EXTRACTO DE UNA CLASE SOBRE ANÁLISIS
EXISTENCIAL
PARA DASEIN (México) julio de 2023.
Dr. José Martínez-Romero
Este
post incorporado al blog “Logoterapia. Encontrar sentido a la vida” tiene el
propósito de compartir un resumen de una clase impartida para México sobre
Análisis Existencial. Obviamente se trata de una transcripción editada de una
conversación mantenida a lo largo de casi dos horas. La clase estaba
complementada con la inserción de un Power Point por lo que la transcripción se
verá aquí sin ese recurso.
Lo primero que señalamos fue la
utilización metodológica de la Fenomenología, tanto en el Análisis Existencial
como en la Logoterapia. Sobre Logoterapia hubo una clase anterior ilustrativa
de esta corriente importante en Psicología.
En el encuentro que
comentamos nos centramos en desarrollar los conceptos fundamentales que
conforman lo que ha sido llamado como “Análisis Existencial”, y descubrir como
el método fenomenológico nos permite centrar la atención plena y la presencia,
en el momento presente del aquí ahora de la relación psicoterapeuta.
Me gustaría traer para
ustedes un comentario que realizó Yaqui Martínez-Robles, de México, acerca de
la Fenomenología Existencial en un audio que puede encontrarse en Youtube.
Nos dice Martínez Robles
que al hablar de fenomenología “parece que nos referimos a un único enfoque.
Pero son varios los enfoques fenomenológicos. Husserl es uno de sus referentes
más importantes pero hay referencias antes y después de este autor.
Paul Ricoeur, un hermeneuta
y fenomenólogo existencial francés, escribe en algún momento que el desarrollo
y la historia de la fenomenología es la historia de las “herejías” a Husserl. La
Fenomenología Existencial propone ideas distintas a las husserlianas pero,
ciertamente, tienen puntos en común.
Podemos partir de algunas ideas
básicas acerca de lo que constituye la fenomenología existencial. Nuestra percepción,
nuestra conciencia, nuestra captación del mundo, nuestro conocimiento de la
realidad ES SIEMPRE INTENCIONAL.
Es siempre referente a
algo. La Conciencia es siempre conciencia de algo. Cuando vemos, vemos
algo. Cuando sentimos, sentimos algo. Cuando pensamos, pensamos algo. La
conciencia, la percepción, los sentimientos son siempre una SITUACIÓN
RELACIONAL. Con algo o con el mundo. Son fenómenos EN ACCIÓN.
El que estén siempre en
acción también nos lleva a otra certeza: el conocimiento de la realidad es
siempre una PERSPECTIVA, es decir, surge siempre desde un punto de vista
particular.
El que sea un PUNTO DE
VISTA, hace que sea parcial porque nadie tiene el Ojo de Dios. Siempre miramos
las cosas desde un cierto punto de vista: EL NUESTRO.
En realidad tenemos LA
OBJETIVIDAD DE LA SUBJETIVIDAD”.
Esto nos lleva a un aspecto
básico de la Fenomenología Existencial que es que no podemos partir como
terapeutas existenciales de la creencia que sabemos lo que el otro requiere.
Que es lo que el otro está vivenciando. O que es lo que necesita o le está
ocurriendo.
Tenemos que partir de una
posición humilde: que si sabemos pocas cosas sobre nuestra propia existencia
menos sabremos sobre la existencia del otro.
Entonces, la fenomenología
existencial es una invitación a la humildad, a reconocer que nosotros no
sabemos lo que está pasando. Pero podemos, JUNTOS, colaborar para DESCUBRIR Y
DESCRIBIR, en medidas crecientes de profundidad o que significa nuestra
existencia.
Esto constituye la base metodológica
primordial en nuestro trabajo como Psicoterapeutas Existenciales: el encuentro,
en el aquí y ahora de nuestra consulta, para ir construyendo un proyecto común
que llamamos psicoterapia.
Desde la Cátedra siempre
insistimos en la conveniencia que los alumnos tuvieran conocimiento de los
fundamentos filosóficos que dan lugar al desarrollo del Análisis Existencial.
Me disculparán los profesores de filosofía o filósofos que lean este escrito
por la muy sucinta referencia a autores, pero debemos dejar a los alumnos que
buceen en sus textos y aumenten su conocimiento cuando les parezca oportuno.
Citaremos algunos autores.
Trataremos
de transmitir aquí lo presentado en el conversatorio para ilustrar sobre la
fundamentación filosófica del Análisis Existencial. Reconoceremos que dejamos de lado las
referencias a las influencias sobre estos autores de las filosofías platónicas,
aristotélicas, tomistas y agustinianas.
Citaremos,
brevemente, a Husserl, Scheler, Hartmann, Heidegger, Jaspers y Binswanger.
