictó una de las
conferencias más brillantes que yo escuchara. El contenido de esa brillante
exposición está en los libros aguardando vuestra lectura.
Como aguardan,
diría yo expectantes por contribuir al desarrollo de la Psicoterapia
Existencial, libros de Martin Buber, Dilthey, Marcel Gabriel, Husserl, Jaspers,
Kierkegaard, Lukas, May, Minkowski, von Uexküll, von Wizsäcker, Yalom y tantos
otros.
Reitero mi
consejo luego de 40 años de profesión: buena lectura para todos y mejor diálogo
y encuentro entre colegas.
[1]
Revisión del trabajo presentado en ocasión de celebrarse el VI Congreso Latinoamericano de Psicoterapia
Existencial. Mendoza, septiembre de 2013.
[2]
van Lennep, D. J., “Test de los 4 cuadros” (Four pictures Test) en Anderson y
Anderson, Técnicas proyectivas del diagnóstico psicológico, 2ª. edición,
Ediciones Rialp S.A., Madrid, 1968.
[3]
Martínez-Romero, José – Una prueba proyectiva existencial: test de las 4
láminas de van Lennep, publicado en el Boletín informativo Nº 46, Año XVI,
abril de 2003 de la Asociación Argentina de Estudio e Investigación en
Psicodiagnóstico.
[4] En David, H., von Bracken, H. y col
Teorías de la Personalidad Bs. As., EUDEBA, 1977 (4º ed) capítulo XV
[5]
Van Lennep, D.: Proyección y Personalidad en David, H y col. “Teorías de la
Personalidad”, Bs. As. Eudeba, 1977, Cap. XV
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