Dr.
José Martinez-Romero Gandos
RESUMEN
Consideramos
los aspectos teóricos y prácticos de la aplicación de la Logoterapia a un grupo
de mujeres víctimas de violencia doméstica. Ante la necesidad de reducir la
violencia en el ámbito familiar integramos un dispositivo general de
intervención en redes. El mensaje logoterapéutico y la actuación profesional se
dirige a mujeres que han presentado denuncia policial y/o conseguido orden
judicial de alejamiento del agresor en un proceso absolutamente gratuito y
voluntario. Actuamos, con urgencia, para ayudar a estas mujeres a encontrar
sentido a la vida, pese a la situación de crisis y peligro. Conocer a través de
la Logoterapia la posibilidad de supervivencia, lograr la modificación de
pautas de vida para alejar el peligro, reanudar su vida cotidiana ante una violencia
no predecible y recuperar la Esperanza es la actuación principal del
logoterapeuta.
DISCUSIÓN
No es mi propósito describir,
definir y caracterizar especialmente, en este ámbito, el problema de la violencia
doméstica. Apenas recordar que los abundantes datos epidemiológicos y
estadísticos de la prevalencia del problema nos invita a reflexionar sobre los
aportes de la Logoterapia y sobre las posibilidades de asistir al mayor número
de mujeres que hayan padecido malos tratos y abusos. Esos datos nos dicen que
una de cada tres mujeres los han padecido en el mundo entero.
En los albores del siglo XXI uno
de los problemas más urgentes a resolver es el de la violencia. Su aparición en
el ámbito doméstico no se limita al maltrato de la mujer sino que se extiende a
otros miembros de la familia, especialmente niños y ancianos.
En el ámbito doméstico las
estadísticas atribuyen un 75% de responsabilidad en el cometido de actos de
violencia a los hombres (hombre que maltrata a su mujer), un 23% a episodios de
violencia cruzada (ambos se maltratan) y un 2% a la población masculina que es
víctima de la violencia de su mujer.
Por extendido, conocido a través
de los medios de comunicación y su seguimiento en cursos y congresos de la
especialidad el problema afecta, especialmente, a mujeres de todas las edades,
niveles sociales y países. Es la sociedad toda la que “padece” este tipo de
problema.
Por conocido no es superfluo
mencionar aquí, muy sucintamente, el ciclo descripto extensamente por la Dra. Leonore Walker[1]
sobre la expresión de la violencia. El ciclo descripto consiste en una primera fase de acumulación de tensión, período durante el cual el
hombre observa determinadas actitudes o conductas de su pareja que le originan
sentimientos que no expresa y que se acumulan en su interior. Luego se sucede
una segunda fase de descarga a través
de la violencia física, psicológica o sexual. La tercera fase es denominada de luna de miel o de arrepentimiento. En
esa etapa el hombre se da cuenta que le ha producido daño a su pareja y le
promete que nunca más sucederá. Pide disculpas y cree que va a cambiar. La
mujer también cree en su arrepentimiento y generalmente considera que es un
episodio aislado y ambos integrantes se autoconvencen que el episodio se
produjo por exceso de trabajo, por problemas familiares, interferencia de
terceros, etc.
Sin embargo, a lo largo del
tiempo que dure la relación de pareja, estos episodios se repetirán en períodos
cada vez más cortos y generalmente en aumento progresivo de intensidad. Es
positivo cuando la mujer se da cuenta que el hombre no cambiará su conducta al
menos que consulte con algún terapeuta. Generalmente el hombre no lo hace y
entonces ella le dice que si no cambia se tendrá que separar o bien se irá ella
de la casa con sus hijos. En este punto el problema parece recién empezar y los
peligros son numerosos.
Sobre la tipología masculina es
de referencia obligada la obra del Dr. Donald Dutton (1997)[2] en la que describe la violencia en el hombre.