Comenzaremos por Edmund Husserl,
Edmund Gustav Albrecht Husserl (Prossnitz, 8
de abril de 1859-Friburgo, 27 de abril de 1938) fue un filósofo y matemático
alemán, discípulo de Franz Brentano y Carl Stumpf, fundador
de la fenomenología trascendental y, a través de
ella, del movimiento fenomenológico, uno de los movimientos filosóficos más
influyentes del siglo xx.
Entre sus primeros seguidores en Gotinga se
encuentran Theodor Adorno, y Edith Stein. Tuvo también influencia en Max
Scheler, Martin Heidegger, Jean-Paul Sartre, Maurice Merleau-Ponty, Paul
Ricoeur, Emmanuel Levinas, José Ortega y Gasset, Gustavo Bueno, Eduardo Nicol
y, con posterioridad, principalmente a través de Merleau-Ponty, el influjo
husserliano llegaría hasta Jacques Lacan y Jacques Derrida.
Husserl
es el fundador de la fenomenología trascendental, que es ante todo un proyecto
de renovar a la filosofía para hacer de ella una ciencia estricta y una empresa
colectiva. Como forma de entender la filosofía, la fenomenología asume la tarea
de describir el sentido que el mundo tiene para nosotros antes de todo
filosofar.
Max
Scheler,
Max Scheler fue un filósofo alemán, de gran
importancia en el desarrollo de la fenomenología, la ética y la antropología filosófica,
además de ser un clásico dentro de la filosofía de la religión. Fue uno de los
primeros en señalar el peligro que implicaba para Alemania el advenimiento del
nazismo.
Nació el 22 de agosto de 1874 en Múnich,
Alemania, y falleció el 19 de mayo de 1928 en Francfort del Meno, Alemania. Fue
influido por Edmund Husserl y Nicolai Hartmann. Scheler influyó a Friedrich
Nietzsche, José Ortega y Gasset, Albert Camus y Viktor Frankl
Nicolai Hartmann, filósofo alemán que nació
el 20 de febrero de 1882 en Riga, Letonia y falleció el 9 de octubre de 1950 en
Gotinga, Alemania. Fue influido por Immanuel Kant, Max Scheler y Friedrich
Hegel. Recibió educación en la Universidad Estatal de San Petersburgo
Martin Heidegger, fue un filósofo alemán. Se
lo considera el pensador y filósofo alemán más importante del siglo XX. Nació el 26 de septiembre de 1889 en Messkirch,
Alemania y falleció el 26 de mayo de 1976 en Friburgo de Brisgovia, Alemania.
Fue influido por Edmund Husserl e Immanuel Kant. Recibió educación en la Universidad
de Friburgo (1914–1916) y en Berthold-Gymnasium (1906–1909). El filósofo alemán
promovía que el hombre debía hacer de la tierra su hogar y echar raíces en ella
para nutrirse con las riquezas de su suelo, anteponiendo el respeto y el
cuidado para preservarse todos de forma armónica. Un libro al respecto: Construir,
habitar, pensar.(Martin Heidegger)
Karl Jaspers, fue un psiquiatra y filósofo
alemán y suizo, de familia noble, que tuvo una fuerte influencia en la
teología, en la psiquiatría y en la filosofía moderna. Fue un referente en la
reconstrucción alemana. Nació el 23 de febrero de 1883 en Oldemburgo, Alemania
y falleció el 26 de febrero de 1969 en Basilea, Suiza. Fue influido por Martin
Heidegger e Immanuel Kant e influenció él a Hannah Arendt, Jean-Paul Sartre y Albert
Camus. Recibió educación en Ruprecht-Karls-Universität Heidelberg.
Jaspers desarrolló por escrito sus
perspectivas de las enfermedades mentales en un libro llamado Psicopatología
general. Los dos volúmenes que conforman esta obra se han transformado en
clásicos de la literatura psiquiátrica, y muchos criterios modernos de
diagnóstico nacen de ideas contenidas en sus páginas. Resulta de particular
importancia el modo en que encaró el diagnóstico a partir de los síntomas;
según él, el criterio de diagnóstico debía tomar en cuenta principalmente la
forma antes que el contenido. Por ejemplo, al estudiar una alucinación, el
hecho de que una persona experimente fenómenos visuales sin que para ello medie
un estímulo sensorial (la forma) es más importante que lo que el paciente ve
(el contenido).
Jaspers es asociado con el existencialismo
porque se basa en estudios o trabajos de Soren Kierkegaard y en Friedrich
Nietzsche, y porque el tema de la libertad individual es una constante en su
obra, donde destaca las situaciones límite.
