Habitualmente conocemos generalidades acerca de los tratamientos que llevan adelante Psicólogas y Psicólogos en el ámbito de sus consultorios. Menos conocida y no menos importante es la labor de estos profesionales en el ámbito hospitalario. El desarrollo de la consulta casi siempre se realiza entre el profesional y el paciente, en un ámbito adecuado.
Poco
conocemos acerca de los tratamientos psicoterapéuticos realizados en grupo,
tanto en el ámbito privado como en el hospitalario. Sin embargo, esta tarea se
realiza desde hace muchos años de una manera satisfactoria y con economía de
recursos y tiempo.
Algo
podemos decir al respecto porque empezamos a desempeñar ambas prácticas
(individual y grupal) allá por el año 1969 en Buenos Aires, Argentina. En todos
estos años hemos compartido nuestra experiencia en la docencia, en Congresos de
Psicoterapia Existencial y Logoterapia y en escritos.
Es
oportuno realizar comentarios sobre el tema.
La práctica grupal tiene su objetivo en el encuentro con el otro y en
la búsqueda de sentido en la vida a partir de ese encuentro interhumano. El
grupo es el modo mas eficaz para que una persona deje de pensar continuamente
en sí mismo. Sirve para ponerlo en situación tal que piense en el otro, que
sienta el sufrimiento del otro, que apoye al que sufre y de ese modo
autotrascienda.
La interacción con el grupo permite a esas personas percibirse en
situación, mostrándose a los demás, aunque no hubiera pretendido hacerlo, ya
que no pueden dejar de ser-en-el-mundo-con-el-otro.
El encuentro auténtico es un modo de coexistencia que está abierto al
logos (sentido), permitiendo a los participantes el trascenderse a si mismos y
llegar a promover tal autotrascendencia mutua.
La psicoterapia es siempre algo mas que una técnica
en la medida que ella incluye un elemento de arte y siempre es mas que una
ciencia porque incluye la necesidad de considerar, sabiamente, la necesidad del
encuentro. Ciencia y Técnica deben estar
al servicio del Hombre y permitirle desarrollar su posibilidad autotrascendente
a partir de la consideración de su
ser-allende-en-el-mundo-con-los-otros-en-el-amor.
Los grupos pueden constituirse con diferentes fines.
En los hospitales son útiles para
informar y asistir a pacientes y familiares en diversas especialidades.
Hemos desarrollado grupos hospitalarios de profilaxis pre-quirúrgica, en
mujeres embarazadas, de preparación para una correcta toma de
electroencefalográmas en niños pequeños o con deficiencias y en oncología
(cáncer de mamas).
En privado constituyen una herramienta terapéutica
eficaz y con un coste menor, obviamente.
Podemos comentar
que han resultado satisfactorias varias experiencias realizadas con personas
mayores. Con un claro sentido de servicio, los grupos logoterapéuticos para
personas mayores están dirigidos a aquellas mujeres y hombres que necesitan una
combinación de asistencia médica, actividad física y recreación. Realizamos dos
proyectos importantes en Galicia (España) y el lema de estos grupos era: AGREGAR VIDA A LOS AÑOS Y NO AÑOS A LA VIDA.
La soledad, la falta de contacto con sus familiares o parte de ellos, las
dificultades para conseguir trabajo o dirigir su débil economía y las
dificultades propias de la edad, pueden mejorarse o evitarse con este tipo de
grupos logoterapéuticos. Para nosotros, la salud de los mayores deberá ser
óptima en cuanto a las funciones y a las significaciones que la Persona le otorgue al “sentirse bien”.
Cuidamos, especialmente, su particular sentido de vida, sus valores personales
y su capacidad de autotrascendencia
La
práctica de la Logoterapia Grupal en estos grupos para mayores otorga a las
personas que pasan por esta etapa la posibilidad de valorizar lo realizado
durante su existencia, en algunas ocasiones bloqueada por los miedos, la
soledad, la falta de proyectos o la angustia frente a la muerte. La
elaboración, en forma breve, de esta conflictiva se realiza en el marco de una
antropología humanístico-existencial que considere las particulares
problemáticas de la edad.
Otro
colectivo asistido por nosotros, a partir de una fundamentación
analítica-existencial, han sido dos grupos de padres que habían perdido hijos.
En los últimos años se han constituído muchos grupos para favorecer el
encuentro de padres que han sufrido esta importante pérdida. Recuerdo con
afecto el trabajo realizado por el Dr.Francisco Bretones (q.e.p.d.) y su esposa en Mar del Plata,
República Argentina.
En un ambiente de mutua comprensión y apoyo estas personas pueden
compartir dolor y esperanza. La Esperanza, así con mayúscula, se manifiesta
cuando parece anulada toda posibilidad de elaborar una pérdida de tamaña
magnitud. La escuela humanístico-existencial
de Psicología ha ofrecido un marco de fundamentos para la comprensión de este
hecho que altera la vida trascendente de una familia. La Logoterapia, inserta
en esa corriente, ofrece la posibilidad de hallar caminos que permitan recobrar
el Sentido de la vida. “Aún en las peores circunstancias, la vida tiene
sentido” (Dr. Viktor E. Frankl). No es un simple lema. Es un paradigma de
acción para el reencuentro con ese sentido.
La característica de estos grupos es la de autoayuda. De allí la
imprescindible necesidad de convocar, exclusivamente, a personas que hayan
pasado por esa experiencia. Todos los participantes y la coordinación comparten
esa historia.
En el presente es evidente la relevancia clínica de la Logoterapia
grupal independientemente de la naturaleza de los conflictos o situaciones por
la que atraviesen los consultantes. Su validez no está atada a los
procedimientos técnicos sino que hemos podido analizar que persigue los fines
generales de la Logoterapia y pretende la asistencia para la recuperación del
sentido y el logro de la autotrascendencia recíproca.
Nos asiste
la esperanza que, en un futuro ya cercano, el escenario clínico de nuestra
propuesta grupal tenga en disponibilidad un suficiente número de profesionales
a ella dedicados que faciliten la formación de grupos en los diversos ámbitos
considerando la economía de recursos que ellos implican.
Debemos
insistir en la importancia fundamental que la consideración de los valores, la
importancia del otro y la autotrascendencia recíproca tienen para la ayuda en
la resolución de problemas. El desarrollo de estos conceptos por parte de la
Logoterapia Grupal será, en el futuro, un gran aporte que permitirá a muchas
personas encontrar un escudo protector contra la violencia, la discriminación,
la indiferencia, la carencia permanente de afecto y los limites a la libertad.
La crisis histórica de la humanidad reconoce carácter noogénico, es
decir, expresa una etiología o motivación que no puede reducirse a un factor
exclusivamente somatógeno o psicógeno, sin perjuicio de incorporar todo lo que
permite conocer una fenomenología crítica de los ámbitos de influencia
económico social y cultural.