Dr.
José Martínez-Romero Gandos
A
Coruña – Galicia - España
jmrsentido@gmail.com
Me gustaría recordar que
desde hace muchos años vengo recomendando a colegas y estudiantes la necesidad
de formarse. Para ello es imprescindible la lectura de los libros de Frankl y
sus conferencias. Pero también es imprescindible la lectura de autores que
fundamentan el Análisis Existencial, base doctrinal que Frankl señala como
fundamento de su postura.
En mayo de 2021 presenté en Amazon mi libro que
titulé: “LOGOTERAPIA GRUPAL. Notas para una práctica con sentido y
fundamentación Analítico-Existencial” (Martinez-Romero Gandos, J 2021). Señalé,
en esa oportunidad, las dificultades enormes que generó un contrato anterior de
publicación que no permitió la llegada del libro al público por su elevado
costo. Decidí reformular lo propuesto en ese libro con una nueva redacción y
aportes, publicada en forma de e-book y ofrecerlo en una red de forma accesible
en un futuro cercano. Lo he gestionado personalmente y tiene forma de apunte
universitario.
Me van a permitir realizar
algunas consideraciones generales antes de abordar el tema que he propuesto
para hoy: La Logoterapia como promotora de la trascendencia recíproca en los
grupos.y
Vamos a hablar de grupos,
verdad? Haremos, pues, algunas consideraciones al respecto.
Los grupos humanos existen
desde nuestra pre historia. Miles de años de evolución del proceso de hominización,
siempre en grupos, dejando huellas a lo largo de ese proceso.
El Dr. Alberto Araica, de
México, conversando con el Dr. Mucci de Buenos Aires se centraba en algunos
aspectos referidos a las estructuras sociales que determinan conductas grupales
de apatía o indiferencia frente a las migraciones o a la violencia,
especialmente en Latinoamérica. Mostró en esa conversación la difícil situación
de los marginados en Latinoamérica y sugirió que nuestra tarea, además de
superar las diferencias que nos separan y nos cohíben, es ayudar a visibilizar al
invisibilizado por el sistema.
En anterior edición de los Premios
Goya (España) se entregaron cuatro estatuillas a la película ADUELa película
ADU ganó cuatro estatuillas, entre ellas al mejor actor revelación. La película
muestra el drama de la emigración de personas de etnia africana que intentan
alcanzar Europa. Un niño y su hermana intentando alcanzar la bodega de un avión
y miles de subsaharianos intentando saltar la valla en Melilla simbolizan el
drama producido en muchos países. Latinoamérica no es extraña a estos
acontecimientos sociales de urgente necesidad de solución.
El Dr. Araica señaló que la
Logoterapia es muy rica y de ella puede surgir una propuesta desde la
Alteridad. Precisamente Alteridad y Alienación desde una perspectiva
existencial en migraciones es el tema de mi Tesis Doctoral[1]. También lo he aplicado en
mis intervenciones grupales en la asistencia a mujeres víctimas de violencia
doméstica, propuesta especialmente desarrolladaen Galicia por varios años luego
de mi traslado a esta Comunidad hace 20 años.
El conocer el alcance en
cada comunidad de esta actitud violenta hacia las mujeres, deleznable, y actuar
para liberar a las víctimas de su situación esclavizante es un desafío de
carácter obligatorio para lograr un acercamiento al otro que ayude a eliminar
esa violencia. Actuación profesional y difusión de un mensaje a las víctimas
para que encaren con valentía su lucha.
Nos decía el Dr. Araica que
la antropología frankleana puede ayudar con propuestas que permitan superar esa
situación afirmando la alteridad de las personas que padecen o sufren por la
indiferencia y apatía de los sistemas establecidos, debiendo todos reaccionar
con un compromiso cotidiano con el que está a mi lado, basados en los valores y
en el monantropismo.
Resumió su postura diciendo
que necesitamos probar el carácter subversivo del sentido y rechazar los
fundamentalismos.
El concepto de “subversivo”
levantó réplicas de algunos colegas por unirlo estas personas a las actividades
agresivas o violentas. Yo intenté mediar en cuanto a las definiciones
operacionales que el término suscita proponiendo asimilar el concepto al de
“empoderamiento” para señalar lo que los desposeídos o violentados deben
conseguir para encontrar ese sentido.