Ludwing Binswanger. fue un psiquiatra suizo
pionero en el campo de la psicología existencial. Su abuelo fue el fundador del
"Bellevue Sanatorium" en Kreuzlingen, y su tío Otto Binswanger fue
profesor de psiquiatría en la Universidad de Jena. Nació el 13 de abril de 1881
en Kreuzlingen, Suiza y falleció el 5 de febrero de 1966 en Kreuzlingen, Suiza.
Fue influido por Martin Heidegger, Edmund Husserl y Martin Buber. Un importante
trabajo que publicó fue “El caso Ellen West” (en “Existencia”). Recibió
educación en la Universidad de Zúrich.
Introdujo el término Daseinsanalyse en el
campo del psicoanálisis. Nos hizo ver con dicha idea que el ser humano está
abierto a cualquier experiencia. La psique del paciente, por tanto, no es una
entidad aislada y reducida a sus propios procesos.
A este brevísimo resumen de la influencia de
autores en el desarrollo del Análisis Existencial debemos agregar algunos conceptos
que constituyen una verdadera noción del hombre (Fundamentación antropológica)
y por ende, de su educación. Adelantamos dos conceptos que serán desarrollados
más adelante: El ser humano es único e irrepetible y el ser humano es un ser
llamado a ser libre y responsable.
La vida del ser humano construida con pleno
sentido, en libertad, fidelidad a sí mismo (autenticidad) y responsabilidad la
denominamos “existencia”. Existir significa confrontación e intercambio
dialógico (encuentro) entre la persona y su mundo.
Para continuar con esta presentación
analizaremos lo que se ha denominado “existenciarios”. ¿Qué son los
Existenciarios?
Los existenciarios son los modos en que la
existencia se da como tal en el Ahí de su ser. Lo primero a analizar será,
pues, el “mundo” (Welt) del Dasein. Binswanger describió el Unwelt, el mundo de
las cosas, el eigenwelt, el mundo propio y el mitwelt, el mundo con los otros.
Consideramos
como “existenciarios fundamentales” a la posibilidad,
elección, responsabilidad, libertad, cura (cuidado del otro), temporalidad y
espacialidad.
La
posibilidad es la clave para la comprensión del Existencialismo: “El ser del
hombre es un poder ser y un llegar a ser”. Heidegger decía en Ser y Tiempo que
“el Dasein es un ser-posible entregado a sí mismo, es, de un extremo a otro
posibilidad arrojada”. Comienza a ser y deja de ser. Lo que muere es el ser,
pero no la existencia. La existencia es más extensa que la vida. La existencia
continúa porque el espíritu no muere.
Se puede leer esto en el Fedón de Platón,
donde habla de la inmortalidad de la espiritualidad, en Santo Tomás que explica
esta situación del espíritu que no muere, o en el mismo Frankl.
En cuanto a “libertad” podemos decir que el
hombre es libre. Pero esta libertad es condicionada e incondicionada.
La libertad solamente está limitada por la
misma libertad y el derecho de los demás. Esto en régimen de justicia y derecho
universalmente reconocidos.
Ser libre, en sentido estricto, no es
solamente “ser” sino “ser capaz de ser”, ser capaz de proyectarse y tratar de
lograr realizar ese proyecto.
En realidad, la libertad se manifiesta en
tres momentos que el hombre puede desarrollar: elegir, decidirse y
responsabilizarse. Un ejemplo muy común nos ilustra estos tres momentos: yo
puedo elegir matar a una persona. Pero luego me tengo que decidir a hacerlo. Si
lo hago tengo que responsabilizarme de mi acto. La sociedad me reclamará esto
último en la forma de un juzgamiento. Por lo cual
“soy libre”, relativamente, pues hay derechos y leyes. Pero si ejerzo mi
libertad debo responsabilizarme ante esos derechos y leyes.
El concepto de “cura” puede ser explicado, en
primer término, por su etimología. “Cura” viene del latín y significa “cuidado”
de algo o de alguien. De allí su aplicación a todo lo que se refiere al “cuidado
del otro” en la Psicología Existencial. Se ha extendido el concepto en la
medicina por ser “la cura” el cuidado del cuerpo del otro. Con el correr de los
siglos también se ha incorporado a la medicina el “cuidado del otro” en los
aspectos psicológicos, sociológicos y éticos.
Por no ser tan habitual explicaremos un poco
más extensamente el concepto de “temporalidad”.
Para los griegos existían, por lo menos, tres
tipos de consideración del tiempo. Cronos, tiempo cronológico. Kairós, tiempo de
la oportunidad, único, irrepetible, fugaz. La duda lo detiene y si no es
aprovechado, desaparece. Y Aión, tiempo eterno, prosperidad, lo que valoramos,
lo que amamos. Esto nos recuerda al “eterno retorno” de Nietszche.
