Dr. José
Martínez-Romero Gandos
A Coruña – Galicia –
España
JULIO 2012
Cuando una Empresa define sus objetivos o inicia una campaña de ventas no es posible que deje de lado la consideración de aspectos psicológicos y sociológicos de esas estrategias. Todo especialista en marketing coincide en que es fundamental definir la misión, la visión y los valores que sustentan una campaña.
La misión,
visión y valores representan el sentido de la empresa. De ello depende el
futuro y no siempre estos conceptos son considerados en las reuniones de
trabajo. Conceptos como “rentabilidad”, “desarrollo empresarial” o “éxito y
bienestar” del empresario están estrechamente vinculados al “sentido” de la
empresa y no podrían completarse plenamente sin el compromiso con la misión, la
visión y los valores.
Además de los
valores de actitud y de experiencia que describe Frankl como impulsores del
sentido agrega los valores de creación, fundamentales en la relación de la
persona con el mundo y especialmente con el mundo del trabajo.
Como
Logoterapeutas hemos trabajado conjuntamente con equipos empresariales que han
comprendido plenamente esta necesidad. La Logoterapia se acerca a la empresa
considerando la mutua necesidad de empleador y empleado de encontrar en el
trabajo un espacio de desarrollo personal que favorezca la calidad de vida y de
la productividad. Esta propuesta se realiza mediante técnicas grupales o
individuales, al ingreso o en situaciones puntuales, para generar cambios en la
cultura empresarial que favorezcan estos objetivos.
La
Logoterapia es una teoría desplegada por Viktor E. Frankl y sus seguidores por
todo el mundo y podemos sintetizar que se centra en el sentido de la existencia
humana para afirmar que la búsqueda del sentido es la fuerza principal y
motivante de la vida.
Tanto a nivel
personal como empresarial esta “voluntad de sentido” permite la realización de
ideales y está basado (el sentido) en valores. Cuando debemos enfrentarnos a
una crisis personal o empresarial serán estos valores y este sentido que dará
lugar a la posibilidad de seguir adelante, a pesar de todo. Será un tropiezo
pero no un fracaso. Éxito o fracaso no son los verdaderos polos de la
existencia. Según la Logoterapia estos polos son el sentido o la desesperanza.
Nada ayuda tanto al hombre o a la Empresa a superar las
dificultades como la conciencia de tener una misión. Frente a las dificultades
que la vida presenta, el "como" queda relegado a segundo plano en el
momento en que es importante el "para qué". Recordemos la afirmación
frankieana: "La vida, aún en las peores circunstancias, siempre vale la
pena vivirla".
Recordemos que el creador de la Logoterapia (Viktor
E. FrankI) mencionó en su artículo "La crisis de la economía y la vida
espiritual desde el punto de vista del pastor de almas" (FrankI, V.E. "Wirtschaftskrise und Seelenleben
vom Standpunkt des Jugendberaters",
Seelenárztliche Rundschau
43,1933) el concepto de "neurosis de la
desocupación", cuyo síntoma principal es un estado de apatía, una vivencia
de vacío existencial, sentimientos de inutilidad y de vida sin sentido.
La Empresa puede ayudar al otro a obrar de modo tal que pueda
luchar para superar la frustración que conlleva no mejorar o prosperar en el
trabajo o temer por el desempleo. La Logoterapia puede proveer un modelo que
evite a las Personas la caída en crisis o neurosis, ofreciendo modelos que les
permita desplegar su posibilidad y responsabilizarse en la tarea encomendada.
Encontrar
sentido a la vida, motivación principal de la existencia humana. En el trabajo
encontramos una vía principal para el logro de este sentido porque no solamente
permite desplegar los valores creacionales sino que contribuye,
fundamentalmente, a nuestra subsistencia.
Es
fundamental fomentar la coincidencia y comunicación tanto de los valores que
espera alcanzar el empresario como los propios de las personas a cargo del
trabajo. El trabajo logoterapéutico busca encontrar vías para que la tarea se
lleve a cabo con compromiso y satisfacción en el interior de la organización.
Toda empresa
es una organización con un grupo de personas que realizan su trabajo e
interactúan conformando lo que se llamó “una cultura organizacional” con
diferentes niveles de participación y responsabilidad. Es un doble concepto de
la responsabilidad compartida por la empresa y el empleado. La que corresponde
al empresario incluye la implementación de condiciones laborales, salariales y
ambientales necesarias para que el trabajo tenga “sentido”.
La
responsabilidad que corresponde al empleado es individual y no solamente se
relaciona con su función sino también con la búsqueda de un sentido auténtico
de su trabajo que solamente puede él alcanzarlo y solamente puede ser
facilitado por empresa y relaciones interpersonales dentro de la organización.
Es allí donde
la colaboración de un Logoterapeuta experimentado en las relaciones
interpersonales en las empresas puede contribuir a que esta relación sea clara
y bien establecida haciendo uso de técnicas específicas.
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