Debemos actuar como
Logoterapeutas facilitando la formación de grupos en las comunidades que nos
permitan intervenir en las distintas áreas de la vida social. Roberto Mucci,
nos dice en sus trabajos que nuestra condición de seres humanos nos convierte a
todos en funcionarios de la Humanidad; y debemos hacernos cargo de nuestra
realidad social en todos sus sectores.
Se pregunta Roberto: “¿Cuál
es nuestro aporte desde los valores al mundo de la política, la economía, el
trabajo, la empresa, la educación, la salud, los medios de comunicación, la
justicia? Y se responde en esos escritos: cito a Mucci: ”Viktor Frankl nos
presenta los valores de creación, de vivencia y de actitud y pienso que podemos
sumar una cuarta categoría, a saber, “los valores de servicio”, en el contexto
de lo que denomino “la dimensión sociopolítica de la logoterapia”, dentro de los
cuales ubico el sentido de la responsabilidad y el sentido del liderazgo
personal y social”.
Nos resume para nuestra
comprensión: Palabras clave: Logopolítica, liderazgo, responsabilidad,
solidaridad, compromiso social, denuncia, servicio, desarrollo personal y
social, sentido de vida, constituyendo todo esto la dimensión sociopolítica de
la logoterapia. La globalización económica no reconoce personas ni naciones.
Individuos y países quedan disueltos en el mercado, socavando la identidad y la
dignidad de los hombres y de los pueblos. La logoterapia asume la función de
volver inaceptable toda forma de vida indigna del hombre libre.
Por todo esto y mucho más
debemos trabajar con grupos sociales para ayudar a superar esos reduccionismos
fundamentando nuestra actividad en los postulados de la Logoterapia pero sin
dejar de conocer y aplicar los mecanismos fundamentales de la Dinámica Grupal
de lo que hablaremos más adelante.
En un trabajo que publiqué
en la Revista de ALPE Asociación Latinoamericana de Psicoterapia Existencial,
hace algunos años, titulado LENGUAJE,
HERMENÉUTICA Y PSICOTERAPIA EXISTENCIAL, insistía que según Dilthey, podemos, apenas, acercarnos al
conocimiento del otro porque entendemos que la existencia del consultante ha
generado estructuras en su personalidad y en nuestro intento de comprenderlo
nos dirigimos a tratar de aprehender el sentido de su vida y promover su
auto-trascendencia sin dejar de considerar que hay estructuras políticas, de
gobierno, de asistencia, etc. que no siempre facilitan el cambio.
Este es un concepto
verdaderamente revolucionario y podemos decir hoy “subversivo” en la medida que
éste término significa Del lat. subversum, supino de subvertĕre 'subvertir'. Y
para el término “subvertir” la RAE nos informa que se corresponde con el hacer
que algo deje de tener el orden habitual o característico, especialmente en
sentido moral o espiritual.
El carácter conversacional del lenguaje está basado en prioridades de lo hablado sobre lo escrito. Lo hablado descansa en la prioridad del verbum interius, de la palabra interior. El esplendor total del lenguaje solamente se expresa en la conversación. Com-versatio significa “volverse hacia el otro”, “ponerse frente al otro”, estar “frente a frente”. Las proposiciones escritas nunca podrán traducir la complejidad y riqueza de la conversación, sus significados y sus relaciones con la cultura y las comunidades.
Sabemos y lo expresamos así
teóricamente que en el despliegue de la existencia mundana cada hombre se
enfrenta con la soledad de su proyecto, una tarea formidable que intenta
superar la angustia por la finitud de su propia empresa. Cada uno es único e
irrepetible frente a este proyecto. Y la tarea se presenta como una lucha
constante por sostener el sentido de vida.
Luis Martín-Santos, insigne
autor dentro del Existencialismo, termina su libro “Libertad, temporalidad y
transferencia en el psicoanálisis existencial” diciéndonos: “Más allá de su
neurosis, convertido de esclavo de su destino en inventor de su proyecto, el
hombre deviene un ser trascendente” (Martín-Santos, L. 1964). La enfermedad en
el plano existencial quedaría definida por un conflicto entre el proyecto vital
del sujeto y su estructura interna en una circunstancia dada.