Para analizar el concepto de “corporalidad”
debemos recordar que el Universo consta de cuatro dimensiones: alto, ancho,
profundo y tiempo. El tiempo varía según quien lo percibe y de esto trató
Einstein cuando explicó la deformación del tiempo por las ondas gravitacionales
(1905). Colisión de agujeros negros y dentro de ellos, el espacio es infinito.
La “corporalidad” es un concepto muy
importante en la consideración de los objetivos de un tratamiento psicoterapéutico.
Ya manifestamos más arriba lo descripto por Binswanger. Este cuerpo del ser
humano se manifiesta en el mundo de una determinada y única forma, se relaciona
con los otros que lo perciben y lo juzgan y es vivenciado en lo que ha sido
estudiado como el “esquema corporal”.
En el centro del Análisis Existencial está el
concepto de “existencia”, que quiere decir, una vida construida con pleno
sentido, en libertad, fidelidad a sí mismo (autenticidad) y responsabilidad.
“Existencia” significa por lo tanto más que desarrollos e intercambios
automatizados. Existir significa confrontación e intercambio dialógico
(encuentro) entre la persona y su mundo. Si este proceso profundamente humano
es obstruido o impedido, la persona no podrá actuar justa y consecuentemente
consigo mismo ni con su entorno. Comenzará a sufrir –y a veces también los
otros- la enajenación.
Podemos ofrecer una primera visión acerca de
lo que constituye el Análisis Existencial. Pero ¿Qué es el Análisis
Existencial?
·
La meta de la psicoterapia
analítico-existencial es poder ayudar al otro a vivir con auto-aprobación
(autenticidad).
·
El hombre alcanza la
realización de su existencia cuando afirma su compromiso con los valores y se proyecta
en un “sentido”.
·
¿Cómo realizamos el
Análisis Existencial? el trabajo está dirigido hacia una vivencia libre (espiritual
y emocional), hacia tomas de posición auténticas y hacia una relación auto responsable
con la vida (propia) y con el mundo.
Mientras Frankl consideraba la búsqueda de
sentido como la motivación más profunda de los seres humanos, recientemente el
Análisis Existencial ha distinguido otras tres motivaciones existenciales (o
personales) que preceden a la motivación por el sentido y que mueven al ser
humano profunda y constantemente:
1ª MF: Al ser humano lo moviliza la pregunta
fundamental de la existencia: Yo soy – pero ¿puedo ser y estar (como persona
total)? ¿Tengo el suficiente espacio, protección y sostén? Una persona
experimenta especialmente esto cuando se siente aceptado, lo que le permitirá a
su vez tener una actitud personal de auto aceptación. – La carencia de esto
conduce a la ansiedad (angustia)
2ªMF: Al ser humano lo moviliza la pregunta
fundamental de la existencia: Yo estoy vivo – pero ¿me gusta vivir?
¿Experimento plenitud, afecto y aprecio por aquello que tiene valor en mi vida?
La dedicación requiere sentir lo valioso en la propia vida. Este valor fundamental
consiste en un profundo darse cuenta de que es bueno existir (“que yo soy y
estoy aquí”). – La carencia de esto conduce
a la depresión.
3ªMF: Al ser humano lo moviliza la pregunta
fundamental de la existencia: Yo soy yo – pero ¿me siento libre para ser yo mismo/a?
¿Experimento atención, justicia, aprecio, estima, respeto, mi propio valor? –
Carencias a este nivel, conducen a complejos de síntomas histriónicos así como
a los principales trastornos de personalidad.
4ªMF: Al ser humano lo moviliza la pregunta
fundamental de la existencia: Yo estoy aquí – pero ¿para qué es bueno? ¿Qué
puedo hacer hoy, para que mi vida sea parte de una totalidad con sentido? –
¿Para qué vivo? – Carencias en este nivel conducen a las adicciones y la
dependencia.
El principal tema existencial es la
interacción (“diálogo”). Los grupos de Análisis Existencial interactúan
alrededor de estos cuatro desafíos existenciales: el
mundo, la vida, el yo, el sentido.
Recordamos, entonces, esos cuatro desafíos
existenciales: el mundo, la vida, el yo, el sentido y el futuro. Y presentamos
la actitud fundamental de un Analista Existencial, formado académicamente en
los niveles fundamentales de la existencia: nivel biológico, nivel psicológico,
nivel axiológico y nivel trascendente, con sus correlativas interrelaciones de
nivel.
De
todo lo dicho anteriormente se desprende, nítidamente, que como psicoterapeutas
existenciales debemos considerar como muy importante nuestra actitud ante el
otro que sufre.
Para
ello es imprescindible tener la capacidad de detenerse, comprender y recién hablar.