Son también referencia otros
modelos operativos en Europa y América: el del aprendizaje social, el de los
recursos aplicados a su disminución, el del intercambio, el feminista, el del
análisis de costes y beneficios, el modelo interactivo de la violencia
doméstica (Smith y Rosen, 1992) o el de los mecanismos psicológicos de la
violencia en el hogar (Echeburúa y Fernandez-Montalvo, 1998). Estos dos últimos
modelos tienen en cuenta ciertos factores del agresor para predecir la
violencia y destacan que ésta sería una forma de encarar situaciones de stress
a falta de otras habilidades adaptativas (F.J. Labrador y otros, 2004).
Deseamos hoy subrayar las
posibilidades de encarar su prevención y tratamiento desde la óptica de la
Logoterapia.
Se ha atribuido el problema,
generalizando demasiado, a que la violencia en el ámbito doméstico surge cuando
se instala el conflicto entre necesidad y
libertad. En el juego dialéctico
entre estos dos elementos, el equilibrio de sentimientos positivos contribuye
al bienestar general. Lo contrario supone la infiltración en el proyecto vital
de algunos, varios o todos los miembros de la familia que supone una limitación
de la libertad, un progresivo y constante deterioro o hundimiento del proyecto
vital y la supresión parcial o total de los círculos funcionales superiores de
la vida humana.
La salud está íntimamente ligada
al uso de la libertad, característica del hombre sano espiritualmente.
Condicionada ésta por la violencia en el ámbito doméstico ocupa el primer plano
la inautenticidad en la existencia de los miembros. El agresor se asegura el
poder “ilegítimo” mediante el logro de una vida inauténtica en el resto de los
integrantes.
Si en la intimidad del hogar nos
sentimos libres podemos asegurar nuestra elección de estilo de vida y
responsabilizarnos por el modo de encuentro en el amor. Una lectura cuidadosa
de la obra de Viktor E. Frankl nos permite seguir al autor en su concepción existencial de la unidad
bio-psico-social-espiritual. En esa unidad el ejercicio de la voluntad de
sentido, la conciencia de responsabilidad, el uso de la libertad y la verdad de
una existencia guiada por el espíritu nos permite diferenciar salud de
enfermedad y describir el nivel de conflicto expresado en la violencia.
¿Qué nos parece útil para
trabajar en este campo, desde una perspectiva analítico-existencial y
logoterapéutica? Fundamentalmente un respeto y valoración, en su máximo nivel,
de la Persona. A ello debe agregarse la aplicación de la máxima confidencialidad
que permiten las leyes. No debe faltar la donación o entrega habitual del
Logoterapeuta a través de su propio estilo de vida, sus valores, recursos y
conocimientos de los derechos de las víctimas con una absoluta priorización del
interés de las consultantes.
Parece ociosa esta descripción de
nuestra tarea posible. Pero cualquier especialista sabe acerca de los
inconvenientes y rechazos que encuentran las víctimas en el ámbito judicial,
policial, asistencial y comunitario.
Se deduce de ello que el agresor
controla o agrede porque cree tener derecho a ello. Lo hace en el ámbito
doméstico o apela a toda su energía, recursos y contactos para hacer valer “sus
derechos”, pasando las víctimas a ser consideradas “victimarios”, en muchos
casos.
Esto es posible porque la
“víctima” se hace cargo del sistema de creencias del “victimario”. A través de
ese control instaurado, de esa creencia asumida y de la dosificación adecuada
de fuerza, seducción y dialéctica verbal, el victimario destruye la Esperanza
de la víctima.
Suelo repetir la genial frase de
Gabriel Marcel cuando dice: “La Esperanza es el arma de los indefensos. Y por
ello tiene eficacia, por ser todo lo contrario a un arma”. El victimario usa el
arma de la violencia. La víctima, si puede, apela a la Esperanza.
Este
llamado, esta apelación, que como Logoterapeutas hacemos a la víctima nos
coloca en interlocutores de privilegio en un tema de la mayor importancia para
su vida futura. Al respetar su proyecto de vida, al ayudarla a aceptar las
modificaciones que la situación le impone le estamos ofreciendo la posibilidad
de elegir una nueva forma de vivir y evitar la agresión o la muerte. En España
hubo, en el año 2004, infinidad de denuncias y episodios de agresión y casi un
centenar de ellos culminaron con la muerte de la víctima, muchas veces con
órdenes activas de alejamiento judicial del victimario.