Y nos dice Frankl en El
Hombre doliente (Frankl, V.E. 1986 pág. 50): Pero si la humanidad quiere
encontrar un sentido que sea válido para todos, debe dar un nuevo paso. Después
de haber alcanzado, hace miles de años, el monoteísmo, la fe en un solo Dios,
debe llegar a creer en una sola humanidad. Hoy necesitamos más que nunca un MONANTROPISMO”.
Y pasa, inmediatamente, a
considerar el concepto de auto-trascendencia, tema que nos ocupa hoy en
especial, diciéndonos: Cito a Frankl (op. cit. pág.99 Nota a la segunda
edición) “Si el ser humano es un ser espiritual (que trasciende por lo tanto la
physis y la psykhé), el logos (sentido) es el aspecto objetivo y la existencia
el aspecto subjetivo de esa espiritualidad. Pero ambos quedan salvados y unidos
entre sí mediante la auto-trascendencia esencial del ser humano, que yo defino
como la super transferencia hacia algo a hacia alguien, hacia un sentido por
cumplir o hacia un semejante que sale al encuentro; en todo caso, el ser humano
es realmente humano en la medida en que se disuelve en el servicio a una causa
o en el amor a una persona; cabe afirmar que el hombre es realmente él mismo,
se realiza a sí mismo, en la medida en que pasa por alto y se olvida de sí con
la entrega a una misión o a un semejante”.
Vamos a transferir este
concepto de auto-trascendencia a la actividad de los grupos logoterapéuticos y
afirmar que es necesario ampliarlo para llegar a la consideración de lo que he
denominado “auto-trascendencia recíproca”. Esto se lo hemos expresado al Dr.
Frankl personalmente en Caracas en el año 1985, en ocasión de una reunión
privada con colegas argentinos que habíamos viajado con él hasta Venezuela,
donde participó de un Congreso sobre familia y seguidamente otro Congreso de
Logoterapia. Escuchó atentamente y mientras yo le contaba mi quehacer en los
grupos dibujó unas caricaturas suyas, mía y del Dr. Acevedo que guardo como un
tesoro.
En los grupos es posible
elaborar y superar la frustración existencial y la carencia de una voluntad de
sentido, propias de nuestra sociedad de consumo y nuestro vacío existencial,
mediante la apelación y la cura de unos con otros. No llega al “alta” en mis
grupos logoterapéuticos quien realizó más cantidad de “catarsis” o ha contado
más episodios de su vida sino aquel que ha contribuido de forma permanente en
la ayuda a sus compañeros. Y cuando alcanza el reconocimiento grupal de esa
calidad de participación. Son los otros los que, fundamentalmente, deciden
sobre el alta. Por supuesto que contando con la opinión del Logoterapeuta.
Entonces, podemos decir
ahora, de acuerdo a nuestra propuesta que
La “auto-trascendencia recíproca”
entre dos o más personas (comunidad) es de mayor valor que la
auto-trascendencia de una sola persona hacia el mundo de las cosas, de las
tareas o el servicio de los otros. La auto-trascendencia personal prepara la
recíproca y ambas se complementan y potencializan.
Debemos estar dispuestos a
crear grupos que respondan a la naturaleza espiritual del ser humano, que
potencien sus mejores recursos auto-trascendentes y que los integrantes se
desplieguen en una dinámica de ayuda mutua.
Uno de los instrumentos
fundamentales para sostener esta auto-trascendencia recíproca en los grupos es
la comunicación.
Recordar dos afirmaciones
fundamentales en cuanto a teorías comunicacionales que, según la importante
escuela de la comunicación social de Palo Alto con Paul Watzlawick (1971) quien
nos dejó varios axiomas de la comunicación. Entre ellos LOS GRUPOS SON
INEVITABLES Y NO PODEMOS NO COMUNICARNOS.
Pertenecemos a varios grupos
simultáneamente y nuestra comunicación en ellos depende del contexto, momento y
características de lugar, características que influyen en la manera en la que
las personas se comportan. Es decir, reaccionamos de manera diferente según el
lugar donde estemos, según las personas con las que nos comunicamos y el tipo
de acontecimiento, lo que esté ocurriendo en ese momento y la ideología
subyacente.