Detenerse para no ser centro del encuentro y escuchar al otro, “atenderlo”
(estar atentos). Luego o simultáneamente comprender la situación del otro, sus
sentimientos, angustias, problemas y que busca. Y recién, entonces, “hablar”. Y
no solamente con la palabra sino con nuestro propio cuerpo, con nuestros gestos
y actitudes, con todo lo que no es, estrictamente, una conversación.
Ante este otro que nos
consulta se plantea la posibilidad de realizar un diagnóstico de la situación y
de la persona. Pero ¿Qué es un diagnóstico existencial?
Dentro del marco analítico existencial,
diagnosticar se puede entender como un proceso de darse cuenta y llegar a comprender
un trastorno. Diagnosticar incluye la frecuencia de aparición, la estructura y
las especificaciones individuales del trastorno a fin de dar una orientación
para su tratamiento. NO TRATO ETIQUETAS, TRATO PERSONAS.
En esta relación de encuentro con el otro
debemos considerar, como psicoterapeutas, la diferencia entre una situación
existencial y una crisis existencial.
· ¿Qué es una situación existencial?
Ante diferentes circunstancias de nuestra vida, un período de
introspección y cambio.
· ¿Qué es una crisis existencial? La definición de crisis
existencial es el momento en el que nuestra existencia sufre un período de no
comprensión y de cambio profundo. Se trata de un período de vivencias muy
particulares que cada persona puede vivir de forma diferente y con diversa
intensidad.
Para salir de una crisis existencial es importante tener en cuenta:
· Reconocer que hay una crisis.
· Ser comprensivo con uno mismo.
· Identificar la, o las, áreas donde se manifiesta la crisis.
· Buscar el origen.
· Reconoce la responsabilidad personal en ella.
· Conectarse consigo mismo.
· Actuar responsable y auténticamente.
¿Cuál es nuestro rol y nuestra actividad profesional ante el otro que
consulta?
Lo principal es tener muy presente nuestra propia posición en el mundo
como personas. Es decir nuestra identidad y nuestra “autenticidad”. Luego
nuestra posición profesional como psicoterapeutas existenciales. Recordar que esto
último solamente puede ser realizado por profesionales que han recibido
instrucción académica universitaria y están matriculados en sus respectivos
Colegios profesionales.
Una vez que explicamos, brevemente, en que consiste el Análisis
Existencial es un buen momento para referirnos, teóricamente, a autores que
dieron su importante aporte. Una broma que siempre transmití a mis alumnos
desde la Cátedra universitaria era decirles: “No desesperen. Con leer diez
libros recomendados por mi como bibliografía pueden prescindir de mis clases y
comentarios”. Los exámenes finales mostraban cuáles alumnos siguieron la
recomendación y cuanto era el conocimiento adquirido.
Realicemos nosotros el
mismo ejercicio con menor exigencia y menor contenido teórico ofrecido.
En primer lugar nos referiremos al Análisis
existencial de Binswanger: qué es y qué ideas propone.
Sintéticamente podemos mencionar:
1 - Apertura a la filosofía
2 – La historicidad del ser humano.
3 – La experiencia como clave del conocimiento.
4 - Existir no solo es "ser", sino "ser en el mundo con
otros“
5 – El ser humano como proyecto
6 - La relación terapéutica como un horizonte de encuentro.
7 – Los tipos existenciales
8 – El amor.
9 – El sentido
El análisis existencial de Binswanger surge
de la Psiquiatría del s.XIX y del s.XX, en un paréntesis histórico durante el
cual coexistieron múltiples modelos teóricos tanto para esta rama del saber
como para la propia Psicología (desde la introspección de Wilhelm Wundt a los
modelos conductuales o el incipiente renacimiento de la cognición y de la
emoción como dimensiones de la experiencia humana susceptibles de análisis), y
parte de una visión fenomenológica del saber.
La fenomenología hace una alusión directa a
la experiencia, tal y como se vive por el sujeto que la observa y que forma
parte de ella. Se sustenta sobre la conciencia constructiva, que transforma los
objetos en los que se deposita para darles de un contenido único para cada
individuo, el cual supone la confluencia del ser y el existir en un todo que se
postula como la más elevada fuente de conocimiento sobre el hecho humano
(holismo).
1. Apertura a la filosofía
Binswanger fue un íntimo amigo de Sigmund Freud y elaboró junto a Carl
Jung su tesis doctoral. En este sentido, se trataba de un Psiquiatra cuya
formación académica seguía una línea tradicional, basada en los preceptos
elementales del psicoanálisis. Tuvo por tanto un conocimiento amplio de este
marco teórico, siendo además un pionero en trasladar tales enseñanzas a la
Suiza de la primera mitad del s.XX.