La violencia no se puede
predecir. Es imprescindible estar atentos. Solamente podemos contar con la
descripción clínica de numerosos casos en los que se repite el arriba
mencionado ciclo de la violencia. Siguiendo este esquema lo único predecible es
la repetición de los episodios de violencia. El significado de cada uno de
estos episodios se suma e incorpora al “sin sentido” de la existencia de la
víctima, constituyendo un verdadero “infierno”.
El papel del Logoterapeuta será
ayudar a desplegar “el ángel” que terminará o impedirá la continüidad del
círculo de violencia: agresión; culpa; pedido de perdón; sexo; placer; nueva
agresión.
Para ejercer convenientemente
este papel es necesario contar o pertenecer a una “red de intervenciones”
construida con el accionar de psicólogos, médicos, abogados, asistentes
sociales y con la comunidad. La violencia se reduce mediante la aplicación de
programas sociales y se comprende a través de investigaciones, trabajos
publicados y comunicaciones entre colegas.
Estamos incluídos en un Programa
de especiales características que se desenvuelve en la Comunidad Autónoma de
Galicia, en España. La red de recursos disponibles se integra con la asistencia
sanitaria general, el asesoramiento jurídico y la asistencia psicológica a las
víctimas y a los victimarios, si éstos aceptan incluirse en los programas.
Por
la libertad que permite el Programa en cuanto a la fundamentación teórica de
los profesionales integrantes, nos incluímos en él considerando los aspectos teóricos y
prácticos de la aplicación de la Logoterapia a un grupo de mujeres víctimas de
violencia doméstica. El marco específico es un Programa del Servicio Gallego de
Igualdad dependiente de la Xunta de Galicia y la coordinación del Colegio
Oficial de Psicólogos de Galicia (España). Ante la necesidad de reducir la
violencia en el ámbito familiar en la comunidad gallega integramos un
dispositivo general de intervención en redes. El mensaje logoterapéutico y la
actuación profesional se dirige a mujeres que han presentado denuncia policial
y/o conseguido orden judicial de alejamiento del agresor en un proceso
absolutamente gratuito y voluntario. Actuamos, con urgencia, para ayudar a
estas mujeres a encontrar sentido a la vida, pese a la situación de crisis y
peligro.
El servicio es gratuito para las
usuarias del Programa y comienza nuestra actuación luego de la verificación de
la situación de emergencia y la existencia de denuncia policial, procedimiento
éste último imprescindible para la atención. En el año 2004 el Programa ha
asistido a más de cien mujeres distribuidas en las cuatro provincias gallegas,
con mayor preminencia de las de A Coruña y Pontevedra, por razones
demográficas.
El número de sesiones iniciales
de asistencia psicológica es de diez con la posibilidad abierta de evaluación
del proceso y otorgamiento de adicionales. Todos los psicólogos integrantes
manejan información básica común sobre la red y sus procedimientos. Son
obligatorias jornadas de formación e intercambio de información sobre el
proceso. En estas jornadas intervienen otros integrantes de la red como p.ej.
los integrantes del CEMUME (Centro para la mujer y los menores) de la Guardia
Civil, de los C.I.M. (Centro Integral de la Mujer) dependientes de diferentes
Ayuntamientos, la Policía Autonómica, que como la Guardia Civil, tramitan las
denuncias, efectúan los controles para hacer efectivas las órdenes de
alejamiento emitidas por los Jueces y también facilitan el traslado a las Casas
de Acogida (de ubicación desconocida, excepto para personal habilitado) y los
diferentes Colegios Profesionales de Psicólogos, de Asistentes Sociales y de
Abogados, éste último con turno específico para atención y asesoramiento.