Tener en cuenta que cuando
nos proponemos sostener esa auto-trascendencia recíproca es necesario iniciarla
con un compromiso público entre los miembros participantes.
Que deseamos transmitir con
esto:
En los grupos superficiales,
éste conversatorio por ejemplo, esta alianza es poco duradera y no alcanza para
la relación de verdadero encuentro y trascendencia. Aunque por nuestro
compromiso con la Logoterapia estemos “casi” al alcance de esas condiciones.
Grupos superficiales son los
de una excursión, un encuentro de fiesta o diversión e incluso un encuentro de
pura atracción sexual. La alianza superficial deberá culminar en un compromiso
público si la excursión se transforma luego en un grupo de amigos. En el caso
de un encuentro sexual el compromiso público se plasma en el amor de pareja o
matrimonial.
El compromiso da lugar a una
relación con sentido transpersonal. Supone confianza, fidelidad y esperanza. Es
capaz de iluminar y animar en los momentos difíciles. Ese grupo comprometido
tiene ejemplos generales en la familia, en las comunidades religiosas, en
algunos equipos de trabajo, en ciertos grupos de amigos y, ciertamente, en los
grupos logoterapéuticos.
Formamos una comunidad científica
muy especial, que basa su trabajo en la consideración del hombre como un ser
bio-psico-social-espiritual, libre y responsable, con la posibilidad de
transitar en un mundo en el que reconoce su pasado como importante y su
presente como necesariamente inestable, proyectando todo esto a un futuro en el
que encontrará la muerte y la trascendencia.
Pertenecemos a una comunidad
científica en la que estamos abiertos a todos los aportes que signifiquen un
avance en nuestro propósito principal de asistencia al otro en el logro del
sentido. Seguimos a Frankl en dos vertientes importantes: su doctrina y su
postura en cuanto a la “degurificación” de la Logoterapia.
Tanto en la actividad
clínica como en las actuaciones institucionales el Logoterapeuta debe ser conciente
y lograr que también lo sea su consultante que, en estos momentos de la
sociedad en la que vivimos con claros síntomas de crisis social, la vida del
hombre común de la calle y la del que sufre pérdidas, carencias, angustias o
discriminación, debe seguir teniendo sentido “a pesar de todo”.
Me gustaría llamar la
atención sobre un tema importante: La actividad clínica se realiza únicamente
por profesionales formados en lo que denominamos “conocimiento de la
psicopatología” y fundamentalmente esa actividad le pertenece a psicólogos,
médicos o psiquiatras. En las actuaciones en instituciones, comunidades
sociales, religiosas, filosóficas o políticas puede ser encarada la transmisión
de la LOGO-ACTITUD por personas que han adquirido formación específica en los
fundamentos de la Logoterapia en cursos, conferencias o seminarios. En estrictu
sensum lo que transmiten esas instituciones no es Logoterapia como sinónimo de
psicoterapia frankleana. Deberíamos llamarlos GRUPOS DE LOGO-ACTITUD
Los instrumentos fundamentales
para sostener esta auto-trascendencia recíproca son la comunicación, el
reconocimiento mutuo, la afirmación de la identidad personal y comunitaria, la
autenticidad, la apelación y la cura.
Cada uno de estos conceptos
merece un conversatorio como el actual, en especial, a ellos dedicado.
En su libro “Psicoterapia y
humanismo” en el que dedica todo un capítulo a lo que denominó “la crítica del
puro encuentro” Frankl nos dice que “El grupo de encuentro adecuadamente
concebido no sólo favorece la autoexpresión de sus miembros, sino que
promociona también su auto-trascendencia”, (Frankl, págs. 71/ 86)
Podemos leer sobre
antecedentes de esta consideración de Frankl de los grupos de encuentro en
cartas entre Elisabeth Lukas y Fabry en el libro “TRAS LAS HUELLAS DEL LOGOS” o
releer el libro de Paco Bretones “LA LOGOTERAPIA ES OBVIA”
Podemos, a esta altura de
nuestra presentación, citar a algunos autores reconocidos.