No obstante, acabó sintiéndose decepcionado por la orientación
excesivamente biologicista y pansexual del propio Psicoanálisis, y buscaría
refugio en la Filosofía de su tiempo. De este modo conocería el paradigma
fenomenológico del ser humano, que adoptaría como propio, fundando una
corriente existencialista que trató de conciliar la Psiquiatría con una visión
más profunda del vivir (en detrimento de las categorías biomédicas y psicopatológicas).
La comprensión de lo humano, desde la visión existencialista, se
vincularía indivisiblemente a su realidad histórica y cultural. Cada persona
estaría conformada por un cúmulo amplio de experiencias vividas, que la
dotarían de una característica percepción del mundo y la vida, sin la cual no
podría entenderse la patología que pudiera estar padeciendo en un momento de la
misma. Este fenómeno trascendería el concepto de "aprendizaje",
sumergiéndose en una dimensión temporal y narrativa del ser.
Así, la enfermedad estaría integrada dentro
de la propia experiencia del sujeto que la vive, y se alzaría como una
manifestación congruente con su discurso experiencial íntimo. No podría
entenderse la patología como una grieta en la construcción de la realidad que
el ser humano forja para sí mismo, sino que estaría vinculada con la
naturalidad de otros hechos y no podría apresarse sin una escucha activa del
sendero recorrido.
En los tiempos de Binswanger, la Psiquiatría se amparaba en el método
clínico para trazar sus postulados teóricos y prácticas. De esta manera, el
juicio diagnóstico se limitaba a una valoración categórica del sujeto enfermo,
cuyo sufrimiento se enmarcaría en las categorías generales (y poco
descriptivas) de la neurosis o la psicosis (reduciendo la individualidad que
inexorablemente se vincularía a su forma de ser en el mundo).
Con el objetivo de confrontar esta
orientación, e inspirado en una emergente fenomenología, Binswanger decidió
abogar por la perspectiva holística. Cómo resultado de ello, concibió una
aproximación muy sensible a la integración y la unicidad, que se apartara
definitivamente de la generalidad y permitiera una aproximación fiel a la
patología de quienes vivían con padecimientos psíquicos.
Para Binswanger, el concepto "dasein" (que procede del germánico
y se traduce de forma literal como “ser ahí” o “ser en el mundo”) debía ser complementado
para alcanzar un verdadero significado existencial. Si bien es cierto que toda
persona sería un agente activo del lugar y del tiempo en el que le toca vivir, y
sentiría un ineludible interés por expresar su individualidad, esta no podría
ser comprendida sin las infinitas formas en las que se relaciona con otros.
Para Binswanger todo ser humano sería una
realidad aislada que solo podría trascender en la medida en que se descubriera
frente al otro, lo que dotaba de sentido profundo al contexto terapéutico que
se establecía entre terapeuta y paciente. De la conexión entre dos mundos
surgiría la expresión más pura del ser, como una realidad compartida y que
gozaría de más significado al ser relatada en el espacio sobre el que se
despliega (y respecto a él).
Así pues, al formar parte del mundo en el que
habita, la persona no podría ser entendida al margen de aquel. Existiría una
fusión entre el objeto y el sujeto, entre lo observado y el que observa, resquebrajándose
su dualidad bajo el epígrafe del término “existencia”. Así pues, lo mundano y
lo factible (a través de lo que la persona moldea su propia individualidad)
sería el fundamento de lo que se es, más allá de las abstracciones con las que
el psicoanálisis de aquel tiempo basaba sus postulados teóricos.
5. El ser humano como proyecto
Según Binswanger, cada persona tiene como proyecto vital fundamental el
ser. Esto es, todo individuo aspiraría a este fin último y llegaría a
satisfacerlo mediante el hecho de existir. Para el autor lo relevante del encuentro
terapéutico sería el surgir natural, en la relación diádica, de las vivencias
del individuo; pues en ellas se hallaría todo cuanto podía ser aprehendido de
forma cierta, obviando prejuicios o doctrinas que estuviera guiando la
comprensión.
En este mismo contexto, el autor defendía el término "epojé",
de honda tradición filosófica y que fue recuperado por su coetáneo Edmund
Husserl (pues su procedencia se hunde en el pensamiento de la antigua Grecia).
El "epojé" es una práctica escéptica que defiende la suspensión del
juicio e incluso del concepto de realidad que sostiene el observador, con el
fin de que el hecho que se observa pueda expresarse tal y como es (sin condicionamientos
de ningún tipo).
El horizonte de encuentro hace referencia al contexto que nace de la
confluencia entre los universos de quien escucha y de quien es escuchado, que
requiere de una perspectiva fenomenológica. Con ello se pretende que el
acercamiento al paciente respete siempre su historia y la reconstrucción de los
hechos que de ella pudieran desprenderse en cada caso, evidenciándose tantas
formas de existir como individuos habitan el mundo.