En este campo de actuación es muy
importante la definición del encuentro Logoterapeuta-usuaria del Programa. El
logro rápido de una relación empática positiva es imprescindible. Se trabaja
con situaciones límite que no permiten pérdida de tiempo. Es necesario instruir
para que se facilite la evitación de situaciones de violencia que nunca se
resuelven en el corto plazo. Es muy importante la revalorización del sentido de
vida de las víctimas, el restablecimiento de valores fundamentales y la
auto-consideración como Persona.
Pero se trata de lograr cambios
que activen mecanismos y conductas de control que no actúen solamente sobre la
violencia. En este campo es necesario recordar, especialmente, que cada
paciente es “unica e irrepetible”. Nosotros
afirmamos, desde la Analítica Existencial y la práctica de la Logoterapia, que
esta situación existencial del paciente es “única e irrepetible” y coincidimos con la generalidad de nuestros
colegas en que es respuesta inmediata al desarrollo de numerosos dinamismos
psíquicos que han establecido una personalidad a lo largo del tiempo y que se
presenta en la realidad del “aquí y ahora” como una realidad diferente
Por lo que conocer lo que está pasando exige economía
de medios y gasto de recursos psicoterapéuticos. Conocer acerca de la realidad
violenta, ayudar a reconocer sentimientos bloqueados, analizar el contenido de
los mensajes de la violencia, elevar la autoestima y programar, conjuntamente,
un “Plan de Supervivencia” que no es para sobrevivir sino para “super-vivir”,
vivir por encima de los sufrimientos y problemas, renovando el sentido de vida
“a pesar de todo”. Decía Viktor E. Frankl: “Me atrevo a decir que
no hay nada en el mundo que ayude más efectivamente a una persona a sobrevivir,
aún en las peores condiciones, que conocer el sentido de su vida”.
Aún en
estas circunstancias de sufrimiento, peligro, amenazas y violencia estamos
agradecidos al poder colaborar para asistir a estas mujeres en la “cura” que
reconoce su mejor test cuando pueden ellas mismas ayudar a otras a superar las
inhibiciones que le impiden salir del círculo de la agresión.
La actividad profesional implicará procedimientos
urgentes para prevenir futuras crisis o agresiones, actitudes de espera por la
dificultad de la víctima en reconocer sus posibilidades, continencia de la
angustia, desarrollo de caminos de libertad sin imposiciones, creando el lugar
apropiado para la confianza y desarrollando una creatividad técnica basada en la
necesidad de conseguir cambios de conducta urgentes, perfectamente establecidos
por autoridades y científicos, la necesidad de una camaradería itinerante que
permita la superación del sufrimiento, la recuperación del sentido, la
instalación de la Esperanza y la aplicación de la solidaridad, que forman parte
de lo que en algunas Conferencias denominamos “el almacén logoterapéutico”.
Estar, sinceramente, a
disposición del otro. Amarlo como ser humano que sufre. Evitar que dé pasos
peligrosos. Permitirle elegir su camino sin condicionamientos. Ayudarle a
superar la paradoja entre la inmanencia y la trascendencia. Este es el juego de
roles que permite el ejercicio de la Logoterapia.
Dr.
José Martinez-Romero Gandos
Bibliografía:
- Dutton, D y Golant, S. "El
golpeador, un perfil psicológico", Ed. Paidós, Bs. As., 1997.
- Echeburúa, E.; Corral, P.; Sarasua, B., y Zubizarreta, I. “Manual de violencia familiar, Edic. Siglo XX de España Editores S.A., Madrid, 1998
- Frankl, V. E. “La voluntad de sentido”, Barcelona, Ed. Herder, 1988.
- Frankl, V. E. “El hombre doliente”, Barcelona, Ed. Herder, 1987.
- Frankl, V. E. “El hombre en busca de sentido”, Barcelona, Ed. Herder, 7ª. Ed., 1986.
- Instituto de la Mujer. “II Plan integral contra la Violencia Doméstica. Disponible en: http://www.mtas.es/mujer/planviol2.htm
- Payarola, Mario “La violencia masculina en la pareja”. Disponible en http://www.infosentido.com.ar
- Walker, Leonore “The battered woman”,
Harper and Row, New Yorl. 1979