Por ejemplo, Alfred Längle
citando nuestro tema principal en su libro “Viktor Frankl. Una biografía”
(Längle, A. 2000, pág. 77) dice: “En la vida de Frankl fue una divisa personal
el deseo de consagrarse a otros, el llegar a ser él mismo viviendo por completo
para otros. Esa idea directriz se convertiría más tarde, bajo el concepto de
auto-trascendencia, en un componente esencial de la logoterapia. Frankl
ostentaba siempre esta divisa, no sólo como médico. También era el ideal que
regía en sus conferencias”.
El mismo Längle cita un
encuentro entre Heidegger y Frankl. Nos dice que hablaron en primer término de
la temporalidad de la existencia y del estar-en-el-mundo de los hombres. Al
final Heidegger dijo: “Si no le entiendo mal, señor Frankl, lo que usted
expresa con su concepto de “auto trascendencia” es incidentalmente el mismo que
expreso yo con el mío de “estar-en-el-mundo”.
Entre los argentinos, el Dr.
Juan Alberto Etcheverry, en su libro Viktor Frankl y la Logoterapia.
(Etcheverry, 1990) nos relata cantidad de información sobre los viajes de
Frankl a América, y nos dice: “La dimensión espiritual está lejos de ser bien
representada como una esencia puntual. Frankl habla del “eje de la persona”. Es
un vector cuyo cuerpo indica dirección u orientación en lo profundo de la
persona (haciendo la salvedad de que no estamos hablando precisamente de ubicaciones
topológicas) y cuya punta de flecha indica sentido (hacia la auto
trascendencia). Se habla de auto trascendencia en cuanto pertenece a la esencia
del hombre el ir hacia más allá de sí mismo”. (Etcheverry, 1990 pág. 49).
Otro filósofo argentino,
Nolberto Espinosa trata, en su libro “La concepción de la conciencia en la
logoterapia de V. Frankl” (Espinosa, N. 1990, pg. 65 y sig.), el tema de la
auto trascendencia relacionándolo con las teorías de Heidegger y Nietszche,
especialmente en cuanto a los conceptos de existencia y libertad.
El pensamiento
médico-antropológico de Frankl es objeto de un pormenorizado análisis crítico
realizado por el médico argentino Mario Caponnetto .(Caponnetto, M. 1995,
Viktor Frankl: una antropología médica, págs.. 226 y sigs.). Opina Caponnetto
que era necesario dotar de nuevas armas a la Psicología y resalta que Frankl la
dotó de una fuerza y altura nuevas al incorporar los conceptos de
auto-trascendencia, el auto-desprendimiento y el olvido de sí mismo, citando el
libro de Frankl “Ante el vacío existencial” (Frankl, 1984 pág. 17) con
conceptos que nosotros hemos mencionado anteriormente.
Si a esta altura de nuestra
presentación aún quedaran dudas sobre la importancia del concepto de
auto-trascendencia para la labor grupal en el campo de la Psicología no cabe
más que recurrir al libro del Dr. Francisco Bretones, Paco para muchos de
nosotros, quien nos dejó una intensa vida de compromiso con la logoterapia, con
su comunidad y con el común de la gente a través de sus aportes, especialmente
en el libro “La Logoterapia es obvia” (Bretones, 1995). Allí encontramos un
importante capítulo destinado a tratar el tema de los “Grupos de reflexión para
la auto-trascendencia”, como el los llamara y testimonios importantes de los
protagonistas de la “obviedad de la Logoterapia”. En un párrafo de ese libro (pág 95 nos dice:
“El grupo de reflexión para la auto-trascendencia, sin pretenderlo, practica
una de las técnicas para vencer o enfrentar las obsesiones, las depresiones y
todo tipo de conflicto que nos encierra dentro de nosotros mismos. La
desreflexión (s.i.c.) nos libera del ensimismamiento, que está presente, en
mayor o menor escala, en casi todos los conflictos psicológicos”
En la Argentina somos muchos
los que podemos comentar lo que Frankl opinaba sobre la auto-trascendencia.