Con ello se confrontaría la visión generalista de la psiquiatría; la cual
buscaba reducir con la mayor parsimonia posible la complejidad de los
individuos a términos operativos en los que establecer patrones regulares,
identificables y predecibles. Desde tal perspectiva se trazaría una relación de
mayor horizontalidad entre el paciente y el terapeuta, aspirando este último a
una comprensión total de las experiencias que conforman todo cuanto aquel es en
su integridad.
Para Binswanger, la relación entre personas
sería el modo más puro de ser, pues en él se reflejaría una dualidad que
extraería al sujeto de la incomunicación y del aislamiento existencial. Su
pretensión era facilitar, mediante la terapia, una relación en la cual las
correspondientes individualidades se mostraran en total libertad en el
escenario de un vínculo transformador y fenomenológico.
A lo largo de los años de experiencia clínica, Binswanger llegó a trazar
una serie de tipos existenciales mediante los cuales describió las formas
concretas de ser en el mundo (relación de un ser con otros seres o del “dasein”
con la otredad), y de las que pudo inferirse un primer intento por explicar
patrones de sentimiento y acción desde la perspectiva existencial. Sin la
pretensión de crear una categoría formal de la personalidad, diferenció cuatro
tipos: singular, dual, plural y anónimo.
El singular describiría la relación de
un sujeto consigo mismo (aislado de la propia realidad). El patrón dual
definiría relaciones entre dos individuos que conforman un par inalienable
(como la que sucede en la verdadera amistad, en el amor de pareja o en la relación
entre la madre y su vástago), mientras que el plural describiría la
coexistencia con otros en el seno de la colectividad social (trabajo, por
ejemplo). El anónimo, por último, reflejaría un estado de desindividuación
como consecuencia de la disolución del ser en una masa, a través de la cual
quedaría desprovisto de su identidad.
Todas las personas serían susceptibles de
fluir entre uno u otro tipo a lo largo del discurrir de su existencia.
El bullicio industrial del momento histórico de Binswanger hizo énfasis
en la individualidad como acicate del desarrollo personal, lo que se oponía
frontalmente a su perspectiva del ser como realidad que alcanzaba su máxima
expresión al ser compartida. En este sentido, planteó como alternativa a la
soledad la idea del amor (o “liebe”) del que brotaba una sana preocupación por
el otro que se erigía sobre la voluntad de proveer cuidado y protección.
En todo caso, este amor no debería suponer en
modo alguno una negación de las propias necesidades como sujeto individual,
sino que complementaría al propio ser a través de la comunicación del mundo
interior en un vínculo constructivo. En el proceso quedaría implícito que la
preocupación por los demás dotaría de sentido trascendente al ser, permitiendo
la transmisión de vivencias más allá de su propia finitud. Así, con el otro se
equilibraría el vacío entre la soledad y la alienación de la masa.
Desde la perspectiva fenomenológica de Binswanger, el sentido de la vida
no sería otro que el de ser uno mismo en el fluir constante de la historia, y
hacer de la alteridad un sano complemento de la soledad. El ser supondría la relación
consistente de la narrativa de la propia vida y la expresión del fenómeno de la
existencia, entendido como el resultado irrepetible de un mundo que gravita en
el devenir constante de los acontecimientos y las relaciones.
La enfermedad debería entenderse como una
parte más de la propia existencia, integrada en ella como un suceso más, y
nunca como algo aislado del resto de vivencias. Su rechazo de las perspectivas
tradicionalistas fue un intento remarcable, en la historia de la salud mental,
por alcanzar un paradigma de la conciencia que se enfrentara a los modelos
biomédicos que dominaron el panorama científico del s. XIX.
· Obra principal: Filosofía de la Existencia.
· Su teoría aporta, específicamente y con claridad, conceptos acerca de las
“situaciones límite”.
· El sentido auténtico del existir se revela al hombre tan sólo en los
períodos de profundísimas conmociones (enfermedad, muerte, culpa inexpiable).
· Para Jaspers el «proyecto de vida es aquel que el hombre, consciente de
su libertad, «quiere llegar a ser lo que puede y quiere ser.
Jaspers tendrá un interés especial por los temas del ser, la verdad y la realidad, temas que integran las partes de su obra Filosofía de la existencia y que se dedicará a explicar.
Lo que tiene de específico el existencialismo de Jaspers aparece con
máxima claridad en su teoría acerca de las “situaciones límite”.
Los tres factores que intervienen en su filosofía son amor, destino y
libertad.
Según Jaspers, el sentido auténtico del
existir se revela al hombre tan sólo en los períodos de profundísimas
conmociones (enfermedad, muerte, culpa inexpiable).
Para Jaspers el «proyecto de vida es aquel
que el hombre, consciente de su libertad, «quiere llegar a ser lo que puede y
quiere ser.