Esto es así porque asistimos, entusiasmados y atentos, a sus conferencias
dictadas en Buenos Aires en el mes de abril de 1985. Precisamente la segunda de
ellas la tituló “Auto-trascendencia de la existencia humana”. Ésta y otras dos
conferencias pueden leerse en el opúsculo que se publicara bajo la dirección de
Juan Alberto Etcheverry (Etcheverry, 1991). En la conferencia que citamos nos
habló acerca de la juventud y su relación con el pasado, del Síndrome del Taxi
y por supuesto de nuestro tema de referencia. Su estilo en la conferencia nos
queda grabado en nuestro recuerdo de sus brillantes 80 años de entonces que son
por los que transitamos nosotros ahora.
Para ir concluyendo con mi
presentación, que se alarga en cada detalle porque el tema es más profundo que
lo que yo puedo abarcar, les dejo una regla nemotécnica que siempre nos
permitirá tener presente las bases doctrinales para nuestra tarea como Analistas
Existenciales y Logoterapeutas.
P_E_R_LI_CU_T_E
El ser humano es
posibilidad, elección, responsabilidad, libertad, cura, temporalidad y
espacialidad.
En otra presentación
organizaremos algo para explicar lo que mencionamos como Instrumentos
fundamentales en la aplicación de la Logoterapia Grupal.
• La apelación.
• El encuentro.
• El auto-distanciamiento
• La esperanza.
• Empatía y asertividad.
Y también sobre las
técnicas, siempre al servicio del otro.
• La formación de los grupos
• Apertura y cierre
• Ejercicios de participación grupal
1. Culpa
2. Posibilidad
3. Libertad
4. Responsabilidad
5. Cura
6. Espacialidad
7. Temporalidad
Referencias Bibliográficas:
Bretones, F. (1995) La logoterapia
es obvia. Editorial San Pablo, Buenos Aires.
Caponnetto, M. (1995) Viktor
Frankl, una antropología médica. Examen crítico de los fundamentos
médico-antropológicos de la Logoterapia. Instituto Bibliográfico “Antonio
Zinny”, Buenos Aires.
Espinosa, N. (1994) La
concepción de la conciencia en la logoterapia de V. Frankl, Editorial San
Pablo, Buenos Aires.
Etcheverry, J. A. (1990)
Viktor Frankl y la Logoterapia, Editorial Almagesto, Buenos Aires.
Frankl, V. E. (1982)
Psicoterapia y humanismo. ¿Tiene un sentido la vida?, En Breviarios del F.C.E.,
México-Madrid.
Frankl, V. E. (1984) Ante el
vacío existencial. Editorial Herder, Buenos Aires.
Frankl, V. E., (1986) El
hombre doliente. Fundamentos antropológicos de la psicoterapia, Editorial
Herder, Barcelona.
Längle, A. (2000) Viktor
Frankl. Una biografía. Editorial Herder, Barcelona
Martínez-Romero Gandos, J.
(2015) Lenguaje, hermenéutica y psicoterapia existencial. Publicado en la
Revista Latinoamericana de Psicoterapia Existencial. Año 5, Nº 10, abril de
2015. También publicado (con autorización de ALPE) en Rev. NUFEN vol.9 no.3 p.140-149. ISSN
2175-2591 Belém, 2017.
Martínez-Romero Gandos, J. (2021) Logoterapia Grupal. Autotrascendencia recíproca. Fundamentación y práctica. Editado por Amazon.
Martínez-Romero Gandos, J. (2022) Psicoterapia fuera de la consulta. Encuentro e interacción desde la Analítica Existencial y la Logoterapia. Editado por Amazon.
Martín-Santos, L. (1964)
Libertad, temporalidad y transferencia en el Análisis Existencial, Editorial
Seix Barral, Barcelona.
Mucci, Roberto J. (2022)
Logopolítica. Dimensión social y política de la Logoterapia, Editorial
Guadalupe, Buenos Aires.
Waltzlawick, P.; Beavin, J.;
Jackson, D.D.; (1971) Teoría de la comunicación humana, Tiempo Contemporáneo.
Buenos Aires.
[1]
“Alteridad y alienación en emigrantes gallegos al Río de la Plata. Su
comprensión existencial”. Tesis Doctoral de José Martínez-Romero presentada en
la Universidad del Salvador, Buenos Aires.
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