Karl Jaspers: los tres factores que intervienen
en la filosofía son amor, destino y libertad.
Y por último hagamos referencia a los aportes
del Dr. Viktor E. Frankl. ¿Qué es el Análisis Existencial para Viktor E.
Frankl?
Viktor Frankl, se ocupó en la Viena de los
años 20, primero con el Psicoanálisis de Sigmund Freud y después con la
Psicología Individual de Alfred Adler. En la discusión con estas corrientes de
psicoterapia él notó, que la psicología profunda de entonces, no tomaba en
cuenta un fenómeno humano importante o bien lo trataba en un nivel inadecuado:
la búsqueda del ser humano de un sentido en su existencia.
Cuando Frankl chocó con el rechazo de Adler
por su preocupación por una "rehumanización de la psicoterapia" comenzó,
como un "marginado" de las corrientes de psicología profunda, a
desarrollar su "psicología de las alturas".
Frankl comenzó, ya en los años 20, a exigir
explícitamente una "Logoterapia", sobre la que reflexionó por primera
vez en 1925 en un artículo fundamental. A partir de 1933 empleó la
designación de "Análisis Existencial", al que fundamentó
teóricamente en 1938 y luego exhaustivamente en 1939 en un artículo propio.
Ya en 1939 atribuye Frankl al Análisis Existencial una tarea doble:
"Visto así, la psicoterapia se vuelve Análisis Existencial en sentido
doble: ella se transforma en análisis de toda la existencia (eros y logos,
ethos) y se transforma en Análisis hacia la existencia (ser humano, Dasein como
ser responsable). Es de notar aquí, el concepto amplio de existencia, que
incluye la emocionalidad (eros). (Conveniente leer TEORÍA Y TERAPIA DE LAS NEUROSIS:
Iniciación a la logoterapia y al análisis existencial. Ed. Herder)
En alemán hay dos palabras distintas que
habitualmente se traducen al español como ‘espiritual’, creando malos
entendidos: "spirituell" (que aludiría a lo que comúnmente en español
se significa como espiritual, esto es lo trascendente ligado a la trascendencia
metafisica y religiosa), y "geistig" (lo mental, dimensión libre del
ser humano, desde donde toma posición, dimensión de la conciencia moral).
Frankl siempre habla de ese “geistig”, en el sentido “mental”, pero está
siempre traducido con “espiritual”. Eso produce más confusión.
Nos dice Alfred Längle en una descripción
sistematizada del Análisis Existencial, según Frankl:
a) Análisis Existencial "es un análisis de la persona concreta"
(en Psicoanálisis y Existencialismo). Con ello es un "análisis en sentido
óntico" (ídem) que lleva "al enfermo hasta la vivencia radical de su
responsabilidad"
Por consiguiente, se trata en el Análisis
Existencial, de un proceso de concientización. "Hacerse consciente de
tener una responsabilidad, hacerse consciente del motivo espiritual principal
de todo ser humano, hacer consciente lo espiritualmente inconsciente".
Esto lo diferencia del Psicoanálisis, continúa Frankl, en el cual se
trataría de "hacer consciente lo instintivamente inconsciente". De
ahí que el Análisis Existencial quiera hacer consciente "aquella
espiritualidad no reflexionada, como aparece en todos los actos de conocimiento
originarios y decisiones de conciencia (y) se denomina existencia” (ídem
168).
Porque "al fundamento del ente (Wesensgrundlage) del Dasein
espiritual del ser humano" le corresponde que "siempre consta de
ejecuciones de actos irreflexionados - mejor dicho ‘sucede
inconscientemente’". En este sentido "también lo espiritual en el ser
humano es en último término inconsciente" (ídem). Por su tarea de hacer
conciente, es el Análisis Existencial pues, "psicoterapia hacia lo
espiritual - como se puede definir el Análisis Existencial"
Lo que el Análisis Existencial quiere en
último término, es este autoconocimiento del ser humano en cuanto a su libertad.
El Análisis Existencial puede de este modo
comprenderse como "explicación de existencia óntica" y como tal una psicoterapia Es decir que se trata para el Análisis
Existencial del tratamiento de la persona singular, y esto es en especial de la
concientización y el despliegue de su libertad.
Análisis Existencial sería en esta concepción
una recuperación terapéutica de aquello, que un ser humano no pudo ver en la
biografía.
Ya en 1939 atribuye Frankl al Análisis Existencial una tarea doble:
"Visto así, la psicoterapia se vuelve Análisis Existencial en sentido
doble: ella se transforma en análisis de toda la existencia (eros y logos,
ethos) y se transforma en Análisis hacia la existencia (ser humano, Dasein como
ser responsable). Es de notar aquí, el concepto amplio de existencia, que
incluye la emocionalidad (eros).